José Manuel Caraballo Bravo, APLA
CIEGO DE ÁVILA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - Zapatico es uno de esos personajes pintorescos de la ciudad; no hay moronense que no lo conozca. Para los que peinan canas era el típico boxeador de barrio que para ganarse unos centavos enfrentaba a cualquiera. Ahora, ya viejo, es recordado por los más jóvenes como el barrendero que usaba unos zapatos con puntas hacia arriba, y que ocasionalmente discutía en plena calle con su mujer.
Por estos días a Zapatico se le ve solo con un saco al hombro en busca de latas de refrescos, cervezas, etc., para llevarlas a los puntos de reciclaje de materia prima, y ganarse así el pan de cada día.
Sin embargo, una nueva disposición sobre estos puntos de reciclaje le ha enredado la vida a Zapatico. Antes él iba recogiendo sus latas y las escachaba para que ocuparan menos espacio en los sacos. Ahora prohibieron aplastar los envases, y deberá alquilar una carreta para cargarlos; algo imposible para él, a no ser que se vuelva un pulpo con tantos sacos encima. A los picaros de siempre se les ocurrió echarle arena a las latas antes de escacharlas para que pesaran más, hasta que se descubrió la estafa.
Zapatico, pobre pero honrado, tendrá que zapatear mucho mas, quizás por aquella frase del Generalísimo: "El cubano cuando no llega se pasa", o tal vez porque ¡mira que el cubano inventa!
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