Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana fueron citados con urgencia el sábado y domingo pasados  para recibir instrucciones de cómo tratar el descontento dentro de la isla, y en especial a las personas que expresen públicamente su desacuerdo con el gobierno.

Las reuniones se realizaron en Ciudad de La Habana, por municipios y núcleos zonales del partido comunista. En ellas se indicó cómo repudiar a los demócratas, reconocidos por el gobierno como contrarrevolucionarios, así como el plan de aviso para actuar en esas circunstancias. Las acciones van desde la llamada de atención, la apelación a la policía nacional y la organización de mitin de repudio con uso de la violencia, si es necesario, para neutralizar la protesta. 

Una de esas reuniones se realizó en las oficinas de la Empresa de Seguros Nacionales (ESEN) en la calle 5ta. y D, en el Vedado.  Un participante en esa reunión comentó que también se habló sobre las elecciones de candidatos del Poder Popular, y la importancia de impedir a los candidatos independientes ser elegidos.

Como hace treinta años, cuando la crisis de las Embajada del Perú, y más tarde el éxodo de Mariel,  el feudo de los Castro pasa por uno de sus peores momentos de aprobación popular, y los mecanismos represivos, tan usuales años atrás, no reportan ya los resultados esperados. De hecho se nota un ascenso de las fuerzas prodemocráticas. Además de una ausencia de gobernabilidad, sin reportes de violencia. A lo anterior se suma una fuerte campaña internacional en defensa de los derechos humanos en la isla, luego de la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo. 

La Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana está compuesta por miembros de la policía política, de cárceles y prisiones, la policía nacional y las fuerzas armadas, combatientes de las guerras en el exterior y simpatizantes de la monarquía. Es una de las principales fuentes de reclutamiento para las brigadas de respuesta rápida, forma de organización de las turbas para imponer la paz castrista.

Desde la muerte de su presidente, el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, en 2009, la organización está acéfala. El General retirado Harry Villegas es el vicepresidente, y actúa como responsable principal de la Asociación.