Venezuela
se consolida como principal soporte económico
del régimen cubano
Caracas ayuda a reactivar la
refinería de Cienfuegos, abandonada tras
la caída de la URSS
Mauricio Vicent - La Habana. El
País, 14 de abril de 2006.
Las relaciones de interdependencia entre Cuba
y Venezuela son cada vez más profundas,
y están avanzando a ritmo de vértigo.
En pocos años, el país suramericano
se ha consolidado como el principal soporte económico
de la revolución de Fidel Castro, alcanzando
sus intercambios volúmenes que recuerdan
los de la era de la Unión Soviética.
El pasado año, el comercio bilateral llegó
a 2.200 millones de dólares, y la previsión
es superar los 3.200 millones en 2006. Más
de la mitad de esta factura corresponde al suministro
de petróleo venezolano.
El suministro de petróleo procedente de
Venezuela es de unos 90.000 barriles diarios.
El Gobierno de Hugo Chávez se lo vende
a Cuba a precios preferenciales en virtud a diversos
acuerdos mutuos. Parte de esta cuenta es saldada
por la isla con cooperación, principalmente
en el área de la sanidad: ya hay 30.000
médicos y especialistas de la salud cubanos
en Venezuela trabajando en diversas misiones sociales
de la revolución bolivariana, y cientos
de miles de pacientes venezolanos han sido operados
de la vista en Cuba. En total, 45.000 colaboradores
cubanos laboran hoy en Venezuela, mientras que
el próximo curso habrá 10.000 jóvenes
venezolanos estudiando medicina en universidades
de la isla.
No se trata sólo de petróleo, cooperantes,
becas e intercambio de mercancías. Las
relaciones entre ambos países incluyen
macroproyectos conjuntos que suponen cifras de
muchos ceros, al viejo estilo de la hermandad
socialista. Esta semana, Cuba y Venezuela han
constituido una empresa mixta con el objetivo
de reactivar la refinería de Cienfuegos,
uno de los grandes programas de colaboración
entre La Habana y Moscú en los años
ochenta que, como la construcción de la
central electronuclear de Juraguá, quedó
interrumpido tras la desaparición de la
Unión Soviética.
Durante una década Cuba buscó socios
extranjeros para echar a andar la refinería
-entre ellos Repsol y Petrobras-, pero sin éxito
debido a las altas inversiones requeridas. Ahora,
la voluntad y sintonía ideológica
entre Castro y Chávez ha sido determinante
para llevar a buen puerto la sociedad mixta, que
debe aportar entre 800 y 1.000 millones de dólares
para rehabilitar la instalación.
Fidel Castro en persona apadrinó la firma
del acuerdo entre Cuba Petróleo, que controlará
el 51% de las acciones, y la filial en Cuba de
la compañía Petróleos de
Venezuela (PDVSA), que tendrá el 49% restante.
Cuando la refinería esté acondicionada
tendrá capacidad para producir unos 70.000
barriles diarios, pero pasarán años
antes de que esto ocurra.
"Es la forma de mostrar a nuestra América
y al mundo lo que son realmente los convenios
de cooperación e integración entre
hermanos, donde nadie está buscando aprovecharse
del otro, sino lo que hay es un ganar-ganar, teniendo
en cuenta lo que cada uno puede aportar",
dijo en La Habana el embajador de Venezuela, Adán
Chávez Frías -hermano de Hugo Chávez-,
al referirse a la empresa mixta recién
firmada.
El año pasado estaba previsto un volumen
de intercambio comercial en torno a los 1.000
millones de dólares, pero, dijo el embajador,
al final se "superaron las expectativas"
y el intercambio bilateral "alcanzó
los 2.200 millones de dólares, de los que
unos 1.500 millones respondieron a los suministros
de petróleo".
3.200 millones
Las perspectivas para 2006 son alcanzar los 3.200
millones dólares, cifra que, dado su volumen
y concentración en un solo país,
para Cuba sólo es comparable a la época
de la "indestructible amistad" con la
antigua Unión Soviética. El acuerdo
para reactivar la refinería de Cienfuegos
es, en este sentido, más que simbólico:
además de constatar como las relaciones
económicas entre ambos países se
traban y consolidan, es también un regreso
a los grandes sueños revolucionarios de
antaño.
La refinería de Cienfuegos es parte de
la estrategia de Petrocaribe y del Alba (Alternativa
Bolivariana para las Américas), que pretende
alentar la integración regional al margen
de EE UU utilizando el petróleo venezolano
-vendido a precios preferenciales- como catalizador
de esa unidad.
También está la "Operación
Milagro", por la cual 6 millones de latinoamericanos
serán operados o tratados de enfermedades
de la vista en Cuba y Venezuela en los próximos
10 años. Ambos países se han comprometido
además a formar en igual periodo de tiempo
a 200.000 médicos de la región.Más
o menos lo dijo así Chávez en un
mitin: "Cuba y Venezuela, dos banderas y
una sola revolución".
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