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Fuertes aguaceros provocan evacuaciones en
zona oriental de Cuba
La Habana, 7 nov (EFE).- Las intensas lluvias
que azotaron el pasado fin de semana a la provincia
oriental cubana de Guantánamo provocaron
inundaciones que obligaron a evacuar a 308 personas
por la crecida de varios ríos, informaron
hoy medios locales oficiales.
El fenómeno climatológico también
interrumpió el tránsito de vehículos
en la carretera que une al municipio de Yateras
con la ciudad de Guantánamo, situada a
unos 970 kilómetros al sureste de La Habana.
En ese territorio oriental, se produjo el deslizamiento
de la ladera de una montaña debido a los
persistentes aguaceros del sábado y domingo
pasados, según un reporte de la televisión
estatal que mostró imágenes de las
afectaciones.
La erosión ocasionada por las lluvias
fue señalada como la principal causa del
hundimiento, al menos dos metros, de un tramo
de la carretera que une Yateras a Baracoa.
El representante de la Defensa Civil, el mayor
Orlando Tardo, dijo al diario oficial "Granma"
que las precipitaciones abarcaron amplias áreas
del montañoso municipio de Baracoa y afectaron,
además, a 36 hectáreas de cultivos
urbanos, semilleros y huertos.
Las inundaciones por la crecida de los ríos
Duaba y Miel causaron daños a 38 viviendas,
redes eléctricas y transformadores e interrumpieron
el fluido eléctrico que ahora se está
recibiendo con un generador, agregó el
diario.
Los habitantes evacuados serán reubicados
en otras viviendas en comunidades cercanas, dijeron
las fuentes.
Alma Flor Ada convierte a Cuba en un personaje
de su último libro
Santander (España), 7 nov (EFE).- La escritora
cubana Alma Flor Ada se traslada a los años
cincuenta en su segunda novela "En clave
de sol", una historia protagonizada por seis
mujeres de su generación que abandonaron
la isla antes o después de la Revolución
y en la que Cuba se convierte en un personaje
más del relato.
Alma Flor Ada, que nació en Camagüey
pero se fue de Cuba durante la dictadura de Batista
y desde hace más de veinte años
es profesora de la Universidad de San Francisco
(EEUU), explicó, en un encuentro con periodistas
en la ciudad norteña de Santander, que
las seis mujeres que aparecen en el libro dejan
su país pero se siguen considerando "cubanas
y muy cubanas".
Y la isla caribeña es, destacó,
un personaje "muy real" en un relato
que comienza con el asesinato a balazos de tres
jóvenes en los años cincuenta del
siglo XX, en los que ha situado su novela porque
considera que sin ese tiempo no se entiende la
Cuba de hoy.
En el libro, dijo, se habla de "un pueblo
escindido" pero sin situarse en "ningún
extremo" porque su postura es cuestionar,
reflexionar y establecer un diálogo con
el lector, sin enseñarle nada.
Autora de más de doscientos libros para
niños, Alma Flor Ada tiene claro que todo
cubano ha sufrido por el proceso histórico
que ha vivido la isla, tanto los que se han quedado,
a pesar de que muchos han obtenido una educación
y otros beneficios que de otra forma no podrían
haber tenido, como los que se marcharon.
Para Alma Flor Ada, los cubanos han sufrido rupturas
familiares, distanciamientos y, en su propio caso,
dificultades para comunicarse con algunos de sus
allegados a causa de la ideología.
"La historia de Cuba no ha sido a la ligera
para nada, incluso para los que se han quedado
y han obtenido tremendos beneficios, la vida no
es fácil", subrayó.
En su obra habla también sobre la culpa,
un sentimiento que quería tratar después
de encontrarse con él en su trabajo como
pedagoga.
A su juicio, los seres humanos "van cargando
la mochila" con todo tipo de culpas por la
relaciones con sus padres, las parejas que no
funcionaron o los fracasos profesionales.
Convencida de que se trata de "un sentimiento
paralizante que no lleva a ninguna parte",
la escritora cubana quiso en esta novela "pinchar
el globo de la culpa".
Además, en "En clave de sol"
quiere transmitir a los lectores el mensaje de
que la vida, hasta el último momento, "pueda
dar la oportunidad de una transformación,
un cambio, nuevas reflexiones y nuevos sentimientos".
Pintor Pedro Pablo Oliva gana Premio Nacional
Artes Plásticas
La Habana, 7 nov (EFE).- El pintor cubano Pedro
Pablo Oliva, uno de los más destacados
exponentes de las artes plásticas de Cuba,
obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas
2006, en reconocimiento a su trayectoria creativa
y al conjunto de su obra.
En la decisión para otorgarle el premio,
el jurado también valoró la singularidad
estética de sus realizaciones pictóricas
y la impronta social de su creación, informan
hoy los medios oficiales.
La importante labor pedagógica que ha
desarrollado este pintor y los elementos de la
identidad nacional presentes en sus obras son,
a juicio del jurado integrado por reconocidos
artistas y críticos, como un "anecdotario
de nuestros tiempos".
También se tomó en cuenta la labor
pedagógica de Oliva y su "meritorio
trabajo social con la financiación de proyectos
como Casa Taller "PP. Oliva", el "Premio
Cubaneo" y el patrocinio del Museo de Arte
de Pinar del Río, en la provincia más
occidental de la isla, donde nació el 15
de enero de 1949.
Pedro Pablo Oliva, un sugestivo pintor en el
que la infancia es una constante remembranza,
acumula numerosas distinciones culturales, entre
ellas la Medalla Alejo Carpentier y una de las
más importantes que otorga el ministerio
de Cultura cubano.
Es graduado de la Escuela Nacional de Arte de
La Habana y sus obras forman parte de las colecciones
del Museo Nacional de Bellas Artes y en otros
países como canadá, Francia, Italia,
España, Brasil, Suiza, México, Alemania
y Estados Unidos.
El Premio Nacional de Artes Plásticas
se confiere anualmente a un artista vivo, residente
en el país, con aportes notables al desarrollo
y a la historia de la plástica cubana,
considerándose además su trascendencia
nacional e internacional.
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