Trayectoria
de nueva embajadora de Venezuela incluye polémica
por médicos cubanos
El
Mercurio Online, Chile, 3 de octubre de 2006.
SANTIAGO.- La trayectoria de la nueva embajadora
de Venezuela en Chile no está exenta de
polémica. Aunque es considerada una de
las artífices del actual estado de la salud
pública en su país, María
Lourdes Urbaneja dejó el cargo de ministra
de Salud en medio de fuertes cuestionamientos
a su gestión.
El 2003 fue duramente criticada por varios sectores
al defender a los médicos cubanos que trabajaban
en los barrios más pobres de Caracas en
el marco del programa Barrio Adentro y cuya asistencia
fue prohibida por la justicia venezolana que acogió
un recurso de amparo interpuesto por la Federación
Médica de ese país.
En la ocasión la titular de Salud señaló
"lo menos que podemos es lamentar que se
hayan interpuesto intereses que no son los dirigidos
a garantizar que la gente viva mejor".
Éste era uno de los proyectos sociales
que impulsó el Presidente Hugo Chávez
y para llevarlo a cabo suscribió un convenio
de cooperación con su homólogo Fidel
Castro.
Urbaneja dejó su cargo cuando el ex director
de Salud de la alcaldía de Libertador,
denunció que habían ocurrido casos
de malas prácticas médicas en el
programa.
El Ministerio fue acusado de no fiscalizar que
varios medicamentos provenientes de Cuba para
el programa estaban descontinuados en Venezuela.
Además, según ex funcionarios de
Barrio Adentro, los médicos cubanos se
apropiaron del plan oficial y formaron "costras
antidemocráticas".
No obstante, la ex ministra -quien según
la prensa caraqueña tiene una muy estrecha
relación con Hugo Chávez- siempre
negó que su salida tuviera alguna vinculación
con esas acusaciones.
Posteriormente fue designada embajadora en Uruguay,
ante el Mercosur y ante la Asociación Latinoamericana
de Integración (Aladi). En Montevideo estaba
encargada de distribuir los dineros que envía
el Gobierno venezolano a países de la región.
Esta proximidad con el cono sur fue tomada en
cuenta para su designación.
Sus lazos con Chile
Además su nombramiento aparece como un
claro gesto de acercar posiciones con el gobierno
de Michelle Bachelet, pues con ello no sólo
se está cumpliendo con las exigencias de
La Moneda para solucionar el impasse entre ambos
países, sino además porque la diplomática
es cercana a la Mandataria y a algunos de sus
colaboradores.
A comienzos de los 70, la nueva embajadora, graduada
de médico en 1967 en la Universidad de
los Andes, en Mérida, hizo un curso de
especialización en la Universidad de Chile.
Posteriormente, cuando se desempeñó
como ministra de Salud, entre 2001 y 2003 coincidió
por algunos meses con Bachelet como titular de
esa cartera y forjaron una cierta cercanía.
De hecho en septiembre de 2001, se encontraron
en Washington en una reunión de la Organización
Panamericana de Salud y un mes antes la secretaria
de Estado venezolana había estado en Chile
formando parte de la delegación de su país
a la Cumbre del Grupo de Río.
El último encuentro se produjo el 22 de
julio de este año en la Cumbre del Mercosur
en Córdoba cuando Urbaneja se acercó
a saludar cariñosamente a la Presidenta
y conversaron durante varios minutos.
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