Leonel Alberto Pérez Belette

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Josefina la Viajera, propuesta escenográfica de Carlos Díaz de la obra escrita en 2006 por Abilio Estévez, acaba de subir a las tablas del teatro Trianón, en esta ciudad. Se trata del épico conflicto de Arjuna en La canción del Señor, o Bhagavad-Gita, resurgido ahora con aíre criollo. Historia, impase, necesidad de cambio y futuro.

Josefina, monólogo interpretado por el actor Osvaldo Doimeadiós, es un personaje enfrascado en la búsqueda de la libertad espiritual, como ente no atrapado por convencionalismos y situaciones. Su verdad, manifestada en medio de espejos, amplifica la reflexión sobre lo cubano y la extrapola al público. La otra Josefina, la Viajera, es una suerte de espectro que ha caminado durante 105 años, dejando atrás la casa paterna en el oriente de la Isla y a un amante chino, para llegar a La Habana y ver izar aquella bandera que nos hacía una verdadera República. El presente y futuro, dentro del drama del personaje, se resume en la obsesión por la Libertad y ver ondear una nueva bandera.  

El torrente de cubanía, entre parlamentos y vestuarios simbólicos, ha sido impresionante junto al potencial histriónico de Doimeadiós. “Yo soy la rosa oriental, para sacarme de aquí, un son sabroso de Oriente tienen que tocarme a mí. ¡Ministro, mira qué clase de Vo´yo tengo!”.

Por esas coincidencias de la vida, durante la premier, los presentes esperaban la aparición de Abel Prieto, Ministro de Cultura, pero nunca llegó. Nadie sabe por qué. “Mejor que me calle, que no diga nada…” -continuó el actor. Posteriormente, navegó en diversos personajes de la historia nacional, entre los que algunos pretendieron ver a Rosita Fornés. Además: “Yo soy Josefina, la esposa de Napoleón”.

Vistiendo una chaqueta deportiva, zapatillas blancas de sport y una rodillera negra, Doimeadiós aprovechó para destacar el deterioro de la sala, como otras en el país: “Tiene que tener aire, coño, esto es un horno. No nos cierran, pero es para que uno se consuma vivo en el escenario. ¡Todavía no he visto un congreso en un teatro así! ¿Por qué no hacen La asamblea en un teatro así?”.

El aplauso del público, de pie, fue el mejor premio a esta presentación. Decenas de espectadores salieron tan admirados de escuchar esas verdades censuradas, que catalogaron al espectáculo como único.

Josefina la Viajera seguirá presentándose cada fin de semana, aunque es posible que la temporada se suspenda en cuanto asomen las altas temperaturas, debido a la rotura del sistema de aire acondicionado en el teatro.