Documentos
secretos revelan datos sobre atentado contra Cubana
Terra
Actualidad, 9 de octubre
de 2006.
EFE - Una Organización No Gubernamental
(ONG) publicó hoy documentos secretos estadounidenses
que 'implican aún más a Luis Posada
Carriles' en el atentado con bomba contra un avión
de Cubana de Aviación en 1976, en el que
murieron 73 personas.
La organización National Security Archive
(NSA), encargada de desclasificar documentos secretos
del Gobierno estadounidense, señaló
que Washington tiene que dar a la luz pública
todos los archivos que los servicios de inteligencia
tienen sobre Posada.
'Ahora es el momento de que el gobierno se sincere
sobre el pasado de Posada y su implicación
en el terrorismo internacional.
Sus víctimas, el público y los
tribunales tienen el derecho a saber' afirmó
Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación
de Cuba en el NSA.
Entre los documentos dados a conocer hoy por
el NSA hay un listado que enumera cuatro volúmenes
de textos todavía secretos sobre la carrera
de Posada con la CIA y las sospechas sobre su
implicación en el atentado contra del vuelo
de Cubana de Aviación.
También se incluyen las declaraciones
de los agentes de policía de Trinidad y
Tobago que fueron los primeros en interrogar a
Hernán Ricardo Lozano y Freddy Lugo, dos
venezolanos condenados en su país en 1986
por colocar las bombas que destruyeron el vuelo
455.
Su interrogatorio sugiere que 'la primera llamada
que hicieron los autores del atentado después
del ataque fue a la oficina de la compañía
de seguridad de Luis Posada, ICI, que empleaba
a Hernán Ricardo. Ricardo alegó
que había sido un agente de la CIA, aunque
luego se retractó', según la ONG.
Ricardo también señaló que
le habían pagado 18.000 dólares
para atentar contra el avión y que Lugo
recibió 8.000 dólares.
Según el interrogatorio, el explosivo
plástico que destruyó el avión
había sido colocado en un tubo de pasta
dental Colgate que los autores utilizaron con
un detonador similar a un lápiz, equipado
con un temporizador.
La NSA también reveló tres informes
de inteligencia de la policía federal de
Estados Unidos (FBI) que fueron enviados al entonces
secretario de Estado, Henry Kissinger, tras el
atentado.
Los informes secretos, firmados por el director
de la agencia Clarence Kelly, se centran en la
relación entre el agregado legal del FBI
en Caracas, Joseph Leo, Posada y uno de los venezolanos
que colocaron la bomba en el avión y al
que Leo proporcionó un visado.
'Un informe de Kelly, basado en la palabra de
un informante en Venezuela, sugirió que
Posada había atendido a reuniones en Caracas
donde se planeó el atentado', según
la NSA.
'El documento también menciona a un informante
que declara que tras la caída del avión
uno de los terroristas llamó a Orlando
Bosch, uno de los principales conspiradores en
el plan, que dijo: 'Un autobús con 73 perros
se despeñó y todos murieron'', añadió
la organización.
Otro documento enviado a Kissinger señala
que una fuente de la CIA en Venezuela oyó
a Posada días antes del atentado decir
que 'vamos a golpear un avión cubano' y
que 'Orlando tiene los detalles'.
Entre los documentos secretos sin desclasificar,
la NSA señala que varios sugieren que la
CIA asignó varios nombres secretos a Posada
cuando trabajaba para la agencia. En 1965 era
AMCLEVE-15, en 1972 CIFENCE-4 y posteriormente
WKSCARLET-3.
La revelación de estos documentos se produce
cuando Luis Posada, de 78 años, se encuentra
detenido en El Paso (Texas) por entrada ilegal
en Estados Unidos.
Un juez del estado ha recomendado que el activista
anticastrista sea puesto en libertad esta semana,
porque el gobierno del presidente George W. Bush
'no ha certificado que es un terrorista', afirmó
la NSA.
Tanto Bosch como Posada fueron arrestados y encarcelados
en Venezuela tras el atentado contra Cubana de
Aviación.
Posada se escapó de la cárcel en
septiembre de 1985 y Bosch fue puesto en libertad
en 1987 para regresar de forma ilegal a Estados
Unidos, donde en 1968 había sido condenado
por un ataque contra un carguero polaco en el
puerto de Miami.
Bosch fue detenido y, aunque el Departamento
de Justicia determinó que era una amenaza
para la seguridad del país, el entonces
presidente George Bush le perdonó en 1990
y ahora vive en Miami.
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