LA HABANA, Cuba, 12 de abril, (Leonel Alberto Pérez Belette, www.cubanet.org) - Un pescador perdió la vida como resultado de un aparatoso accidente de tránsito, al ser literalmente aplastado por un automóvil contra el muro del malecón habanero, en la madrugada del pasado sábado 10 de abril. El hecho ocurrió ante la vista de su hijo y decenas de otros pescadores, que a duras penas consiguieron escapar de ser atropellados.

El chofer del vehículo, propiedad de la gubernamental Central de Trabajadores de Cuba (CTC), El chofer del vehículo, propiedad de la gubernamental Central de Trabajadores de Cuba (CTC), intentó esconder su responsabilidad ante las autoridades; lo que provocó indignación entre los presentes.

Jorge José Ávila Fernández, panadero, se dedicaba a pescar desde el muro del malecón, para incrementar el menú doméstico. Su hijo, Jorge Ávila Menes, se encontraba también pescando a escasos metros, en compañía de un amigo, estudiante de derecho de la Universidad de La Habana.

El vehículo se subió en la ancha acera y se proyectó sobre Ávila Fernández, atropellándole ante la vista de su hijo; otros dos pescadores lograron escapar ilesos gracias a su rápida reacción. Ávila Fernández fue socorrido, conducido al Hospital Clínico Quirúrgico Calixto García y luego, trasladado a Medicina Legal.

Inicialmente el chofer de la CTC, de veinte años de edad, declaró a los policías que  había fallado la dirección del auto y que viajaba solo en el mismo. El estudiante de derecho, amigo del hijo de la víctima y testigo del accidente, al igual que el resto de los pescadores presentes desmintieron al chofer del auto estatal.

Según los testigos, en el auto viajaban realmente el conductor, otro joven y dos chicas, que nunca abandonaron la escena del accidente. El automovilista intentó rebasar a otro vehículo por la izquierda, usando la vía con sentido contrario; en una curva de alta peligrosidad y con condiciones deplorables de iluminación.

El vehículo era un compacto nuevo de la marca QQ, de fabricación china. Las trazas en el pavimento indicaban la excesiva celeridad y trayectoria antes de impactar al pescador. Los ocupantes resultaron ilesos gracias a los cinturones y las bolsas de aire.
Empleados de la CTC, entidad propietaria del vehículo, dijeron a este reportero que el auto, aunque nuevo, presentaba problemas técnicos y se mantenía en funcionamiento por gestiones personales del chofer.