Los
analistas creen que Zapatero se equivoca al dialogar
con Fidel Castro
H. Montero. La
Razón, España, 6 de julio de
2006.
Navacerrada- Los ponentes que analizaron ayer
la situación de Cuba y las posibilidades
de que cuaje una transición hacia la democracia
en la isla destacaron el liderazgo que la Unión
Europea debe ejercer para facilitar la caída
del régimen castrista y coincidieron en
criticar el retorno a la política de "diálogo"
sin condiciones con Castro auspiciada por el Gobierno
español. "Un Gobierno democrático
y una dictadura no tienen la misma naturaleza,
por eso criticamos que el Gobierno español
moviera ficha antes que Castro", advirtió
Jorge Moragas, secretario de Relaciones Internacionales
del PP y moderador de la mesa "Europa y la
libertad secuestrada: el caso cubano" organizada
por la Fundación para el Análisis
y los Estudios Sociales (FAES). Tras visionar
un vídeo "clandestino" en el
que los principales líderes disidentes
expusieron su visión del régimen
y del futuro de Cuba, los analistas también
convergieron al calificar al régimen de
Castro como un anacronismo. "Cuba es el parque
temático de la izquierda que se refugia
en que es un pequeño David que lucha contra
el gigante Goliat que es Bush", sostuvo Tomás
Cuesta, columnista de LA RAZÓN, quien incidió
en la dificultad que entraña desmontar
un régimen con una enorme capacidad "para
ir mutando su dictadura". "La guerra
simbólica es lo más duro de combatir
pero hay que emprender esa lucha porque la capacidad
del régimen para 'tunearse', como hacen
miles de cubanos con los coches americanos de
los años 50, es enorme. Cuba es el paraíso
del 'tunning', que conforma un decorado atractivo,
un tropicalismo casi erótico". Por
eso, Cuesta aseguró que es "inaceptable"
ver a alguien con una camiseta del Ché
Guevara: "Es como llevar una con la cara
de Goebbels", dijo.
Por su parte, Arnold Vaatz, vicepresidente de
la conservadora CDU en el Parlamento alemán,
remarcó que Castro quiere ser el único
interlocutor con Europa "por eso exige que
se margine a la disidencia de cualquier diálogo
entre Cuba y la Unión Europea". Según
Vaatz, expulsado de la isla hace un año,
"Castro tendrá vía libre para
liquidar a la disidencia si la UE, como sostiene
el Gobierno de Zapatero apoyado por Francia, acepta
las condiciones del régimen". En similares
términos se expresó Tomas Pojar,
viceministro de Exteriores del Gobierno checo.
Pojar subrayó el fracaso de la UE para
extender la democracia fuera de su ámbito
de influencia -"no sólo en Cuba, también
en Bielorrusia o Zimbabue"- y destacó
la necesidad de controlar los fondos europeos.
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