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Congreso viejo con alas cortas

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - El chofer del taxi comentó, mientras detenía el auto en el semáforo de Boyeros y Ayestarán. 
-No sé qué piensa este hombre. Pensamos que mejoraría las cosas, pero ahora está claro, no hará nada, nada de nada. 

El chofer se refería al discurso de Raúl Castro en la clausura del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Una intervención plagada de viejas citas y amenazas a los demócratas, y como en tiempo de los faraones, una exhortación perenne a trabajar sin descanso. De libertad o confort, ni una palabra.

El discurso fue repetitivo y falto de creatividad, aun y para cumplir el objetivo de ayudarlo a mantenerse en el poder. Analistas en La Habana lo consideran un parapeto ante los graves problemas económicos y sociales del país.

Según los académicos, Raúl Castro usó las motivaciones externas como fuente del conflicto, mientras obvió las condicionantes internas. Sin embargo, lo llamativo es que al cabo de cuatro años en el poder, Raúl Castro pide más tiempo para introducir los cambios que mejoren el nivel de vida de la población.

Aunque los delegados entonaron consignas, cantaron y bailaron, el público no debe equivocarse. El IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas se realizó en un ambiente de fracaso generalizado de la de la organización y un control absoluto de la gerontocracia sobre el evento, que aprobó hasta al más insignificante de los delegados e invitados y la más discreta de las intervenciones.

En términos concretos, ha disminuido el número total de miembros de la UJC ante la apatía de la juventud, mientras los militantes se niegan a entrar al partido comunista al concluir el tiempo reglamentario en la organización juvenil.

La reunión se realizó en un ambiente de miedo. En los últimos 30 años los que fueron primeros secretarios de la UJC terminaron destituidos deshonrosamente de los cargos que ocupaban. Sirvan de ejemplo Luis Orlando Domínguez, Carlos Lage, Roberto Robaina y Otto Rivero.

En Cuba, los jóvenes son cada vez más un porciento menor de la población, producto de la emigración al exterior y el descenso de la natalidad estimulado por las precarias condiciones de vida. Existe un alto nivel de desempleo, subempleo, y una inmensa población penal compuesta por jóvenes.

Ante la ausencia del Congreso y la Conferencia del Partido Comunista de Cuba, este IX Congreso de la juventud castrista pasará sin penas ni glorias. Un evento muy viejo con unas alas muy cortas.

aleagapesant@yahoo.es 



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