I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I NOSOTROS I NOTICIAS POR E-MAIL
16 de octubre de 2008
IMPRIMIR

Pitazos en la memoria

Víctor Manuel Domínguez, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Los vecinos del Central España Republicana sienten una profunda añoranza por los pitazos de complejo agroindustrial, uno de los tantos que apagaron sus calderas para ser convertidos en chatarra o museos.
“Con el pito se nos fue la vida”, aseguran, nostálgicos. Su silencio suena como una interminable alarma que anuncia por decreto la destrucción del batey, ubicado en el municipio Perico, provincia Matanzas.

El transcurso del tiempo y la indiferencia de que son víctimas quienes vivían (hoy flotan como los fantasmas) en los alrededores del ex central azucarero, les ha ido borrando el batey pedazo por pedazo.

Según reveló a Juventud Rebelde Eneyda Hernández, vecina del lugar desde hace siete décadas, el pueblito ex azucarero “se caracterizó siempre por su limpieza, sus bailes, sus equipos de béisbol y sus zafras productivas”. Sin embargo, con el último pitazo del España Republicana, el pueblo ha comenzado a disolverse como una vieja estampa.
Desde hace seis años, sentada en su silla de ruedas, Eneyda ha visto desaparecer el cine de su infancia del que sólo queda ya la escalera, las huellas del ómnibus del central que los conducía hasta Perico, y los cinco consultorios del médico de la familia, donde día y noche había un médico y enfermero de guardia, que hoy no están.

Como si fuera poco, en medio de una revolución energética el batey padece de intermitentes o prolongados apagones que ponen en peligro los  equipos electrónicos, única vía de contacto con el mundo.

Nadie responde a los reclamos de los vecinos. Ni las autoridades del Poder Popular, ni los dirigentes del Partido Comunista, ni los que velan por los restos enmohecidos del central.
Pero yo estoy seguro de que no deben deprimirse los vecinos asediados por la lentitud y morbosidad con que desaparece su pueblo piedra a piedra. Ya verán los periquenses cómo en cualquier momento a las autoridades del territorio se les ocurre algo para matarles la nostalgia por decreto. Quizás les suenan mil pitazos en medio de un carnaval, o derrumben la escalera del cine y los consultorios para construir carpas donde se impartan terapias de grupo contra la soledad.

Así estarán más cómodos, sin nada que los tiente o los distraiga de la memoria bucólica de un central convertido en un mamut de hierro, un mogote de escombros, o una mole de pesadillas que los tiene conectado al más allá.

No se aflijan, descansen y confíen, que cuando ya no quede nada del batey por desprenderse del paisaje como una vieja estampa, de seguro las autoridades del territorio actuarán.

 

GALERÍA DE ARTE
Paisaje de Ruperto Jay Matamoros
CARTELES DE CUBA
GALERÍA DE FOTOS
REVISTA CUBANET
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.