Crónica           IMPRIMIR
28 de diciembre de 2007

Concierto en la Catedral de La Habana


Leonel Alberto Pérez Belette


LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) -La Coral Juan Pablo II ofreció un único y exitoso concierto, en la Catedral de esta Urbe; el pasado sábado 22 de diciembre. Según opinan algunos, la Oficina del Historiador de la Ciudad, intentó sabotear el festejo, sin éxito, al convocar otra actividad paralela.

La gubernamental Oficina del Historiador de La Ciudad que dirige Eusebio Leal Spengler, programó una actividad en la Plaza de la Catedral, a las puertas del templo, para el mismo día y hora en que debía realizarse el concierto de la Coral Juan Pablo II dentro de la iglesia. Las autoridades delimitaron, con un despliegue policial y barreras de contención, los accesos principales al área. El motivo fue la puesta en escena de El Fantasma de la Opera; obra dirigida por el coreógrafo y bailarín cubano Eduardo Veitía.

A pesar de que inicialmente las autoridades habían anunciado que el espectáculo de la Plaza era de entrada libre para el pueblo, se prohibió la entrada al público hasta último momento y se reservaron los mejores puestos para miembros del cuerpo diplomático e invitados del gobierno. Para el ciudadano común, destinaron una distante esquina en el lado contrario a las puertas de la Catedral. Ante la casi total ausencia de los diplomáticos y demás invitados, que motivó la protesta del pueblo al ver los numerosos espacios vacíos, las frustradas autoridades finalmente levantaron las barreras permitiendo el acceso a la población.

Por otra parte, el concierto dentro de la Catedral, transcurrió con éxito y con amplia asistencia de fieles, miembros del cuerpo diplomático, el Nuncio Apostólico, religiosos consagrados, hermanos de otras denominaciones religiosas, prensa extranjera acreditada y prensa independiente, entre otros espectadores. El programa presentado por la Coral Juan Pablo II incluyó piezas del repertorio católico mundial. Especialmente, una selección de villancicos cubanos y otros cánticos a tono con la Navidad. Las palabras finales correspondieron a su Eminencia, el Cardenal Jaime Ortega Alamino. El esfuerzo y la magistral interpretación fueron premiados con los reiterados aplausos de los presentes.

La Coral Juan Pablo II tuvo su génesis, entre finales de 1997 y el año 1998, a partir de la unión de los pequeños coros existentes por aquel entonces en diferentes parroquias de la Isla, para amenizar la misa que el Sumo Pontífice oficiara, en la Plaza de la Revolución (antigua Plaza Cívica) de está capital, durante su visita a Cuba. Su directora es la maestra Alina Orraca y ha tenido su principal promotor y mecenas en la figura del Cardenal Jaime Ortega Alamino. Este coro llegó a contar, en sus inicios, con más de 400 voces, aunque en la actualidad ya muchos de los miembros originales no están entre nosotros. Algunos han partido al exilio, otros han fallecido y otros no han podido continuar en la agrupación debido a diversas razones. A pesar de los muchos inconvenientes el coro ha continuado su labor y aprovechó la ocasión para celebrar su décimo aniversario. Actualmente ha cambiado su nombre y oficialmente se llama, Orfeón Juan Pablo II, para memoria y honra del Papa viajero, que tanto bien propiciara con su inolvidable visita a Cuba.

 
 
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