Francisco Chaviano González

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - Guillermo (Coco) Fariñas está en serio peligro de perder la vida. Según los médicos, las pruebas realizadas recientemente confirman la existencia de un trombo en la intercepción subclavia izquierda y la yugular externa, que amenaza con poner fin a su existencia. Está inflamado, tiene arritmia y fiebre intermitente. Los médicos le están poniendo un medicamento para desbaratar el coágulo, pero un fragmento de este puede provocar un desenlace fatal de alojarse en los pulmones, el cerebro o el corazón.

Los hechos que condujeron a la muerte de Orlando Zapata Tamayo, apuntalan la posibilidad de que esta fue deliberada, tal vez con el empeño de desalentar los intentos de conversaciones conciliatorias de Estados Unidos. En lugar de esto nuestros obcecados gobernantes encontraron el repudio internacional, la protesta fortalecida de las Damas de Blanco y la huelga de hambre y sed del Coco Fariñas, en reclamo de la liberación de los 26 presos políticos enfermos. La conmoción fue tal, que el gobierno se vio obligado a buscar solución al problema.

Apareció la mediación ─ no muy al medio por cierto─  de la Iglesia Católica, también la visita de Monseñor Dominique Mamberti, secretario de exteriores de la Santa Sede y otros dignatarios eclesiásticos. Moratinos, el canciller español aseguró que el gobierno cubano le notificó la pronta liberación de un gran número de presos. También el Arzobispado de la Habana tuvo expresiones similares, se llegó a decir incluso que se liberaría a todos.

Terminaron las visitas y el tiempo ha transcurrido en prolongación que causa el vacio, la expectación insegura, nadie dice nada, ni siquiera el Cardenal erigido en vocero da explicación alguna. ¿A qué se espera? ¿Por qué este impasse en un gobierno tan dinámico? ¿Por qué no soltar a 10 ó 12 reos para comenzar el desmonte de la huelga? ¿Esperan la muerte de Coco Fariñas para actuar?

Todo parece indicar que, a la usanza de La Cosa Nostra, los gobernantes están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias. “Jalisco nunca pierde y cuando pierde arrebata”. Todo el mundo sabe que esta liberación de presos políticos no es el gesto de buena voluntad que se les pide desde hace mucho, sino la victoria de las Damas de Blanco y Fariñas fundamentalmente. En fin, quieren dejarnos claro que cualquier victoria nos costará cara, en esta ocasión esas dos vidas valiosísimas.