Otro
fracaso revolucionario
Roberto de Jesús Guerra Pérez
LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Los trabajos del
acueducto El Moreno comenzaron a principios de marzo del presente
año en la localidad que lleva ese nombre, con el objetivo
de abastecer a los poblados de Pipián, Vegas, Lote Seco y
otros pertenecientes al municipio Madruga, en la provincia La Habana.
La obra debió entregarse el 26 de julio, como
uno de los parámetros para que el municipio fuera sede de
la conmemoración de esa fecha. Dos meses antes del día
señalado para la entrega, las emisoras Radio Güines
y Radio Jaruco dieron la obra por finalizada, lo que no era cierto,
según comprobó este reportero.
La noticia, por su falsedad, produjo gran descontento
en pueblos que serían beneficiados. Fueron muchas las quejas
de los ciudadanos a los órganos gubernamentales, y al no
encontrar respuesta decidieron denunciarlo ante la opinión
pública para presionar al régimen a resolver la situación.
En el mes de septiembre fue terminado el acueducto,
que abastece de agua sólo a Pipián.
Era demasiada felicidad para los habitantes del poblado;
llevaban más de 15 años recibiendo agua potable 4
veces al mes de un acueducto que se encuentra a 22 kilómetros.
La obra sólo funcionó dos semanas en el mes de septiembre.
Uno de los motores estaba en malas condiciones. Hasta hoy la situación
no se ha resuelto, y los habitantes de esos municipios siguen sin
ver el agua correr.
La salvación ha sido un río que desciende
de las montañas. Con sus aguas se preparan los alimentos
de los niños, los más perjudicados. El agua consumida
no es potable, por lo que gran cantidad de niños padecen
de diarreas, vómitos y fiebre.
La respuesta del gobierno es que no tiene un
simple motor de pocos caballos de fuerza para que el acueducto eche
a andar. El Moreno, obra dada por terminada, como uno de los grandes
logros de la “batalla de Ideas”, es otro fracaso de
la revolución.
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