Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - ¡Ganamos!, gritó Carmen Luisa, de 65 años, residente en Campo Florido, Habana del Este, no precisamente por un gol decisivo marcado en Sudáfrica, sino porque le informaron  que sería retirada la imposición de trasladar su ciudad a la nueva provincia Mayabeque, el 1 de enero de 2011.

La alegría fue completa en la reunión de vecinos, una de las tantas convocadas por el gobierno para aplacar los ánimos a punto de rebelión, e imponer criterios sobre las supuestas bondades del traspaso de ese y otros pueblos de los municipios Habana del Este, Guanabacoa y Cotorro a Mayabeque, zona agrícola.

Otro de los presentes exclamó: ¡Fuenteovejuna, todos a una! Jaime, de 17 años, también de Campo Florido, cuestionado sobre el cambio, respondió con otra pregunta:

-¿Te imaginas que yo enamore a una muchacha y cuando me pregunte dónde vivo me diga?:

-Aléjate de mí, guajiro.

Esa palabra encierra la razón principal del gobierno para la segregación territorial. Intenta la transformación de citadinos en campesinos, lo que significa fuerza de trabajo permanente en la agricultura para aliviar la situación alimentaria de la capital.

''El gobierno confiscó la casi totalidad de las tierras hace cincuenta años. Se perdió el arraigo del hombre al terruño, y quiere ahora que los hijos de esos campesinos desarraigados vuelvan a la labranza. Yo no vuelvo aunque me devuelvan la tierra de mis padres. Mis hijos, mucho menos'', dijo a este reportero Ulises Rosales, de 68 años, de Bajurayabo, pueblo incluido en la lista de la integración.

En una de las reuniones de los llamados factores (Partido Comunista, Federación de Mujeres Cubanas, Comité de Defensa de la Revolución, y Poder Popular) con la ciudadanía, el profesor Félix González, del reparto Agromar, en Guanabo, expresó: ''Convertir una provincia en dos tiene sus ventajas para la población cercana a San José de las Lajas y Artemisa, cabeceras de las nuevas. En otras regiones de la isla es lo mismo. Pero no es el caso nuestro, que salimos perjudicados. Se duplica y hasta triplica la burocracia improductiva, y la asignación de recursos para ese aparato: autos, chóferes, gasolina, ahora que tanto se enfatiza en el ahorro energético''.

El Presidente Raúl Castro, en su discurso del 4 de abril, dijo: ''Si mantenemos plantillas infladas en casi todos los ámbitos del quehacer nacional, y pagamos salarios sin vínculo con los resultados, elevando la masa de dinero en circulación, no podemos esperar que los precios detengan su ascenso constante, deteriorando la capacidad adquisitiva del pueblo''.

Para Juana Verdecia la oposición al cambio para Mayabeque ya tiene su mártir. José Ángel Martínez de Campo Florido tenía 56 años. Falleció de un infarto cardíaco al rebatir vigorosamente el desgajamiento de su pueblo en una de esas reuniones; y Andrés Matos (''Matojo''), jefe de los custodios de las escuelas de Campo Florido estuvo varias horas detenido por oponerse al cambio. La razón aducida fue que ningún funcionario estatal podía ir contra esa directiva del gobierno.

Al profesor Pineda lo amonestaron por expresarse contrario a la medida. Reclamó su derecho a opinar, y ante la protesta generalizada, un residente de Guanabo habló con sabiduría frente a otras posibles medidas represivas del Estado:

-¡Señores, no se preocupen; los 70 mil ciudadanos que protestamos no cabemos en el centro de detención del Ministerio del Interior!

Jaime, el joven de Campo Florido resumió la reunión con estas palabras.

-Ya no me dirán guajiro, me salvé en esta corrida.

cosanoalen@yahoo.com