Crónica           IMPRIMIR
10 de dciiembre de 2007

29 en la charada china es ratón

Juan González Febles


LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - Los asistentes a la Gala Inaugural del 29 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, saludaron el concierto del argentino Fito Páez con sus teléfonos celulares encendidos. Se emocionaron, cantaron y algunos lloraron de emoción. Alfredo Guevara, en sus palabras inaugurales, aludió al hecho de que la revolución puede ser reversible.

Toda la ceremonia pareció estar recorrida por la nostalgia. Curioso como algunos lloran lo que aún no han perdido. Los invitados a la Gala dieron exactamente esa impresión. Todos parecían venir de muy lejos. Desde el inefable Historiador de la Ciudad, hasta el ministro de Cultura Abel Prieto. Gente ajena, distante y diferente al resto.

Últimamente, cada nuevo festival de cine aporta esa sensación de extrañamiento. Una fiesta ajena a la que pocos se sienten invitados e identificados. La fiesta latinoamericana con la que la mayoría siente tener muy poco o nada en común.

Luego del mini concierto de Páez, la gala se dividió en dos, una para la mayoría de los televisores y la otra para la minoría asistente. La mayoría tuvo desde sus televisores una coproducción cubano-española dirigida por Daniel Díaz Torres: Camino al edén. La obra marca la pauta de ambivalencia, hecha a la medida de los tiempos que se viven.

La minoría disfrutó del estreno en Cuba de Redacted. Este es un filme norteamericano dirigido por Brian de Palma. Palma es uno de de los más carismáticos entre los amigos norteamericanos de Castro y su dictadura.
La claque artística del sur no se perderá el 29 Festival, como no se ha perdido los 28 anteriores. Esta entrega contará con la exhibición de más de 500 filmes. Los países más representados son Brasil, Argentina y México. Pero lo más singular de esta entrega fue el aire fantasmal de despedida que se percibió entre los ricos y los famosos de La Habana y sus invitados.

Guevara no lució ni sentencioso ni triunfalista como es su costumbre. Melancólico en ocasiones y en ocasiones grave, dio la sensación del marinero dispuesto a hundirse en las aguas por fidelidad a su capitán, pero sin la menor convicción, aliento o cualquier otro interés de su parte.

Ninguno de los protagonistas políticos presentes pareció disfrutar de la ocasión. Todos mantuvieron el aire marcial y distante de quien escucha una despedida de duelo.

El mensaje para los otros, la película española Camino al edén, trazó toda una parábola sobre la condición humana y los valores con que el castrismo sustituyó eso que dieron en llamar la vieja moral.

La protagonista Leonor, interpretada con oficio por la española Pilar Punzano, es un monstruo bello y tierno, que se pasó casi todo el metraje del filme traicionando a todo y a todos. Cada infeliz que pasó por su lecho fue traicionado por esta arpía. Al final, termina honrada como heroína en la estatua de un parque del pueblo.

Este fue básicamente el mensaje para el pueblo de Cuba y las claves de una élite para la eventual reconciliación. En fin, algo así como: Las putas al estrado; los demás que aplaudan. Por esos sortilegios de la mente, recordé sin que venga al caso, un e-mail que recibí hace algún tiempo.
El mensaje, fue recibido en la víspera en que se denunciaba por medios opositores internos el colaboracionismo de inversionistas extranjeros con el régimen de La Habana. En el correo mi interlocutor explicaba que no sería posible ni conveniente expropiar a los colaboracionistas extranjeros, porque para ese entonces lo más importante sería promover la inversión necesaria para reconstruir el país.

Entonces me vino a la mente que en Lawton, donde resido, se les llama a los flojos, a los traidores, a los cobardes, ratones, y ratón es 29 en la bolita.

Los hombres que escogen un código y lo siguen, en raras ocasiones llegan a ministros o a millonarios. Por suerte para mí, escribo. Me puedo dar el lujo de no ser ni lo uno ni lo otro. Puedo, además, hacerme de un código y seguirlo.

El 29 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano (que ya no es tan nuevo) llegó con cifra de ratón. También con nostalgias y con simbólicas y ambivalentes alegorías. ¿Será el último?

 

 
 
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