Ana Aguililla

LA HABANA, Cuba, marzo (www.cubanet.org) - Carlos Amir Cárdenas, encarcelado en el Combinado del Este de La Habana, edificio 2, acusó al Departamento de Reclusos del Consejo de Estado, y al Departamento de Control de la Legalidad de Establecimientos Penitenciarios de la Fiscalía General de la República, por negarse a realizar una investigación sobre un atropello del que fue víctima en la cárcel.

Los hechos ocurrieron el primero de noviembre de 2004 en el destacamento de celdas de la prisión 1580. Los oficiales Denis Hernández y Ariel Ramírez lo golpearon brutalmente por resistirse a que lo trasladaran a una celda carente de las más elementales condiciones de vida: sin agua, luz ni ventilación.

La celda no cumplía con los requisitos mínimos establecidos para el tratamiento de los reclusos, convenidos por Naciones Unidas en Ginebra, y aceptados por Cuba. En lugar de revisarse el caso y realizar las investigaciones pertinentes, Cárdenas fue acusado y sancionado, por un supuesto delito de atentado, a cuatro años más de prisión.

“Nunca me cansaré de reclamar, de exigir que se haga justicia, de solicitar que se respeten mis derechos humanos, severamente burlados y no defendidos por las autoridades durante más de tres años, a pesar de mis denuncias”- dijo Amir.

El gobierno cubano niega que en la isla se maltraten o torturen a los presos. Sin embargo, llegan frecuentes denuncias desde los distintos centros penitenciarios del país, en las cuales los prisioneros plantean que la Dirección General de Cárceles y Prisiones, probablemente no cuestiona los métodos usados por los carceleros, quienes, al parecer tienen la potestad de actuar impunemente.