Misa en la Catedral

Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - La misa de cuerpo presente al Padre Mariano se efectuó el 17 de julio en la Catedral de La Habana, oficiada por el Cardenal Jaime Ortega, en  horas de la mañana. El pueblo, consternado desbordó el recinto.  En horas de la tarde fue trasladado a España y el domingo recibió sepultura en su Cantabria natal.

El sacerdote español Mariano Arroyo Murillo fue asesinado en el santuario nacional de Nuestra Señora de Regla, frente a bahía La Habana, el lunes 14 de julio, luego de 12 años de servicios en Cuba. La noticia conmovió a los reglanos y se esparció por la capital y el país. 

Como es usual, los medios de prensa publicaron la información, pero las “bolas” corrieron y los cubanos se pegaron a la radio de onda corta para escuchar las emisoras extranjeras.

Se supo que el arzobispado de La Habana emitió un comunicado donde se afirma: “Los primeros informes indican que fue asesinado”.  Según esas fuentes, el sacristán Orlando Arocha narró que un vigilante vio salir humo de la iglesia, entró y encontró el cuerpo del sacerdote en la habitación, sobre un colchón quemado, lo levantó para sacarlo antes de darse cuenta de que estaba muerto y manaba sangre.  Estaba apuñalado y quemado. Dijo que lo había visto por última vez el domingo cuando oficio la misa.

El Padre Mariano nació  en Cabezón de la Sal, Cantabria, el 20 de febrero de 1935.  Fue ordenado sacerdote el 17 de abril de 1960 y en 1962 partió hacia Chile como misionero, donde estuvo hasta 1968. De 1969 a 1979 se desempeñó en Madrid como párroco y formador del Seminario. En 1980 regreso a Chile, donde prestó servicios en varias parroquias de la diócesis de Copiapó. Llegó a La Habana el 19 de enero de 1997 y en marzo inició su trabajo como párroco de Nuestra Señora del Pilar, en La Habana, y en diciembre de 2004 es designado rector y párroco del santuario nacional de Nuestra Señora de Regla. Allí realizó un intenso trabajo pastoral, por lo que era muy querido por el pueblo. 

La virgen de Regla es venerada por millones de cubanos, que visitan el santuario regularmente  así como en grandes peregrinaciones en su día, al igual que la virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba. 

Durante su estancia, el Padre Mariano también asesoró el Movimiento de Trabajadores Cristianos, y fue director del Instituto de Ciencias Religiosas “Padre Félix Varela”.

 Su muerte se suma al asesinato el 13 de febrero del Padre Eduardo de la Fuente Serrano, de 61 años, natural de Guadalix de la Sierra, Madrid.  Se encontró apuñalado y estrangulado en un descampado a 20 kilómetros de la capital, según varias agencias de prensa. La nota del arzobispado de La Habana publicada el 19 de julio por el periódico Juventud Rebelde, explica: “Las autoridades del gobierno informaron el 16 de julio a la Iglesia sobre el proceso investigativo desarrollado, y que aún no ha concluido, en relación con el asesinato del sacerdote español Mariano Arroyo Merino. La localización y captura del presunto responsable de este execrable crimen y sus cómplices cuentan con la confesión del mencionado responsable. Las autoridades también nos habían informado antes, que el proceso investigativo en relación con el asesinato del Padre Eduardo de la Fuente, acontecido en febrero, continúa”.  Esta información había sido adelantada por el Cardenal Jaime Ortega durante la eucaristía por su descanso.

Los sacerdotes españoles han evangelizado y ejercido un hermoso magisterio en Cuba, donde la Iglesia Católica ha afrontado prohibiciones y acoso. A partir de la visita del Papa Juan Pablo II ha habido relajamiento de las tensiones y cierta apertura, pero muy lejana a la normalidad.  La Iglesia se ha tenido que nutrir de sacerdotes de otros países.  El pueblo cubano aprecia la solidaridad y el cariño de todos, a quienes, al igual que a los curas cubanos, agradece su dedicación.