Líder
católico de la disidencia lanza llamado a la paz
y concordia entre todos los cubanos
ACI
Prensa, 13 de agosto
de 2006.
LA HABANA, 13 Ago. 06 (ACI).- Al dar a conocer
la posición oficial del Movimiento Cristiano
de Liberación (MCL) frente a la salud de
Fidel Castro y la transferencia provisional del
mando a su hermano Raúl, el disidente católico
Oswaldo Payá Sardiñas hizo un llamado
a la reflexión serena y a la acción
responsable de las autoridades cubanas, la comunidad
internacional y los movimientos de la oposición
pacífica para realizar la paz y la concordia
entre los cubanos en la isla y el mundo.
Al inicio de su comunicado, el líder opositor
descartó que los principios e ideales que
alientan el actual llamado se deban a la coyuntura
y la improvisación evocando la larga trayectoria
del MCL en la lucha por los cambios pacíficos,
la reconciliación, la concordia y la apertura
y respeto de los derechos de todos los cubanos.
Sobre la situación actual en Cuba, que
"llama a todos los cubanos a la reflexión
sobre nuestro futuro, que es una responsabilidad
de todos", el reconocido activista se dirigió
a las autoridades, a la comunidad internacional,
a los movimientos cívicos y de la oposición
pacífica, y a la nación española.
Al dirigirse a los primeros, Payá recordó
su gran responsabilidad advirtiéndoles
que "si sus pronunciamientos y acciones se
orientan a mantener un ambiente de paz y de respeto
a todos los cubanos, ninguna institución,
organización o ciudadano podrá entonces
sentirse apoyado para usar lenguajes excluyentes
u ofensivos, amenazar o agredir a otros compatriotas,
ya que semejantes actitudes pueden llegar a abusos
y violencias que en nada se corresponden con el
ambiente de respeto, tolerancia y concordia que
Cuba necesita y al que los cubanos tienen derecho".
"Los cubanos tienen derecho y necesidad
de pensar y hablar de su vida y de su futuro con
confianza y serenidad, sabiendo escuchar y con
respeto del prójimo y del orden",
precisó.
Asimismo, el presidente de MCL pidió la
Unión Europea, Latinoamérica, Canadá,
los Estados Unidos de América y el resto
del mundo su contribución "a un ambiente
de paz y serenidad entre los cubanos y en el caso
en que les sea posible, al entendimiento y el
diálogo entre cubanos".
"Cualquier expresión y acción
que pretenda definir o decidir lo que debe ocurrir
en Cuba, cualquier otra exhortación que
no sea a la calma y a la paz, puede aumentar las
tensiones, las desconfianzas y los malos entendidos
entre cubanos y no es eso lo que Cuba quiere y
necesita", expresó Payá.
En su opinión, "no deben confundirse
algunas voces que desde el exilio hacen exhortaciones
y pronunciamientos, que a veces llegan a ser irresponsables,
con la de la mayoría de los exiliados que
tienen un espíritu pacífico y que,
aunque también tienen el deseo inmenso
y muy justo de reencuentro con su Patria cuando
sea posible por la vía ordenada y legal,
ahora priorizan la necesidad de que en Cuba haya
paz y concordia".
Payá, quien es también coordinador
del Proyecto Varela para una transición
democrática en la isla, pidió también
a los movimientos cívicos y de la oposición
pacífica actuar con "responsabilidad
y amor para con el pueblo de Cuba, por encima
de estrategias y posiciones políticas particulares".
Al precisar la posición oficial del Movimiento
opositor al régimen de Castro, el líder
enfatizó que "nuestra opción
y nuestro llamado es por la paz entre los cubanos,
por la serenidad, por el respeto de todos a todos
y a la vida y la dignidad de cada cubano, por
evitar la confusión y las expresiones y
acciones que puedan enfrentar a los cubanos entre
sí, por buscar entre todos el bien para
el pueblo de Cuba".
Mayor cercanía de España
Después de encomendar los "destinos
de la nación cubana" a Dios, Payá
expresó en una "Nota para los españoles"
que "España quizás tiene la
especial condición de ser amigo y familia
y por eso no debe limitarse solamente a mantener
posiciones prudentes y respetuosas que pueden
llegar a ser distantes".
"No estamos pidiendo que tome el papel que
sólo corresponde a los cubanos, pero no
creo que nadie quiera impugnar 'injerencia' si
España ahora, sin tanta cautela y sin temores
a importunar, se acerca más, mucho más",
precisó.
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