Gendarmes al borde de un ataque de nervios

Leonel Alberto Pérez Belette

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Las recientes medidas dictadas por el régimen para aliviar la crisis de desabastecimiento en los mercados agropecuarios, han puesto en una difícil situación a la policía, encargada de dar la cara a la situación social dentro de la Isla.

Un joven detenido en Galiano y San Rafael por llevar una bolsa con malangas y plátanos, nunca imaginó que un mar de pueblo se reuniera alrededor de él para defenderle. Ha sido poco común en este país, después de 1959, que las personas se atrevan a manifestarse públicamente en contra de las autoridades. En esta ocasión los transeúntes se aglutinaron espontáneamente en torno al joven, mientras les gritaban improperios a los policías, acorralados e impedidos de acceder al auto patrulla.

Finalmente, decidieron liberar al joven sospechoso de, lo que las autoridades califican, como acaparamiento.

En Cuba existen tres formas de comercialización de productos agropecuarios: a través de los establecimientos que venden por la libreta de racionamiento; los mercados agropecuarios de oferta liberada surtidos directamente por los campesinos o sus intermediarios, y los mercados estatales. Las tarimas de estos comercios se encuentran desabastecidas, y cuando algo llega, los habitantes de la ciudad forman largas filas para ver si alcanzan a comprar algún alimento.

El régimen ha implementado una cruzada destinada a la siembra de frutos y vegetales de ciclo corto que escasamente podrán cubrir la demanda. El resto de las disposiciones son de corte represivo y provocan un disturbio tras otro; aunque muchos señalan que este tipo de situaciones dentro de Cuba generalmente no han generado una situación de crisis social explosiva, sino que el pueblo opta por el camino de la emigración por cualquier vía a su alcance.