I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I NOSOTROS I NOTICIAS POR E-MAIL
13 de noviembre de 2008
IMPRIMIR

Trago amargo

Jorge Olivera Castillo, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - El tono es diferente, la cobertura discreta, el lenguaje más bien parco y apegado a la órbita de una gestión plagada de desafíos. En estos perímetros transcurre la cobertura mediática al inminente estreno de Barack Obama como presidente de Estados Unidos.

Evidentemente, es un trago amargo, una realidad que impulsa a la adopción de otros códigos en el laberinto de la confrontación.

El gobierno debe reinventar su discurso a partir de un escenario que, en buena medida, echa por tierra sus más caras motivaciones para la legitimación. Muy pronto, un afroamericano asumirá la presidencia de los Estados Unidos, y la el hecho arrastra una serie de repercusiones que podrían generar grandes y pequeñas revoluciones allende las fronteras, de índole cultural, sociológica y política.

Cuando la historia se refiera al largo mandato del Partido Comunista en Cuba, tendrá que identificar entre las causas del fenómeno, el inicio y desarrollo de una política basada en la estimulación de un diferendo manejado a conveniencias y con base en escenarios de crisis, en su mayoría con un alto grado de artificialidad pero de indudables réditos políticos.

Sin la paranoia del discurso oficial que insiste en una guerra sin materializar y un bloqueo con más orificios que un queso Roquefort, no habría tal revolución. ¿Cómo habrían escondido la natural ineficiencia del sistema? ¿Con qué coartada hubiesen convencido al mundo de la necesidad de mantener al país bajo normativas muy similares a la de un centro penitenciario?

El hecho de que un afroamericano haya salido victorioso en las urnas es una lección de madurez del pueblo norteamericano y potencia la capacidad de renovación de la democracia estadounidense.

Barack Obama es uno de los frutos del sueño del reverendo Martin Luther King, que aspiraba a la redención del hombre negro en una sociedad que lo discriminaba brutalmente. En algo más de 45 años, se cumple otro de los anhelos del líder religioso, expresados en su memorable discurso del 28 de agosto de 1963 (I have a dream), cinco años antes de ser asesinado. El electorado no dejó margen para las dudas a la hora de elegir al que consideran el mejor para dirigir los destinos del país en los próximos cuatro años.

Obama es una piedra en el zapato para el gobierno cubano. Un obstáculo que impedirá seguir el ritmo de las discrepancias tan útiles para desviar el foco de atención y asumir el papel de víctima. Bush termina y el socialismo está en harapos, pero todavía en pie. A partir de enero de 2009, las cosas pueden tomar otro cauce. El nuevo presidente ha dicho que tenderá la mano. De este lado no se sabe si lo imitarán. Aún es temprano para saberlo. Ojalá estén pensando en la mano tendida.

oliverajorge75@yahoo.com

 

GALERÍA DE ARTE
CARTELES DE CUBA
GALERÍA DE FOTOS
Capitolio Nacional de Cuba
REVISTA CUBANET
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.