Sobre las bayonetas

Tico Morales, APLA

CIEGO DE ÁVILA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org)  -Una cosa es la ley y otra la represión impuesta en el país para tratar de ordenar a la sociedad cubana bajo controvertidas normas. Morón, donde el comunismo no ha podido echar raíces por mucho que se empeñen los que mandan, es, por estos días, un hervidero donde las fuerzas policiales y el pueblo se enfrentan en forma desigual.

Los primeros arremeten con carros patrulleros, infantes uniformados y fuerzas del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) de Ciego de Ávila, Camagüey, y del propio municipio, acompañadas de las células de chivatos de turno. Y la población,  esgrimiendo su única arma, la impotencia.

Los días 28 y 29 de octubre la ciudad fue barrida por la policía, que utilizó un ómnibus para recoger a los vendedores de chucherías, banqueros de la bolita (lotería), y jóvenes desvinculados del trabajo, entre otros. Fue, como pregonan, una "batida al delito", otro logro de la revolución.

Por otra parte, se rumora que para el presente mes los restaurantes particulares, conocidos como paladares, así como pequeñas cafeterías y pizzerías privadas serán cerrados. Un turista canadiense que repite su visita a la ciudad exclamó: “La mierda va a chocar con el ventilador”.

 Aquí ni Mandraque el mago sabe con la que se gana o se pierde. La tuerca está al irse de rosca y los cubanos apenas podemos respirar. Morón nunca se ha doblegado y su gente conserva la idiosincrasia de una tierra donde no crecen las frutas del socialismo.