PRENSA INTERNACIONAL
Abril 2, 2007
 

NOTICIAS DE CUBA
El Nuevo Herald

Encuesta revela cambios en opiniones de cubanoamericanos

Encuesta sobre Cuba

Washington, Pablo Bachelet/The Miami Herald, 02 de abril de 2007.

Una nueva encuesta hecha pública hoy muestra que cada vez hay más cubanoamericanos en Miami-Dade opuestos a las restricciones de Estados Unidos a los viajes a la isla y favorecen más contactos con La Habana.

El sondeo mostró que 55.2 por ciento de los encuestados favorecen los viajes a Cuba ''sin restricciones'', aunque la mayoría de los que son votantes registrados se opone a ello y el respaldo al embargo ha sido el número más bajo registrado desde que se empezó a hacer la encuesta en 1991.

Los resultados también muestran una comunidad en las opiniones dependiendo del año en que arribaron, escéptica de que ocurrirán cambios rápidos en la isla, y con actitudes contradictorias. Una estrecha mayoría favorece una invasión de EEUU a Cuba, pero hay una mayoría más amplia respalda la restauración de lazos diplomáticos entre La Habana y Washington.

La encuesta fue conducida por la Universidad Internacional de la Florida (FIU), con fondos del Cuba Study Group, un grupo moderado cubanoamericano con base en Washington, y del Instituto de Estudios Cubanos de FIU. Un centro de estudios no partidista de Washington, The Brookings Institute, formó parte del equipo organizador.

La encuesta de FIU es única porque es la octava en su tipo en 16 años, y los organizadores han tratado de hacer preguntas consecuentes a través de los años para obtener un cuadro más claro de cómo están evolucionando las actitudes.

La encuesta también es la primera desde que el Partido Demócrata asumió el control del Congreso, que se espera que discuta varias iniciativas para aliviar las sanciones de EEUU a la isla antes del receso de agosto. El sondeo también tiene lugar cuando comienza la contienda presidencial para el 2008 y los candidatos empiezan a definir sus posiciones sobre Cuba con miras a captar una parte importante de los constituyentes del sur de la Florida.

Carlos Saladrigas, copresidente del Grupo de Estudios Cubanos, afirmó que el momento de esta encuesta es ``crítico''.

El grupo ha estado realizando sus propias encuestas en la comunidad desde el 2002, pero decidió colaborar con FIU esta vez. ''Con las encuestas le hemos dado una voz a una más amplia comunidad cubanoamericana, no necesariamente escuchada no necesariamente escuchada antes mediante los autoproclamados voceros'', comentó Saladrigas a la prensa en una conferencia previa a la publicación de los resultados.

Varias encuestas anteriores también han mostrado que las actitudes de los cubanoamericanos están cambiando, especialmente entre las personas llegadas de Cuba más recientemente, comparadas con los exiliados más antiguos que generalmente abogan por sanciones más fuertes.

''La gente ve y reconoce la necesidad de tomar un nuevo rumbo'', declaró Carlos Pascual, vicepresidente y director de estudios de política exterior de The Brookings Institute.

Al revelar las cifras en Washington, el grupo espera ser oído por funcionarios del gobierno de EEUU y por otros líderes de opinión.

''Es una cuestión de política nacional... y gran parte de la labor hay que realizarla aquí en Washington'', indicó Brian Cullin, portavoz de The Brookings Institute, en un mensaje electrónico.

Brookings está organizando varios grupos de discusión privadas y públicas a partir de la encuesta, y se espera que a las sesiones privadas asistan personajes tales como Miguel Insulza, jefe de la Organización de Estados Americanos (OEA) y Thomas Shannon, el más alto diplomático de EEUU para asuntos latinoamericanos.

Para el sondeo, que tiene un margen de error de 3.2 puntos, FIU encuestó a 1,000 cubanoamericanos en el área de Miami-Dade. Dos de cada tres cubanoamericanos encuestados es ciudadano de EEUU, y de ésos, 66 por ciento se identificaron como republicanos registrados.

Los hallazgos del sondeo fueron criticados por quienes respaldan las sanciones, porque, según ellos, las preguntas se frasearon de manera tal que influyeran en los resultados.

Ana Carbonell, la jefa de despacho del representante republicano de Miami Lincoln Díaz-Balart, afirmó que su oficina tiene otras encuestas que muestran que una mayoría de los cubanoamericanos solamente apoya levantar las sanciones contra Cuba si La Habana cumpliera ciertas condiciones mínimas a cambio, tales como la programación de elecciones libres y la liberación de presos políticos.

''Esa es otra de esas encuestas anuales forzadas, realizadas por los que abogan por la moderación unilateral de sanciones para beneficiar al régimen de Castro, con intereses comerciales'', aseguró.

Pero los organizadores de la encuesta indicaron que las preguntas formuladas por FIU han sido en general las mismas desde 1991, de modo que las tendencias manifestadas son relevantes.

El embargo todavía tiene un respaldo mayoritario de 57.5 por ciento, pero menos que el 66 por ciento que lo respaldaba hace tres años. El 29 por ciento reveló que favorece el levantamiento del embargo sin condiciones, 8 por ciento sólo después de la muerte de Fidel Castro, y 11 por ciento quiere esperar hasta que ya no estén ni Fidel ni su hermano Raúl. El 35 por ciento aboga por esperar hasta que el sistema político y económico en Cuba cambie.

Uno de los resultados clave de la encuesta tiene que ver con las restricciones de los viajes a Cuba. En el 2004, el gobierno de Bush redujo los viajes a la isla a uno cada tres años, en vez de uno al año. El gobierno también ha intensificado los esfuerzos por hacer valer la prohibición de viajes turísticos a Cuba.

El 64 por ciento de los encuestados indicó que en cuanto a los viajes a la isla, quisiera que volvieran las regulaciones de antes del 2004, y el 55.2 por ciento respondió que favorece los viajes a la isla ''sin restricciones'', a diferencia de las respuestas del 2004, cuando el 53.7 por ciento dijo estar opuesto a los viajes sin restricciones. La pregunta fue formulada de manera que incluyera tanto a todos los estadounidenses como a los cubanoamericanos.

Entre los votantes registrados, 57.7 por ciento se opone a permitir viajes sin restricciones, aunque una mayoría de 52 por ciento favorece regresar a la situación antes del 2004.

Como en encuestas anteriores, las respuestas varían ampliamente según el tiempo en que los encuestados hayan vivido en EEUU. Por ejemplo, sólo 34.4 por ciento de los que vinieron entre 1974 y 1984 favorece los viajes sin restricciones, contra el 67.1 por ciento de los que llegaron entre 1985 y 1994.

Las personas que vinieron hace más años tienen más posibilidades de ser ciudadanos de EEUU, y por lo tanto es más probable que voten. En toda la encuesta, los votantes registrados se inclinaron a favorecer una actitud más severa hacia Cuba.

En general, 62 por ciento reveló que apoya la venta de alimentos a la isla, en contraste con 54.8 en el 2004. Esas ventas están permitidas desde el 2001. Estados Unidos es el cuarto exportador hacia Cuba.

También poco más de la mitad (51.3 por ciento) de los encuestados afirmó que quiere que se establezcan relaciones diplomáticas con Cuba. La Habana y Washington tienen sólo ''Secciones de Intereses'', que actúan casi como embajadas.

Hay pocos cubanoamericanos que creen que ocurrirá alguna transición rápida hacia la democracia en la isla. Sólo 17 por ciento dijo creer que los cambios ocurrirán en menos de un año y 45.9 por ciento espera cambios en un período de entre 2 y 5 años.

También dos de cada tres favorece el establecimiento de un diálogo nacional entre el gobierno cubano, los disidentes y los exiliados. En 1991 un poco menos de la mitad se expresó de esa forma.

En picada la industria cubana del turismo

Wilfredo Cancio Isla, 1 de abril de 2007.

La industria turística, el principal motor de la economía cubana durante los últimos 15 años, está cayendo en picada y los pronósticos para contener el desplome no son muy alentadores.

La primera alarma saltó a finales del pasado año, cuando las cifras oficiales del Ministerio de Turismo (MINTUR) reflejaron una caída sustancial en el número de visitantes a 2.2 millones. En el 2005, 2.3 millones de turistas habían visitado la isla y las autoridades del sector llegaron incluso a pronosticar un alza en 2.5 millones para el 2006.

El declive comienza ya a tornarse preocupante en la arrancada del presente año, que se considera temporada alta para el turismo en la isla. Los indicadores de enero y febrero marcan una caída general del 7 por ciento con relación al mismo período en el 2006. Los mayores descensos fueron en febrero (un 13 por ciento) y entre los viajeros provenientes de España (un 45 por ciento), históricamente el tercer emisor turístico hacia Cuba.

Incluso Canadá --cuyos 604,000 viajeros anuales constituyen el mayor grupo visitante-- experimentó un sorprendente descenso del 3 por ciento en los dos primeros meses del 2007.

¿Los motivos de esta debacle? Las autoridades cubanas atribuyen la curva decreciente a factores que van desde el encarecimiento de los pasajes aéreos por el precio del petróleo y el alza del euro frente al dólar, hasta el mal recuerdo de la violenta temporada ciclónica del 2005 en el Caribe.

También se menciona que las restricciones de viajes familiares a Cuba impuestas por la administración de George W. Bush en el 2003, han causado la pérdida anual de unos 70,000 viajeros desde Estados Unidos.

En cuanto a la notable depresión en el turismo español, los funcionarios del MINTUR la vinculan con la suspensión de tres vuelos semanales del fletador Iberojet y la venta de la línea de cruceros Pullmantur a la firma estadounidense Royal Caribbean Cruises, con sede en Miami. Un barco de Pullmatur viajaba semanalmente a La Habana para recoger turistas llegados en vuelos desde Madrid, pero la firma se vio obligada a cortar sus negocios en Cuba debido a las restricciones del embargo comercial de Washington.

Documentos internos obtenidos por El Nuevo Herald, expertos independientes y trabajadores vinculados al sector turístico dentro de la isla confirman que a las razones mencionadas por los representantes del MINTUR, se suman otros problemas de fondo que no han salido a la luz.

''La estructura creada durante años en la industria turística se está desbaratando a pedazos'', dijo un empleado de la dirección del MINTUR. "El turismo en Cuba va a un caos y llevará años para revertir la situación actual''.

La fuente indicó que existe mucho descontento con la forma en que el ministro Manuel Marrero Cruz y una cúpula de directivos nombrados bajo su mandato están determinando la estrategia turística del país. Marrero, ex presidente del Grupo Gaviota y hombre de confianza del ahora gobernante interino Raúl Castro, fue nombrado al frente del MINTUR en febrero del 2004 tras la destitución de Ibrahim Ferradaz, quien se vio implicado en un escándalo de corrupción del Grupo Cubanacán.

Testimonios recogidos por El Nuevo Herald recuerdan que al tomar posesión del cargo, Marrero enarboló las banderas de la austeridad y la lucha contra la corrupción para deshacerse de antiguos cuadros de reconocida experiencia, y en su lugar nombró a viceministros de la nueva hornada, desconocedores del funcionamiento de la industria turística.

Entre los viceministros nombrados por Marrero figuran:

o Alexis Trujillo Morejón: el viceministro primero; licenciado en economía y ex jefe de la bóveda del Banco Central de Cuba. Su gestión recibe fuertes críticas entre los dirigentes del sector, que cuestionan su incompetencia y acomodamiento. El pasado año realizó una operación de cambio de vivienda que le permitió adjudicarse una lujosa mansión en el barrio habanero de Nuevo Vedado. Su anterior apartamento fue ocupado por Arturo Sánchez Martínez, el presidente de la cadena estatal Islazul.

o Oscar González Ríos: el viceministro comercial. Fue dirigente nacional de la Juventud Comunista (UJC) en la época de Roberto Robaina y presidió el Grupo de Campismo Popular.

o Diana Marrero Arango: la viceministra económica. Recibió distinciones como cuadro destacado de la dirección estatal en 1997, pero nunca tuvo relación con la actividad turística.

La dirección del MINTUR tuvo conocimiento desde muy temprano que las cifras del año 2006 no serían favorables.

En una reunión interna del organismo, a finales de año, se ventilaron internamente las quejas de dirigentes y trabajadores sobre la baja calidad del servicio, la falta de frutas y vegetales, el deterioro de las edificaciones hoteleras y la política de costos que rige en el turismo.

El gasto en importaciones para garantizar los servicios del turismo se calcula en un 30 por ciento, lo que reduce el ingreso neto y contradice el efecto económico multiplicador de la actividad turística como incentivo para la producción nacional.

Reportes internos apuntan también a la incapacidad de la Empresa Constructora del Turismo (EMPRESTUR) para emprender las reparaciones de la planta hotelera, debido a la carencia de recursos materiales y deficiente abastecimiento.

''Lo que sucede en el turismo es reflejo de un comportamiento extendido a nivel nacional'', comentó desde La Habana el economista disidente Oscar Espinosa Chepe. "La gente está muy disgustada con la situación económica interna, los trabajadores no se esmeran en su labor y la inercia corrompe todo el organismo''.

El MINTUR está consciente de la gravedad de la situación, aunque sus funcionarios dicen que todavía es demasiado pronto para evaluar el impacto de estas cifras negativas en la economía nacional.

El organismo anunció recientemente un plan estratégico de cara al 2007 que abarca apoyo a las inversiones, construcción de nuevas instalaciones y reparación de los hoteles existentes. Además, se proyectan mejoras en las carreteras y la señalización, y trabajos para garantizar los suministros eléctricos y el abastecimiento de agua a la planta hotelera.

En el ámbito internacional, Marrero quiere ''un cambio total en la filosofía de promoción y publicidad de la isla''. El pasado enero, en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (FITUR), el ministro lanzó la campaña Viva Cuba, en un esfuerzo publicitario para ofrecer una nueva imagen del país.

Una prueba de fuego será la XXVII Feria Internacional de Turismo de La Habana, prevista del 7 al 11 de mayo próximo.

Las gestiones para incrementar el flujo turístico a la isla incluyen a Rusia (que envió 27,800 viajeros en el 2006), China y los países del desaparecido bloque socialista europeo.

Para el proyecto Viva Cuba, el gobierno cubano ha contratado numerosas agencias de publicidad con el fin de producir mensajes más efectivos al 90 por ciento de los países emisores de turismo a la isla. La campaña se desarrollará en televisión y cine hasta el próximo junio.

De todas formas, será una tarea cuesta arriba.

A los obstáculos mencionados se añaden los efectos de la revaluación oficial del peso convertible en un 20 por ciento por encima del dólar, lo que ha mermado la competitividad de Cuba como destino turístico.

''Era lógico que la desdolarización provocara la caída del turismo desde América Latina y Canadá, porque los visitantes de estos países que van a Cuba lo hacen adquiriendo paquetes muy baratos'', opinó el economista Carmelo Mesa Lago, profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh.

Operadores canadienses y latinoamericanos se han quejado al MINTUR por las desventajas que las conversiones del cambio monetario trajeron para Cuba desde fines del 2004 en comparación con otros destinos en el Caribe.

Mesa Lago observó que índices tan preocupantes como la disminución del flujo turístico son la caída del nivel ocupacional de las habitaciones y el ingreso medio por visitante.

Las cifras indican que de las 44,000 habitaciones disponibles para el turismo, se ocupó el 63.5 por ciento en el 2004 y el 55.7 por ciento en el 2005. No hay estadísticas sobre la ocupación hotelera del pasado año, pero extraoficialmente se estima en un 50 por ciento.

Respecto al ingreso medio por turista, bajó de $175 en el 2003 a $97 en el 2005.

''Los indicadores muestran que los turistas no repiten su visita y que cada vez gastan menos'', apuntó el académico. "Y esa es una tendencia nada fácil de revertir''.

Al mismo tiempo, la campaña Viva Cuba tendrá que subsanar la mala imagen de los servicios turísticos que se llevan los visitantes y derivan frecuentemente en cartas de protestas y demandas a los turoperadores.

Un caso contraproducente para los propósitos de Cuba resultó el de la familia Old, que el pasado agosto viajó desde Inglaterra para pasar unas vacaciones en el Hotel Brisas Guardalavaca, de Holguín.

La cadena de tropiezos y decepciones de la visita de 13 días tuvo un terrible colofón: la hospitalización de emergencia de la anciana Dorothy, de 74 años, quien resbaló en un piso mojado y se fracturó una pierna.

Al regresar a Inglaterra, los ocho viajeros de la familia Old demandaron a la famosa firma Thomas Cook por las condiciones del hotel y los daños ocasionados por la estancia en Cuba. El caso está recibiendo amplia publicidad en el Reino Unido, segundo emisor turístico hacia la isla con unos 210,000 visitantes anualmente.

La industria turística cubana genera anualmente unos $2,400 millones y proporciona empleo, directo o indirecto, a unas 300,000 personas.

wcancio@elnuevoherald.com

Más de un tercio de las tierras cubanas quitadas al azúcar no producen alimentos

Agence France Presse, La Habana. 1 de abril de 2007.

El 39 por ciento de las tierras que hace tres años le fueron suprimidas al cultivo de la caña de azúcar en Cuba para ser destinadas a la producción de alimentos, aún permanece ocioso, fundamentalmente cubierto por el marabú, reveló el diario oficial Granma.

''De las tierras antes sembradas de caña y que el Ministerio de la Industria Azucarera dedica hoy a las producciones agropecuarias, 488,267 hectáreas (el 61 por ciento) se explotan actualmente y quedan vacías 318,769'', dijo Juan Varela Pérez, el principal comentarista azucarero del país.

En busca de rentabilidad y aumento de la producción alimentaria, en la zafra 2002-2003, Cuba aplicó una profunda reforma en su centenaria industria azucarera, que cayó de más de ocho millones de toneladas a poco más de un millón.

De los 155 ingenios existentes fueron paralizados y desmontados más de la mitad; las tierras dedicadas al cultivo de la caña fueron reducidas en un 60 por ciento y más de 100,000 trabajadores del sector desviados a otras labores o a recalificarse.

De esa superficie vacía ''64,00 hectáreas fueron seleccionadas, por sus características, para cultivos varios y el resto destinado a la ganadería, frutales y forestales. Parte de estos suelos hay que liberarlos del marabú. Su eliminación -no tan fácil como algunos piensan- se acomete de forma gradual, según los recursos disponibles'', dijo Varela.

En las tierras en labor se observa ''un optimista despegue'' en raíces y tubérculos, hortalizas, granos, leche, carne vacuna, de búfalo, porcina y de ovino, añadió.

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