NOTICIAS
DE CUBA
El
Nuevo Herald
Castro asegura que salvó a Chávez
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. 16 de abril de 2006.
El gobernante Fidel Castro movió intensamente
los hilos en las altas esferas militares de Venezuela
para lograr el retorno al poder de su homólogo
Hugo Chávez tras el intento de derrocarlo
hace cuatro años e incluso planeó
enviar dos aviones en misión de rescate
a Caracas si sus oponentes decidían expulsarlo
al exilio.
En declaraciones al periodista y ensayista Ignacio
Ramonet para el libro Fidel Castro, biografía
a dos voces, de próxima aparición,
el mandatario cubano revela detalladamente su
intervención en el conflicto desatado el
11 de abril del 2002, cuando el alto mando militar
venezolano le pidió a Chávez su
renuncia en medio de fuertes manifestaciones populares.
El fragmento sobre el papel de Castro en el incidente
apareció esta semana en páginas
digitales progubernamentales de Venezuela y Cuba.
''Nosotros decidimos entonces asumir la defensa
de la democracia venezolana'', afirmó Castro
en la conversación con Ramonet, director
del periódico mensual Le Monde Diplomatique.
En el relato, Castro confiesa que ''casi no dormí
en esos dos días que duró el golpe
de Caracas'' y afirma sentirse satisfecho por
su gestión ante los ''militares patriotas'',
que defendieron la legalidad venezolana para evitar
un desenlace trágico como el de Chile en
1973.
Tan pronto la manifestación opositora
de aquel 11 de abril se enrumbó hacia el
palacio de Miraflores y altos militares desobedecieron
las órdenes del presidente, Castro dice
que recibió noticias de que el ejército
se disponía a arrestar a Chávez
y decidió comunicarse con él.
''Yo llamo a Chávez porque sé que
se encuentra indefenso y que es un hombre de principios
y le digo: '¡No te inmoles, Hugo! ¡No
hagas como [el presidente chileno Salvador] Allende!
Allende era un hombre solo, no tenía un
soldado. Tú tienes una gran parte del ejército.
¡No dimitas! ¡No renuncies!'', contó.
Según Castro, el mandatario venezolano
tenía en ese momento tres opciones: atrincherarse
en Miraflores y resistir hasta la muerte, hacer
un llamado popular a la insurrección y
desatar una guerra civil o rendirse, sin renunciar
ni dimitir.
''Nosotros le aconsejamos la tercera'', apuntó.
En ese momento, a altas horas de la noche, Castro
decide convocar a todos los embajadores acreditados
en La Habana para proponerles que acompañen
al canciller cubano Felipe Pérez Roque
a Caracas y rescaten a Chávez.
''Propusimos mandar dos aviones para traerlo
en caso de que los golpistas decidieran enviarlo
al exilio'', recordó Castro.
Chávez fue hecho prisionero en el fuerte
militar Tiuna, en Caracas, y a esa altura de los
acontecimientos se desconocía su paradero.
Es entonces que le permiten hacer una llamada
y habla con su hija María Gabriela, a quien
le asegura que no ha dimitido.
La hija de Chávez llama de inmediato a
Castro para trasmitirle el mensaje del padre.
El gobernante cubano le pide repetir sus palabras
para grabarlas y difundirlas internacionalmente.
''Convocamos a toda la prensa extranjera acreditada
en Cuba --¡debían ser las cuatro
de la madrugada!--, les informamos y les hicimos
oir el testimonio de la hija de Chávez'',
manifestó Castro. "Inmediatamente,
la [cadena televisiva] CNN lo transmitió
y en toda Venezuela la noticia se difundió
como reguero de pólvora''.
Seguidamente cuenta que logró comunicarse
y hablar en extenso con un general venezolano
partidario de Chávez.
Castro le insiste al militar en que lo más
urgente es localizar el paradero de Chávez
para enviar allí fuerzas leales a rescatarlo.
En ese instante se desconocía que el presidente
venezolano se hallaba incomunicado en la isla
La Orchila.
El general le pasa el teléfono a su superior
jerárquico para que escuche las recomendaciones
de Castro. Aunque en la entrevista no se identifican
nombres, las referencias apuntan a Raúl
Baduel, actualmente comandante general del ejército
venezolano, como uno de los generales contactados.
''Le repito lo que ha afirmado la hija de Chávez...
Le recuerdo la lealtad necesaria, le hablo de
Bolívar y de la historia de Venezuela'',
rememoró Castro. "Y ese alto oficial,
en un rasgo de patriotismo y de fidelidad a la
Constitución, me afirma que si es cierto
que Chávez no ha dimitido, él sigue
siendo fiel al presidente arrestado''.
Mientras, Chávez desconoce lo que sucede
en el país y sobreviene un intento de fusilarlo,
pero el pelotón de soldados se niega a
disparar y amenaza con amotinarse.
El arzobispo de Caracas, el cardenal Ignacio
Velasco, visita a Chávez en cautiverio
y --de acuerdo con Castro-- le pide que dimita
para evitar una guerra civil. Chávez trata
de ganar tiempo y hace borradores de una declaración
de renuncia.
Castro asegura que el plan de rescate desde Cuba
cambió luego de la conversación
telefónica que él sostuvo con los
militares. La situación toma un giro definitivo
cuando uno de los generales lo llama para informarle
que han localizado el paradero de Chávez.
''Conversamos sobre la mejor manera de rescatarlo'',
puntualizó Castro. "Con mucho respeto,
le aconsejo tres cosas fundamentales: discreción,
eficacia, y fuerza muy superior''.
Los paracaidistas de la base de Maracay --fiel
a Chávez-- acometen el rescate y retornan
al presidente venezolano a Miraflores en la madrugada
del 14 de abril de 2002.
El libro de Ramonet, basado en 100 horas de conversación
con Castro, ha estado bajo el fuego de la polémica
por la coincidencia de supuestos testimonios del
entrevistado con fragmentos de sus discursos recientes.
La entrevista fue grabada en varias partes, entre
entre enero del 2003 y diciembre del pasado año.
Ramonet presentará el libro en Madrid el
próximo 27 de abril.
Cuba acusa a diplomático checo de espiar
para EEUU
EFE, La Habana, 15 de abril de
2006.
Cuba acusó ayer al diplomático
checo Stanislav Kázecky, a quien no renovó
la visa y dio un plazo de 72 horas para abandonar
el país, de trabajar para Estados Unidos
y de realizar actividades ''subversivas'' en la
isla.
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque,
dijo a periodistas en un acto oficial con el ministro
de Asuntos Extranjeros del Congo, Rodolphe Adada,
que Cuba decidió no renovar la visa de
Kázecky en el ejercicio de su soberanía.
La decisión se debió a que el funcionario
''viola continuamente las regulaciones de la Convención
de Viena, no se comporta como un diplomático,
realiza continuamente trabajo de inteligencia,
tarea subversiva y trabaja aquí realmente
no para el gobierno checo, sino para el gobierno
de EEUU'', dijo Pérez Roque.
Cuba informó en la noche del miércoles
a la embajada de la República Checa sobre
su decisión de no renovar la visa del primer
secretario y encargado de Asuntos Políticos
y le emplazó a abandonar la isla en un
plazo de 72 horas que se cumplen mañana,
sábado.
Según Pérez Roque, Kázecky
"cumple indicaciones de los servicios especiales
norteamericanos, trabaja estrechamente con los
aparatos de subversión de EEUU, se dedica
a distribuir dinero e imprimir materiales, a intentar
abastecer a los grupos mercenarios y ayudar al
gobierno de los Estados Unidos en eso''.
El gobierno de Praga criticó con dureza
la decisión de La Habana, que interpreta
como una expulsión y, según Pérez
Roque, anunció una medida de reciprocidad
de no renovar el visado a un funcionario cubano
en Praga.
La Comisión Europea ''lamentó''
la decisión de Cuba y apuntó que
"sigue observando la situación''.
Fuentes diplomáticas europeas en La Habana
apuntaron que las embajadas comunitarias han informado
del conflicto a sus gobiernos y esperan sus instrucciones.
El incidente con el diplomático Kázecky,
que inició su misión en Cuba en
abril de 2004, profundiza las tensiones entre
Praga y La Habana provocadas, principalmente,
por las críticas del gobierno checo a la
situación de los derechos humanos en la
isla y su respaldo a grupos opositores.
En febrero, la encargada de negocios de la embajada
cubana en la capital checa, Aymeé Hernández,
protestó ante el gobierno checo por sus
ayudas a organizaciones no gubernamentales que
apoyan a la disidencia en Cuba.
Antes, las autoridades checas había protestado
por el trato recibido en la isla por la modelo
de ese país, Helena Houdova, quien estuvo
detenida durante varias horas tras realizar unas
fotos en La Habana que fueron consideradas ''inapropiadas''
por la policía.
En octubre del pasado año se prohibió
en el último momento la celebración
de la Fiesta Nacional de la República Checa
en un conocido hotel de la capital cubana.
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