¿Dónde está la 444?

Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - En casa de María la Machetera o María Saquito, como le llaman los vecinos de La Prosperidad, en el municipio capitalino San Miguel del Padrón, los vándalos de la zona penetraron una madrugada de noviembre. Le robaron el televisor, lo único de valor en aquel maltrecho inmueble. María se lo había ganado por participar en cuatro campañas azucareras. 

Ambidiestra por naturaleza, María Rodríguez dice que cortó a la zurda más de 250 arrobas de caña diarias. Como premio a sus deberes y compromisos para y con la revolución, se le facilitó la compra a crédito de un televisor a color de fabricación china a través del un plan que ofrece la Central de Trabajadores de Cuba. 

El actor y director de series televisivas, Roly Peña, saca a la pantalla chica una nueva serie policíaca para la noche del domingo: Patrulla 444, que nos propone otra tira de guiones que parecen no desmarcarse de los antecesores Día y noche y Tras la Huella. Esta vez, casos y cosas se centran en la actividad  del patrullaje de la infantería motorizada de la Policía Nacional Revolucionaria.  

Entre sus protagonistas, aparecen los jóvenes actores Yadiel Fernández y Leonardo Benítez, quienes encarnan al teniente Jorge Villa y al primer oficial Antonio Borges, respectivamente. Jorge y Antonio, asignados a la patrulla 444, ayudan a tejer las historias de casos como Suicida, Los permuteros, Desaparecido, Afán de lucro, Violencia sin límites y otros.  

Patrulla 444 va más allá de cada caso resuelto con inmediatez y consagración, en manos de ese prototipo de oficial a que se aspira, aunque por el momento sólo siente su cátedra desde el barrido de un lente. El guionista Amílcar Salatti nos propone con marcada promoción, el quehacer interno del gremio policial. Nos seduce con roles policiales que muestran sólo el escudo de la defensa ciudadana y no la tonfa que machuca nuestro escenario real.  

Los primeros capítulos pasados por la televisión nos muestran cómo la nueva generación de policías ocupa su tiempo libre sin abandonar el cuartel. En las secuencias aparecen los reclutados ejercitando sus piernas sobre bicicletas fijas en súper gimnasios, o enviando email a sus familiares en modernas salas de navegación conectada a los servidores de la estatal Intranet.  

Estamos en presencia de otro ademán por perpetuar la “policía buena” dentro de un nuevo producto televisivo. Vista hace fe, y por ello embarco la “credibilidad” sobre las imágenes de la recuperación a raíz de los huracanes que azotaron al país. O tal vez entienda que la agricultura navegue a toda vela, gracias a las corrientes favorables en una sala de edición. 

Me pregunto cuántos guiones para una serie saldrían de los casos sin resolver que aún permanecen en los archivos de la PNR. Me place saber que existe contenido suficiente para futuros guiones de televisión, aún cuando María la Machetera este resignada a no ver esta nueva serie de los domingos. 

La televisión cubana no suele encasillar a su cuota de actores en personajes negativos o positivos cuando de policíacos se trata. Al elenco de Patrulla 444, integrado en su mayoría por jóvenes, se suman Yulenis Bolaños y Carlos Enrique Almirante, también los experimentados Bárbaro Marín y Omar Alí. 

Ruego por la tranquilidad ciudadana y ese respeto mutuo que no llega entre policías y ciudadanos. Vivo en Arroyo Naranjo, el municipio de mayor índice delictivo en la capital. Alcanzo a ver broncas callejeras, desfalcos en tiendas, cafeterías, viviendas y me pregunto: ¿Dónde está esa 444?

odelinalfonso@yahoo.com