PRENSA INTERNACIONAL
Febrero 13, 2007
 

Entrevista a Miriam Leiva

Las Damas de Blanco, 8 de Febrero de 2007.

"La gente aspira al cambio. La transición cubana ya está en la mente y en el corazón del pueblo cubano. Y eso el gobierno cubano tiene que entenderlo, porque es posible, porque se puede"

Miriam Leiva es una luchadora incansable que se muestra esperanzada a la hora de hablar del futuro de Cuba. Acaba de ser premiada con la beca Hellman-Hammett -que otorga la prestigiosa organización internacional Human Right Watch- por su valor a la hora de informar y luchar por la libertad en Cuba pese a las trabas de su gobierno.

Desde la Primavera Negra de Cuba, en 2003, Miriam se sumó al grupo de mujeres, esposas y familiares de las 75 personas inocentes que el gobierno de Cuba había encarcelado, y juntas fundaron la organización pro-derechos humanos Damas de Blanco. Miriam Leiva describe a las Damas como un grupo de derechos humanos, nada que ver con la política, y que son las "voces de los prisioneros de conciencia" a los que han intentado acallar.

Nuestra lucha es justa. Eso es lo que dice Miriam Leiva sobre las actividades de las Damas, y eso es lo que le da fuerzas para seguir adelante. Combina sus labores periodísticas -escribiendo sobre la situación de Cuba dentro y fuera de la isla- con las actividades que junto con las demás mujeres realizan para pedir por la libertad de sus seres encarcelados, y la libertad del pueblo cubano en general.

El marido de Miriam, Oscar Espinosa Chepe, prestigioso economista cubano, fue uno de los prisioneros de la Primavera de 2003. Él consiguió la libertad extrapenal -libertad condicional- por problemas de salud. Ahora está junto a su esposa y eso a Miriam le ha dado calma, pero no por ello ha dejado de seguir aferrada a su justa lucha, a lado de los demás disidentes.

La represión del Gobierno cubano contra los que no piensan como el régimen y piden los derechos y libertades que merecen es grande. Tanto es así que la periodista cubana comienza la entrevista segura de que la seguridad del estado cubano está grabando toda la conversación. Ese es el día a día, no le preocupa porque dice que no tiene nada que ocultar.

María Ángeles Altozano (MAA) - Buenas tardes Miriam. En primer lugar, felicidades por la beca que Human Right Watch acaba de concederte

Miriam Leiva (ML) - Buenas tardes. Muchas gracias - su voz es serena, diferente a como la imaginaba-

MAA - Este premio que acaban de darte, muy merecido por tu lucha y tenacidad en la defensa de la libertad de expresión, ha sido hoy una de las noticias del día acerca del mundo cubano. ¿Cómo lo han recibido tú allí?

ML - Este premio es un honor para mí. Tengo relación con la organización Human Right Wath desde hace tiempo porque como soy periodista independiente escribo sobre la situación del país, y por eso ellos conocían mi trabajo, por el que me han dado esta beca. Además soy una de las fundadoras de las Damas de Blanco, y hacemos todo lo posible por ayudar a los prisioneros de conciencia y a sus familias ya que ellos están muy mal en las cárceles y muchos de ellos están muy enfermos.

MAA - Sí, la labor de las Damas de Blanco es muy reconocida dentro y fuera de cuba. Estáis haciendo un trabajo admirable para lo que hace falta tener valor y dignidad

ML - Bueno, sí, pero no lo hacemos para parecer valientes sino para conseguir lo que queremos, algo que es justo, y que es la libertad para nuestros familiares y para el pueblo de Cuba en general. Pero sí, es difícil aguantar. Estamos sometidas a vigilancia continua, somos permanentemente controladas. Además no es fácil para nosotras poder comunicarnos, no hay acceso a Internet, hay en hoteles pero es caro, y además se interrumpe muchas veces. Algunas personas sí nos facilitan el acceso, pero no es una buena conexión. Por eso muchas veces usamos el teléfono para dar opiniones. Estamos ya acostumbradas a esas cosas -comenta con resignación- , desde marzo de 2003 ha sido así -matiza-.

MAA - Ha trabajado desde entonces, y aún antes por la libertad de expresión y los derechos humanos en Cuba, pese a todos esos inconvenientes y pese a la represión que el gobierno ejerce sobre ustedes. Miriam, admiro su espíritu luchador y su valentía…

ML - Una no se propone ser valiente en estos casos, lo que ocurre es que una se repone a la mirada permanente y a la situación extrema. Nos reponemos a eso porque tenemos razón en lo que pedimos y sabemos que tenemos que lograr lo que nos hemos propuesto -nos dice Miriam de una manera serena, como si nuestra entrevista fuese una conversación normal, sobre un tema común y corriente. Claro, para ella debe ser así, ese es su tema, ese es su asunto, y esa es su meta-.

MAA - Miriam en general, ¿cómo percibe usted la situación en Cuba en estos momentos?

ML- Por el momento parece que la represión de antes, donde se gritaba y agredía a los opositores, ha disminuido un poco. Pero ahora nos controlan y vigilan permanentemente. Mantiene la vigilancia constante, visitando la zona o través del teléfono. Mi teléfono por ejemplo está pinchado, controlan todas las llamadas -sonrío y Miriam me lo confirma- Sí, ahora mismo las fuerzas de seguridad están oyendo nuestra conversación. Pero no me importa, no tengo nada que ocultar porque lo que pido es justo y bueno.

MAA - Y su esposo, Oscar Espinosa, ¿cómo está?

ML- Él de salud está más menos estable. Con la medicación, y sigue con los problemas gástricos que tenía. Pero está mejor. Él sigue trabajando intensamente porque tiene un compromiso con los demás prisioneros políticos y con nuestro país. Hace análisis sobre la economía de aquí, sobre la situación en Cuba, y también sobre política. Y todo eso para ayudar a salir a sus compañeros de la cárcel y para salir de este marasmo en el que estamos

MAA - Según los análisis económicos de Oscar, y según lo que usted está viviendo, ¿cuál es la situación económica de Cuba en estos momentos?

ML- Es un desastre -dice tajante-. Hay una involución económica enorme, y los sistemas llamados "logros de la revolución" -dice irónicamente- como la seguridad social, la salud y la economía, se están destruyendo. La Seguridad Social, los salarios con muy bajos, y además hay mucha corrupción porque para poder sobrevivir aquí en la isla se usa el mercado negro, donde se compran en divisas los que pueden, porque la moneda cubana casi no vale nada y no todos tienen acceso a la divisa, eso es para quienes tienen familia fuera que les envía dinero…La diferencia social es muy grande…-dice Miriam dejando en el aire el final de esta frase-. Y el transporte, no existe. Todo está mal. A partir del 31 de de julio, cuando se anunció la enfermedad de Castro, la gente ha estado esperando a que las cosas cambiaran y mejoraran, aunque también estaban temerosos de lo que pueda pasar. La gente aspira al cambio. La transición cubana ya está en la mente y en el corazón del pueblo cubano. Y eso el gobierno cubano tiene que entenderlo, porque es posible, porque se puede.

MAA - Miriam, al oírle decir eso entiendo que usted positiva con respecto al futuro de Cuba

ML- Sí, claro! Soy positiva porque la historia no se puede detener. Ya llevamos 50 años con el mismo sistema, un sistema que en principio nosotros mismo apoyamos, pero luego se demostró que era una gran farsa. Y ahora al faltar Castro, que es una figura emblemática, que nos acostumbró a todos a decirnos qué teníamos que decir, qué teníamos que hacer, y que no, el cambio es necesario. Hay que sacar al país de la crisis en la que está. Puede que demore meses, pero la transición en Cuba es inexorable porque el curso de la historia no se puede detener -oyéndola decir estas cosas, con ese tono sereno y seguro, uno sabe que Miriam está realmente convencida y esperanzada de que las cosas en Cuba van a cambiar-.

MAA- ¿Qué le diría, o qué le pediría a la gente que viaja a la isla? ¿Y qué le parece que vayan de viaje a Cuba?

ML- Si me parece bien que vengan. Yo lo que les pido es que apoyen a las Damas, aboguen por la libertad de los prisioneros de conciencia pacíficos y se vinculen al pueblo para conocer las cosas reales que pasan aquí.

Les diría que salgan de los hoteles, y que no se atengan a los programas turísticos que son programas del Gobierno y que es todo prefabricado. Que salgan y que hablen con la gente y así verán que están reprimidos, que tiene miedo porque sienten que los vigilan y por eso repiten lo que el gobierno les dice que digan. Les aconsejo que salgan de los hoteles y hablen con la gente, con los disidentes, y visiten nuestras casas para que vean cómo vivimos los "supuestos" mercenarios -señala con ironía-; cómo viven nuestras familias, todas las necesidades que tenemos y cómo torturan y persiguen a los disidentes pacíficos.


Creo que las visitas a la isla son muy buenas. Primero porque la gente que viene, los turistas, nos transmiten el mundo que está fura, las cosas de allá a las que nosotros no tenemos acceso. Y también porque así pueden conocer Cuba realmente.

MAA- ¿Cómo es tu día a día en Cuba, como periodista?

ML- Trabajo como periodista, y trato de conocer y de dar a conocer cómo está la situación en Cuba, tanto dentro como fura de la isla. Yo analizo incluso la prensa de aquí, que es oficial y es poca pero que me sirve luego de fuente de información. Yo hago todas las informaciones con fuentes y datos verídicos. Y también pues les informo a las familias de los prisioneros de conciencia sobre cómo están sus familiares y cuál es la situación.

MAA- Y su día a día como Dama, ¿cómo es? ¿qué hacen?

ML- Las Damas estamos haciendo cosas permanentemente: vamos a misa los domingos, caminamos por la 5ª Avenida, nos reunimos una vez a la semana en la casa de una de nosotras…estas son sólo algunas de las actividades que hacemos. Además tratamos de que vengan todas, de que seamos las máximas posibles, y eso no es fácil porque el gobierno trata de que no podamos reunirnos; para las Damas de las provincias del centro es muy complicado ya que les impiden incluso viajar a la Habana, y las vigilan más porque al ser menos es más fácil para ellos tenerlas controladas o enviarles gente a su casa para que les monten un escándalo. Por eso tenemos que ser discreta a la hora de organizar las actividades, y no podemos anticipar nada, nos reunimos a veces casi improvisadamente.

MAA- Su esposo fue excarcela y a pesar de toso usted sigue con las Damas

ML- Sí, es que yo no empecé en marzo de 2003; mi defensa de las libertades en Cuba empezó mucho antes. Además sigo con ellas porque yo conozco a muchos de los prisioneros. Lucho por la gente que se llevaron a prisión injustamente, y también en parte por Cuba, por la libertad del país.

MAA- La gente admira a las Damas por su valentía, perseverancia y dignidad. La de ustedes no es tarea fácil, ¿no? Además ponerse en su situación.

ML- No. Es difícil. Sí, es difícil ponerse en la situación. Sobre todo de las que están en el interior de la isla, donde son pocas. Aquí en la Haban por lo menos tenemos más apoyo, hay más organizaciones, hay embajadas que nos ayudan. Pero es difícil estar en nuestro lugar.

MAA- Miriam. La oigo tranquila, serena. Me alegro.

ML- Sí, estoy acostumbrada - sonríe-. Son muchos años ya en esta situación…A í me expulsaron del trabajo en 1992 porque estaba casada con un "sujeto contrarrevolucionario" y "debía dejarlo" -recuerda lo que le dijeron-. Y en 1996 empecé mi trabajo como periodista independiente; en esa época había pocos, hoy hay miles. Esa fue una de las causas de la represión y los encarcelamientos de 2003: el auge de la oposición. Quisieron acallarnos y ahí está el valor de las Damas, que trataron de acallar a 75 y surgió en su nombre una gran mayoría, en su defensa, de personas que nunca se había involucrado antes. Nos convertimos en sus voces. Demandamos por los 75 y por nuestro pueblo en general, sin estar en política, porque no somos un partido político sino un grupo de derechos humanos.

MAA- Fuera de Cuba las Damas de Blanco, y la oposición pacífica cubana en general, son cada vez más reconocidas y más respetadas. ¿Cómo es en Cuba? ¿La gente les conoce mucho?

ML- Sí, si que nos conocen y nos apoyan muchos, lo que pasa es que el Gobierno eso no lo quiere reconocer, quiere hacer creer que nos rechazan pero no es así. Sólo nos rechazan las agrupaciones que organiza el propio gobierno para que nos persigan y nos insulten.

Aquí en la Habana, cuando vamos caminando los domingos, hasta las autoridades nos respetan. Y muchos han tenido el valor de acercarse y decirnos "sigan así, las apoyamos, van a lograr lo que quieren". Incluso el día de las madres, se acercaron a felicitarnos. Y una vez -comenta divertida- una persona se nos acercó cuando íbamos repartiendo flores y nos dijo "¿ay, déme una flor, que a mí no me han dado!".

MAA- Miriam, muchas gracias por su tiempo y sus palabras. Es alentador oír sus palabras esperanzadoras y serenas.

ML- Gracias a ustedes.

Esta entrevista ha sido realizada la tarde del 8 de febrero de 2007, por la periodista María Ángeles Altozano, responsable de comunicación de la ONG española Solidaridad Española con Cuba. La ONG felicitó personalmente a Miriam por el premio que le acaban de conceder en reconocimiento a su digna labor como periodista y defensora de los derechos humanos en Cuba, su país.

 

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