Cuando se evapora la alegría

Tico Morales, APLA

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Como dijo Colón: "Los malos son los primeros 500 años". Y ya los cubanos se cansaron no de 500, sino de los 50 que les amarra el alma a una cadena llamada revolución.

La tuerca gira con más fuerza y las roscas de la vida pierden el molde ante tanta injusticia. Aquí todo sigue igual, pues el miedo en Cuba  tiene raíces más profundas que una ceiba. El progreso se divorció de la nación hace años, y esto desborda las calderas de Satanás, que es un niño de tetas si se compara con el entorno nacional.

Morón y Ciego de Ávila son dos tristes ciudades. El miedo acecha en las esquinas. La alegría, que era poca, se evaporó luego de la ola represiva a la que fueron sometidos los ciudadanos recientemente.

Las autoridades están de fiesta. Así es como les gusta  contemplar al pueblo, con la cabeza baja pensando en sobrevivir diariamente dentro de esta inmensa olla de presión.

Por otro lado, en las playas de Cayo Coco se encontraron grandes bolsas anaranjadas de mariguana.

A pesar del control que ejerce el Ministerio del Interior, también aparecieron varios kilogramos en un barrio de Ciego de Ávila. Muchos de los que viven al margen de la ley fueron detenidos e investigados, lo que explica el origen de los recorridos por la ciudad de varios ómnibus cargados con policías. En marcha todavía, se baja la tropa y revisa a los transeúntes cada paquete, bolsos y jabas.

Buscando la droga han encontrado limones, naranjas, queso crema, mantequilla y otros productos que los cubanos compran en el mercado negro, no sólo por ser más baratos, sino porque de allí nunca desaparecen.

Los operativos policiales han creado descontento y miedo, y ese es el objetivo que se persigue: sembrar el temor dentro de la población. Un suero inventado en los laboratorios del diablo por sus más aventajados alumnos.

Ciego de Ávila, E.P.D; aunque no hay flores para ofrecerte. Sólo crecen en tus jardines espinas de odio e impotencia.