NOTICIAS
DE CUBA
El
Nuevo Herald
Fallece luego de larga enfermedad la fundadora
de Cubanet
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. 20 de octubre de 2006.
La activista cubana Rosa Berre, incansable promotora
del periodismo independiente en Cuba, falleció
ayer en Miami tras perder una larga batalla contra
el cáncer. Tenía 64 años.
El deceso de Berre se produjo ayer por la madrugada
en su casa del suroeste de Miami. Luego de experimentar
una leve mejoría semanas atrás,
el deterioro de su salud se hizo irreversible
ante el avance de la enfermedad que la aquejó
por los últimos dos años.
Pero el prolongado padecimiento no le impidió
dedicar sus máximas energías al
proyecto que había impulsado en el exilio
para promover la libertad de expresión
desde la isla: la agencia Cubanet, fundada en
1994.
''Fue una persona maravillosa para toda nuestra
familia'', expresó su hermano Antonio Berre.
"La recordaremos siempre como una mujer honesta,
sencilla, de mucha sabiduría y fuerza espiritual''.
Nacida en La Habana en 1941, Rosa Berre estudió
en la Escuela Normal para Maestros y luego en
la Escuela de Periodismo de esa ciudad, aunque
no llegó a graduarse de esta última.
Como muchos jóvenes de su generación,
abrazó las ideas proclamadas por la revolución
de Fidel Castro en 1959. Con apenas 18 años
se desempeñó como secretaria del
veterano dirigente socialista Carlos Rafael Rodríguez
y más tarde pasó a trabajar como
correctora en el periódico Hoy, por entonces
órgano de los comunistas cubanos.
Fue en esa época que conoció a
quien sería su esposo y compañero
de toda la vida: Carlos Quintela, respetado líder
de la juventud socialista. Juntos laborarían
en el periódico Granma, donde fungió
como diseñadora (1965-1968) hasta desatarse
la purga contra la llamada microfracción.
Berre y Quintela fueron acusados de instigar
al sectarismo y la división dentro del
proceso revolucionario, y castigados a labores
agrícolas en la provincia de Pinar del
Río.
''Ellos tuvieron la dignidad de romper con la
falacia revolucionaria desde el poder'', consideró
anoche Ricardo Bofill, presidente del Comité
Cubano Pro Derechos Humanos. 'Sabían que
lo perderían todo: los condenaron al ostracismo
y se convirtieron en 'réprobos', que fue
como los llamó Raúl Castro''.
Impedida de retornar al periodismo por sus ''problemas
ideológicos'', Berre se dedicó desde
1975 a la artesanía, destacándose
por la singularidad de sus creaciones.
Al desatarse la crisis de la embajada del Perú
en La Habana, en abril de 1980, Berre y Quintela
estuvieron entre los miles de cubanos que ingresaron
en esa sede diplomática con el fin de escapar
del país. Tras enfrentar numerosos contratiempos
y actos de repudio instigados por el gobierno,
la familia pudo finalmente emigrar a EEUU durante
el éxodo del Mariel.
Luego de residir en Atlanta, Puerto Rico y Virginia,
Berre se radicó a partir de 1996 en Miami,
donde abrió las oficinas de Cubanet. La
organización se convirtió pronto
en un vehículo fundamental de los periodistas
independientes para promover sus artículos
alrededor del mundo y romper la censura impuesta
por el régimen castrista.
''Con su postura modesta, Rosa vivió una
vida desafiante y honrosa'', dijo anoche Humberto
Castelló, director de El Nuevo Herald.
"En Cuba encaró el castrismo; en el
exilio fue pionera al fundar Cubanet, que abrió
puertas al periodismo libre en Cuba''.
Además de su hermano Antonio, la sobreviven
sus hijas Nubia y Nivia, y su nieta Raquel. Quintela
murió en el 2001. Respetando su última
voluntad, su cadáver será cremado
y no se realizará ceremonia fúnebre.
Washington realiza seminario sobre Cuba
Agence France Presse, Washington,
20 de octubre de 2006.
''Cuba no será la misma'' tras la enfermedad
del líder cubano Fidel Castro, que lo tiene
separado del poder desde el pasado 27 de julio,
estimó el funcionario que dirige la Comisión
del gobierno estadounidense para la Asistencia
a una Cuba Libre, Caleb McCarry.
''Cuba realmente no será la misma luego
del 27 de julio'', cuando Castro cedió
el poder a su hermano Raúl, afirmó
McCarry en el marco de un seminario organizado
en la capital estadounidense por el centro de
análisis Diálogo Interamericano
y la Universidad Internacional de Florida, del
que también participaron expertos.
El 10 de julio, poco antes de que se conociera
que Castro fue sometido a una cirugía intestinal,
esta comisión, copresidida por la secretaria
de Estado, Condoleezza Rice, y el secretario de
Comercio, Carlos Gutierrez, recomendó al
presidente George W. Bush aprobar fondos por $80
millones para ayudar a la oposición cubana
''a preparar el cambio'' en Cuba.
Cuba denunció esa decisión de Estados
Unidos como ''prepotente'', ''bochornosa'' y''violatoria''
del derecho internacional. La recomendación
fue aceptada por el mandatario estadounidense.
pero incluso la disidencia cubana, anunciada como
beneficiaria de la ayuda, criticó la medida.
Uno de los participantes del seminario, Anthony
Maingot, profesor de Estudios Cubanos y del Caribe
en el Instituto de Investigación sobre
Cuba de la Universidad Internacional de Florida,
cuestionó el mecanismo, recordando palabras
de líderes opositores cubanos que calificaron
la iniciativa estadounidense como "contraproducente''.
Maignot afirmó que ''quizá sea
tiempo de parar y escuchar a gente como Oswaldo
Payá'', dijo en alusión al líder
disidente cubano.
''No se puede hacerse a un lado y no ayudar a
la gente'', sostuvo de su lado McCarry en una
de sus intervenciones.
''Es asunto del pueblo cubano, pero tenemos que
darles esa oportunidad'', agregó luego.
Denuncian la censura de la red informática
Agence France Presse, Paris, 20
de octubre de 2006.
Cuba es uno de los países más atrasados
del mundo en el desarrollo de internet y su gobierno
ejerce un control excesivo y una censura sobre
las informaciones que circulan por la red, denunció
el jueves la organización de defensa de
la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras
(RSF).
En un informe dedicado a la cuestión elaborado
por una periodista francesa, la entidad, con sede
en París, critica que en Cuba, cuyo gobierno
se jacta de tener uno de los ''niveles de educación
más elevados del planeta'', internet dependa
de costosas y poco eficaces conexiones vía
satélite.
Actualmente, la isla tiene menos de dos internautas
por cada 100 habitantes, la tasa más baja
de América Latina, que sitúa al
país al mismo nivel que Uganda y Sri Lanka.
''El embargo estadounidense puede explicar la
lentitud de internet en Cuba y las interminables
filas de espera delante de los cibercafés
pero no el sistema de control y de vigilancia
puesto en marcha por las autoridades'', denunció
la organización RSF.
Según el informe, en un país en
el que ''los medios de comunicación están
controlados por el poder, impedir la circulación
de informaciones independientes en internet se
ha convertido en una prioridad''. El informe de
RSF asegura que el gobierno pone todos los medios
a su alcance para impedir que la red sea utilizada
de manera "contraria a la revolución''.
Prohibición de las conexiones privadas,
filtros en los cibercafés, hoteles y universidades
que registran las consultas de datos ''subversivos''
y bloqueo del uso de internet a disidentes y periodistas
independientes son algunos de esos medios, según
la organización.
''Además, el gobierno usa la autocensura.
Es decir, en Cuba se puede ser condenado a 20
años de cárcel por artículos
contrarios a la revolución publicados en
páginas electrónicas extranjeras
y a cinco años por conectarse a la red
de forma ilegal'', declaró la organización.
Sin embargo, RSF reconoce que se puede consultar
cualquier página de la red desde todos
los cibercafés de La Habana, con mucha
paciencia debido a las lentas conexiones y pagando
casi $5 por hora.
La organización subraya que frente a estas
restricciones, los cubanos han "creado un
mercado negro de internet que les permite alquilar
conexiones vía personas autorizadas''.
Por último, RSF recuerda que el periodista
cubano opositor Guillermo Fariñas realizó
este año una larga huelga de hambre para
exigir al gobierno que dé libre acceso
a internet a la población.
Además, de los 24 periodistas independientes
cubanos todavía encarcelados en Cuba, hay
varios a los que el régimen de Fidel Castro
reprocha actividades vinculadas a internet, como
Héctor Maseda Gutiérrez, Adolfo
Fernández y Julio César Gálvez.
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