¿Cambian al ministro de Cultura?

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - El rumor circula por los pasillos y oficinas del Ministerio de Cultura, a partir de la presencia de la firma del Primer Viceministro en los documentos oficiales desde principios de septiembre. Las opiniones se dividen en si lo echaron del Olimpo castrista por sus ideas liberales, o si solo tomó un descanso para dedicarse a escribir.

No es la primera vez que estos ruidos cercan la personalidad de Abel Prieto, pragmático y contestatario, y también soporte del discurso oficial del régimen.

Escritor de vuelo y poca obra, Abel Prieto tiene en Los guapos y los bitongos, Noche de sábado (cuentos), y en la novela El vuelo del gato, parte de su legado literario. Sin embargo, a diferencia de Senel Paz y Leonardo Padura, Prieto cambió hace más de 30 años la máquina de escribir por el buró de funcionario público.

Su aura reformista se impuso como Presidente de la UNEAC, donde defendió el derecho de los artistas a viajar y emigrar, sin que esto fuera motivo de escándalo; trabajó por la flexibilización de las normas de pago y contratación de los creadores y defendió el regreso a la normalidad de los parametrados y los machucados. Algunos vivos y otros muertos.
Como ministro de Cultura sostuvo un careo con Fidel Castro, trasmitido luego por la televisión, lo que le valió la atención de la sociedad y la clase política.

Pero hasta ahí. Con la “batalla de ideas”, el liberal, alto y desgarbado, con pantalones de mezclilla a la cadera, camisas a cuadros remangadas a tres cuartos y ensortijado pelo largo, mantiene los mismos enemigos. 

De sus aliados ni hablar. Perdió a algunos en las batallas contra la ortodoxia, como Roberto Robaina, o en los escándalos, como Carlos Martí. Vio decrecer la prominencia de otros como el empresario Eusebio Leal, y a la mayoría los perdió de vista en el exilio.

Sobre Abel Prieto, además, se mantiene el asedio de los talibanes. Ellos le colocaron a Abel Acosta como viceministro de Cultura para la música y crearon mecanismos intermediarios de la “batalla” que conspiran contra su liderazgo. Acosta, ex viceministro de Agricultura, es fiel compinche del canciller Felipe Pérez. Se auto enroló como timbalero en la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) con el fin de viajar a Italia en el año 2006.

Sea cual sea el motivo de la sugerida movida de Abel Prieto, surge la interrogante del nombramiento del sucesor, toda vez que esta perspectiva se abrió antes, sin resultados claros.