Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Bien apretada está la jugada para el manager sustituto Raúl Castro con los últimos acontecimientos nacionales e internacionales. Opta por ordenar un despliegue emergente de campañas difamatorias, y a la postre, no consigue marcador favorable sobre las acusaciones del Parlamento Europeo respecto a las violaciones de los derechos humanos en Cuba. La revolución cubana cuenta con un average de “prestigio” que deja mucho de qué desear, y a sus lances descontrolados, pocos gobiernos le hacen swing. 

El Castro ex presidente, hoy reflexivo en jefe, desde su lecho de muerte en Punto Cero quiere salvar el juego, o lo que es igual, salvarse a sí mismo, y apela a su repertorio de preocupaciones sobre el cambio climático; también a viejas confrontaciones de la guerra fría, o a rememorar la visita de despedida de tal o más cuál jefe de Estado suramericano. 

En términos beisboleros, los hermanos Castro juegan con el cuadro por dentro en extra innings; no hay out, y con las bases llenas de contrarios. Saben que sus opciones de ganar son nulas y en cualquier momento, como de costumbre, pueden abandonar el partido bajo protesta. Era de esperarse; con la muerte del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo y el ayuno del psicólogo y periodista independiente Guillermo Fariñas,  que ya cumple un mes, políticamente se han quedado sin parciales. 

Si repasamos el slump socioeconómico en los últimos 24 meses, pica y se extiende lo que vientos huracanados arrasaron el último trimestre de 2008. Dígase que la agricultura espera del campesinado, de la tierra y el clima, el compromiso de “hasta la victoria siempre”; mientras, una considerable cifra de ómnibus metropolitanos, importados recientemente desde Rusia y China (2007-2008) para paliar la grave crisis nacional del transporte, aguardan varados por piezas de repuestos. Así y todo, la aeronáutica civil perdió a su cabeza pensante, Rogelio Acevedo, porque dicen y no son mentiras mías, “cumplirá otras funciones” por el simple “desliz” de habérsele confiscado tres millones de dólares del enemigo, escondidos en un tanque de agua. 

Pero el carreraje desfavorable no termina ahí, y a la prensa oficial, de plácemes por estos días, le aterra ser imparcial. Ya que el cuadro se cierra también con el recorte de los subsidios innecesarios, vendría bien un reportaje sobre los enfermos y desposeídos que pierden el seguro social, por no contar con años de servicio suficiente para un retiro “digno” o un certificado médico por su incapacidad laboral. A esto le sumamos esa circular de último minuto que los exonera del seguro social si cuentan con un mínimo de auxilio familiar.   

Hay tensión en el terreno político y la revolución cubana, con esa manía de sobrecargar a su “afición” de vicisitudes y vanas promesas, se le pueden venir los graderíos encima. Además, para dilatar más el acceso de los cubanos a la red de redes, el gobierno cubano está resuelto a considerar como “maniobra imperial”, la buena nueva del Departamento del Tesoro norteamericano de levantar el embargo de Internet a Cuba e Irán, aunque este gesto sea exclusivamente para correo electrónico.  

Lo peor de este cuadro es que el enemigo número uno del castrismo, la oposición interna, no maniobra con señas ni jugadas de engaño. El marco de actividades de la disidencia interna y las Damas de Blanco por el séptimo aniversario de la Primavera Negra de 2003, hizo mover la banca de represores y provocó la esperable selección de arrestos y actos de repudio. 

El cuadro raulista juega por dentro, y sabe que la indiferencia del pueblo es el peor de los abucheos. Veamos al totalitarismo como a la pelota. Hay que esperar el out 27 para saber quién se va con el triunfo. Claro, el régimen, después de haber jugado sucio por más de cincuenta años, se sabe perdido ante sus rivales.