UBS
y la audiencia sobre lavado de dinero
Ernesto F. Betancourt, El
Nuevo Herald, 15 de abril de 2006.
El 29 de marzo hubo una audiencia en el Subcomité
de Investigaciones y Supervisión de la
Cámara de Representantes de los Estados
Unidos sobre ''Banca de ultramar, la corrupción
y la guerra contra el terrorismo''. Presidió
Dana Rohrabaker. La Unión de Bancos Suizos
(UBS) fue citada para explicar su conducta, que
dio lugar a que el Banco de la Reserva Federal
de NY le impusiera una multa de $100 millones.
UBS estuvo representada por Michael Herde, alto
funcionario de UBS a cargo de las actividades
de cumplimiento de la ley para las Américas
en dicho banco. En su testimonio, el señor
Herde empezó por explicar el programa actualmente
en vigor en UBS en la lucha contra el lavado de
dinero y la guerra contra el terrorismo. Este
programa cubre tres áreas: conocer a los
clientes, monitoreo e inteligencia y una cultura
de cumplimiento. Después, explicó
la cooperación de UBS con las autoridades
bancarias de EEUU durante el 2003 y el 2004, en
el llamado escándalo del ECI de la Reserva
Federal de NY, un programa destinado a canjear
billetes viejos de dólar por billetes nuevos.
El señor Herde reconoció que UBS
actuó en forma inaceptable en el manejo
del programa ECI. Y, declaró, que UBS lamenta
profundamente el incumplimiento de sus obligaciones
contractuales por parte de algunos de sus empleados.
Además, pagó la multa de cien millones
de dólares sin chistar. Ouch! Hasta ahí
todo iba bien. Pero entonces empezaron las mentiras.
Según el señor Herde, UBS no encontró
evidencia de que los intercambios de billetes
involucraran lavado de dinero o financiamiento
del terrorismo. Pero UBS se ha negado a revelar
su investigación y hay mucha evidencia
en contra de esa conclusión.
En cuanto a lavado de dinero, en primer lugar,
el señor Herde no mencionó que el
UBS emitió informes falsos por siete años
y por un monto de nada menos que 3,900 millones
de dólares a Cuba. Segundo, los billetes
viejos no fueron canjeados por billetes nuevos,
sino acreditados a cuentas indicadas por el gobierno
de Cuba. Esa es la transacción típica
de lavado de dinero. Tercero, ¿por qué
UBS no suministró informes SAR? Además,
si no hubo lavado de dinero, la multa parece demasiado
alta. Sobre todo cuando el ECI solamente les había
generado $5 millones en ingresos.
En cuanto a terrorismo, habría que saber
a qué cuentas se acreditaron los billetes
viejos aceptados por UBS. Por ejemplo, Cuba era
la vía para depositar los rescates de los
secuestros de los guerrilleros montoneros de Argentina.
En otro caso, José Antonio Arbesú
Fraga, del Departamento América del PCC,
llevó a México los $50,000 que financiaron
el robo en Hartford, Connecticut del camión
blindado de Wells Fargo por los macheteros de
Puerto Rico. Los $4.000,000 resultantes de esa
acción terrorista fueron llevados a Cuba
junto con el autor del robo, Víctor Manuel
Gerena, actualmente entre los fugitivos de la
justicia americana refugiados en Cuba. Como UBS
se ha negado a proveer la información de
las cuentas a las cuales se acreditaron esos $3,900
millones, a las autoridades de la Tesorería
de EEUU no les es posible verificar si acabaron
depositados en cuentas de terroristas, ya sean
montoneros o macheteros.
La congresista Ileana Ros Lehtinen trató
de obtener información más precisa
del señor Herde. Pero éste dio respuestas
tan evasivas como su testimonio.
El 24 de julio de 2004, en una entrevista con
este periódico, Juan Carlos Zárate,
a la sazón subsecretario del Tesoro para
crímenes financieros, informó que
el fiscal federal de la Zona Sureste de Nueva
York había iniciado una investigación
sobre el escándalo de UBS. Hasta ahora
no se sabe qué ha pasado. Si, como dice
el señor Herde, UBS está cooperando
con las autoridades judiciales de este país
para hacer cumplir las leyes contra el lavado
de dinero y el financiamiento del terrorismo,
tendremos que esperar a que dicho fiscal federal
termine sus investigaciones. Si no, UBS está
mintiendo.
Se rumora que John Snow deja la Tesorería.
Se menciona al ex senador republicano Phil Gramm,
actual vicepresidente de UBS para EEUU, como posible
reemplazo. Tal vez por eso vino el señor
Herde y no el senador Gramm a la audiencia. Pero,
si lo nominan, los senadores Bob Menéndez
y Mel Martínez podrán pedirle cuentas
durante la confirmación.
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