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5 de enero de 200
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Un día del año 2002

Belinda Salas Tápanes

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - El 27 de diciembre de 2002, mientras los cubanos esperaban la llegada de un nuevo año, la localidad de Palma Soriano, en Santiago de Cuba, se estremeció con la noticia de la detención de dos jóvenes que  habían intentado llegar hasta una avioneta, con intenciones de abandonar el país.

José Antonio Sardiñas, de 21 años, fue detenido en horas de la madrugada en su domicilio. Un operativo de la policía política rodeó la casa, penetraron en ella varios agentes y lo esposaron.

“No hay manera de describir ese momento”, comentó la madre, y recordó las palabras de su hijo: “Mami, no te avergüences de mi”.

Durante el proceso de instrucción, el joven fue recluido en el cuartel general de la policía política de Versalles, en Santiago de Cuba, luego, bajo la figura de “prisión preventiva”, fue trasladado a la prisión La Caoba, en Palma Soriano. José Antonio Sardiñas fue condenado a 18 años de cárcel, a pesar de que no mediaron actos violentos ni se consumó el delito por el que se le acusaba.

Poco después, en marzo de 2003, 75 opositores pacíficos, bibliotecarios y periodistas independientes fueron enjuiciados y sancionados a largas condenas. Por los mismos días, tres jóvenes en la capital fueron fusilados, tras juicios sumarísimos que duraron menos de 72 horas, por intentar secuestrar una pequeña embarcación para dirigirse a la Florida. El hecho no provocó daños a ninguna de las personas que se encontraban en la lancha, pero la pena de muerte aplicada a los jóvenes, según el gobierno, serviría de ejemplo.

Los delitos de piratería o intento de salida ilegal del territorio son severamente condenados por el Código Penal vigente en Cuba. El caso Sardiñas, aunque poco conocido, pues la prensa oficial no informó sobre el mismo, no es un hecho aislado.
En el año 1994 sucesos similares precedieron a lo que se conoció como la crisis de los balseros. Las  motivaciones de los que tratan de huir son las de siempre: crisis económica, falta de democracia y libertad.

El gobierno vitalicio de los Castro ha permitido, o propiciado como válvula de escape, éxodos masivos  de cubanos a intervalos de aproximadamente 15 años: Camarioca, en 1965; Mariel, en 1980 y la crisis de los balseros, en 1994.

De cumplirse el mismo patrón, ya es tiempo para el próximo éxodo. ¿Ocurrirá en el año 2009, que comienza en medio de una aguda crisis y un gran descontento de la frustrada ciudadanía?

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