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Visitantes no deseados

Osmar Laffita Rojas

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - El periódico Granma del 11 de marzo en una escueta nota anunciaba la visita a Cuba del Excelentísimo señor Hugo Martínez Bonilla, Ministro de Relaciones Exteriores de la República de El Salvador. Fue una señal de que las relaciones entre los dos estados y gobiernos no marchan como se esperaba. Los medios no dieron a conocer la trayectoria política de tan ilustre visitante, según es de rigor, en la primera visita oficial de un canciller salvadoreño, luego de casi medio siglo sin relaciones diplomáticas con Cuba. Tampoco hubo información en los medios relacionada con el recibimiento a su llegada a La Habana del ilustre visitante, a pesar de que el Canciller salvadoreño llegó acompañado por la Primera Dama de la República, la señora Vanda Pignato, ni se informó sobre los temas a ser tratados.

Aquellos que no pudieron ver el noticiero de la televisión cubana del sábado 13 de marzo en su emisión estelar de las ocho de la noche, no se enteraron del recibimiento brindado por el Presidente Raúl Castro a los visitantes salvadoreños, ni de la inauguración de la embajada del país centroamericano, ni la firma del acuerdo entre cancilleres.

Además de estos encuentros, el salvadoreño se entrevistó con los ministros cubanos de Educación y de Cultura, Ana Elsa Velásquez y Abel Prieto, respectivamente, y con autoridades del Instituto Nacional de Deporte.

Ninguna de estas actividades oficiales fueron reflejadas por la prensa escrita. No obstante, el sábado 13 de marzo apareció un trabajo en el periódico Granma de la periodista Olga Díaz Ruiz, titulado: Canciller salvadoreño orgulloso de la formación de médicos de su país en Cuba. Parece que los gobernantes cubanos solo estaban interesados que se conociera esta información, en la que se resalta la labor de las autoridades de la isla que facilitó que 742 jóvenes salvadoreños se formen como médicos en la Escuela Latinoamericana de Medicina.

La explicación de la poca cobertura informativa de la visita se debe al malestar de La Habana y Caracas con el Presidente salvadoreño, Mauricio Funes, que desde  que asumió la presidencia dejó claro que su prioridad en política exterior era fortalecer y profundizar sus relaciones con  Brasil y  Estados Unidos. Las esperanzas de que El Salvador ocupara la vacante dejada por Hondura en la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) se diluyeron. El canciller Hugo Martínez señaló, respondiendo a un periodista, que  por el momento el gobierno salvadoreño apuesta a la consolidación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe, y que  cualquier otra consideración será el resultado de análisis futuros.
Esto, como era de esperar, enfureció a los dirigentes cubanos y a su más fiel aliado, Hugo Chávez.

Estas pueden ser las razones de la poca publicidad dada a la visita del Canciller y la Primera Dama a La Habana. El mensaje que los gobernantes cubanos envían a Funes es que no le perdonan su postura independiente, porque dejó en la estacada a aquellos que aseguraban el alineamiento de su gobierno con Hugo Chávez y compañía.  

ramsetgandhi@yahoo.com




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