Estamos ganando 

Yosvani Anzardo Hernández 

HOLGUÍN, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - Recientemente estuve leyendo algo sobre una manada de búfalos que en Pinar del Río se han vuelto una amenaza para los cultivos porque, al parecer se han reproducido sin control y ahora habría que cazarlos y sacrificarlos.  

Es una noticia sensacional; siempre he dicho que en cautiverio los cubanos no nos reproducimos, y al parecer los búfalos tampoco, y es que a cinco kilómetros de mi casa hay una granja de búfalos, y es un dolor de cabeza: no engordan y cada vez dan menos leche, pero el problema es que ya no alcanza para la dirigencia del Partido Comunista de la provincia.  

San Germán es mala influencia para los animales y se los llevaron. La masa ganadera en Cuba necesita libertad para crecer en cantidad y calidad.

Un amigo me consiguió un pedazo de queso de leche de búfala y lo repartí entre los muchachos. Se pasaron dos días sin salir del baño. Ellos no están acostumbrados a las exquisiteces de los jefes comunistas. Dan lástima los niños, y prácticamente los dejo hacer lo que les da la gana, porque al fin y al cabo la madre los controla. Mi esposa me dijo: 

-Tienes que ponerle coto al niño, porque me tiene loca. 

Las cosas han cambiado un tanto desde que le puse Coto al muchacho, ahora los amiguitos del barrio piensan que confundo al niño con el perro:

-Coto, ven acá. Coto, pórtate bien.

Y claro, él me hace el caso del perro. 

Mi mujer dice que soy muy literal, y que dormir en literas mientras estuve becado me hizo daño. Ella asegura que tomo todo con demasiada seriedad, y por eso escribo cosas tan serias. Ser observador me permite descubrir cosas.  

Por ejemplo, durante mi más reciente detención descubrí que las autoridades me odian de verdad, son tan persuasivos que uno no tarda en darse cuenta. El perro no entiende cómo alguien puede odiarme si ni siquiera los mosquitos me pican.  

Aun no me he sometido a la prueba de fuego que es ir a conversar a la casa de Manolo sin el repelente adecuado. Hay tantos mosquitos en ese lugar, que la única forma de permanecer allí es untándose vinagre con ajo en el cuerpo. Es cierto que el olor a yuca con mojo no se quita ni bañándose con miel de purga. 

En ese lugar cayeron por error dos paracaidistas y murieron por los picazos de los mosquitos; en la zona hasta las reses son eliminadas por los insectos. Y hablando de reses, hay que ir a ver a Manolo porque resguarda a quien lo visita, ofreciendo al visitante un pedazo de carne que guarda para esas ocasiones. Es legal, porque se supone que es carne de los búfalos de Pinar del Río. En Cuba, desde que consagraron esos animales a Changó, si no es con ayuda de los orichas no te empatas con un pedazo. 

En el país no funciona la lógica porque hay mucha información oculta, pero todos los pueblos que han vivido este tipo de dictadura hemos sufrido más o menos lo mismo.
Primero pretendieron ocultar la existencia de la disidencia interna y todo lo achacaban a las acciones del exterior. Luego comenzaron a llamarnos grupúsculos, con la clara intensión de reírse y burlarse de nosotros. Desde que nos reprimen violentamente no se burlan.