Reconocimiento merecido

Lucas Garve, Fundación por la Libertad de Expresión

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Acompañar a quien sufre una condena injusta es un buen gesto solidario. Hay quienes piensan que eso es bastante. En realidad es importante sentirse apoyado en su esfuerzo por cualquier causa apreciada.

Más, cuando afirmamos con un espaldarazo fraterno el empeño callado por mejorar su calidad humana y darnos una obra en mejoría constante. Eso bien puede justificar el otorgamiento de un premio.

Este año, la Fundación por la Libertad de Expresión concedió uno de sus premios al periodista independiente Jorge Olivera. Destacar la obra en crecimiento y la personalidad de Jorge Olivera requiere hacer un alto en nuestra labor y mirar atrás.

Hace más de diez años que Olivera cumple con un deber difícil. Impuesto por su vocación de ser un hombre libre, defender la libertad de expresión en la isla con su propio ejemplo y con su trabajo de periodista independiente. Por esto sufre condena, paga con la cárcel, padecen su salud y su familia, le retienen su permiso de salida del país.

No obstante, cuando el hombre se siente libre, continua con su obra. De una forma u otra, sin alardes ni poses, sin robar escenario que justamente le correspondería, Olivera, uno de los 75 de la Primavera Negra, prosiguió el camino que se trazó cuando integró las filas del periodismo independiente.

Hoy, con un manojo de papeles en una mano; en la otra las páginas de un libro de versos, exhibe una obra personal en desarrollo, coherente con él mismo,  su tiempo, su país. Pone su esfuerzo en llevar adelante el Club de Escritores.

Junto al periódico Consenso, el blogspot Primavera, premiados también en esta sexta edición del premio de la Fundación por la Libertad de Expresión, nos regocijamos al fijar este momento de madurez expresado en  su estilo con voz propia, con la profesionalidad demostrada en estos años, por la contribución inestimable de su obra y su condición humana, al desarrollo de la prensa independiente en Cuba. Para Jorge Olivera nuestro respeto, admiración y compañía, siempre.

Hace más de diez años que Olivera cumple con un deber difícil. Impuesto por su vocación de ser un hombre libre, defender la libertad de expresión