NOTICIAS
DE CUBA
El
Nuevo Herald
Washington a ciegas con la situación
en Cuba
Rui Ferreira, El Nuevo Herald.
4 de agosto de 2006.
Yal tercer día no fue la vencida. Como
ha sucedido en los últimos 50 años,
el general Raúl Castro sigue sumido en
la sombra de su hermano, el enfermo gobernante
Fidel Castro, pues no se le ha visto en público
pese al anunciado traspaso de poder.
La situación en la cúpula de la
isla ha dejado en la oscuridad hasta la misma
administración de George W. Bush, cuyos
portavoces admitieron abiertamente que no tienen
la más mínima idea de lo que sucede
en estos momentos en los entretelones del poder
cubano.
''Nuestro conocimiento sobre el proceso de toma
de decisiones de esta dictadura en particular
no es muy grande. No creo que haya mucha gente,
más allá del centro de poder en
Cuba, que sepa realmente lo que está sucediendo
allí. No tengo ninguna información
sobre el estado de salud de Fidel Castro'', dijo
ayer el portavoz del Departamento de Estado, Sean
McCormack.
Esto no ha impedido que Bush haya asegurado en
un comunicado que está monitoreando ''activamente''
la situación en la isla.
''En este momento de incertidumbre algo es seguro:
Estados Unidos se halla totalmente comprometido
en el apoyo a las aspiraciones de democracia y
libertad del pueblo cubano'', dijo el Presidente.
Esta es la segunda vez que Bush habla de la situación
cubana esta semana. El lunes, estuvo de paso por
Miami horas antes de que Cuba anunciara el traspaso
de poder entre los hermanos Castro.
La falta de información en Washington
sobre lo que sucede en la isla parece ser tan
acentuada que el senador Mel Martínez admitió
ayer: "Algunas veces la gente en Miami sabe
más que el gobierno [en Washington]''.
''Me lo han preguntado ya, pero la verdad es
que no tenemos más información que
aquella que el gobierno cubano ha revelado'',
añadió el senador cubanoamericano.
De todos modos, la ausencia del general Raúl
Castro de la luz pública ha levantado interrogantes,
principalmente a causa de una pequeña nota
incluida en la portada del periódico oficial
Granma en la edición del jueves.
En un recuadro, sin título, con una pequeña
introducción, el diario publicó
el extracto de un discurso del ministro de Defensa
del 1ro. de julio donde sostiene que hasta ''el
enemigo'', en referencia a Estados Unidos, "sabe
que la especial confianza que otorga el pueblo
al líder fundador de una revolución,
no se trasmite, como si se tratara de una herencia,
a quienes ocupen en el futuro los principales
cargos de dirección del país''.
''El comandante en jefe de la revolución
cubana es uno solo, y únicamente el partido
comunista [...] puede ser el digno heredero de
la confianza depositada por el pueblo en su líder'',
dijo Raúl. "Para eso trabajamos, y
así será, lo demás es pura
especulación, por no decir otra palabra''.
Según Phil Peters, el vicepresidente Lexington
Institute, un centro de análisis en Virginia,
la situación cubana actual obliga a usar
''una gran dosis de adivinanza'', pero "si
tuviera que apostar algo creo que al no aparecer
en público [Raúl], es un indicio
de que Fidel está recuperándose,
y [Raúl] se siente en la capacidad de decidir
cuándo debe aparecer y no sentirse obligado
a hacerlo''.
''En otras palabras, en la medida en que la condición
de Fidel empeore y estemos más seguros
de que Raúl va a asumir [el poder], más
posibilidades hay de que aparezca públicamente.
Pero si sucede lo contrario, es claro que Fidel
está mejorando, las cosas están
tranquilas en Cuba, y entonces Raúl se
quedará donde siempre ha estado, en la
sombra, y no entrará a ocupar el espacio
de su hermano'', añadió Peters.
Según un experimentado analista de asuntos
cubanos que pidió el anonimato porque su
opinión puede ser ''demasiado especulativa'',
la ausencia pública de Raúl puede
ser a la vez una señal de una mejoría
o de un empeoramiento del estado de salud de su
hermano. ''A Raúl no le gusta hacer discursos,
y además en estos momentos no tiene nada
que decir'', dijo la fuente.
''Es posible que Fidel no haya sido operado de
los intestinos, sino que tuvo una pequeña
parálisis o algo por el estilo y los médicos
le pueden haber dicho que se puede recuperar en
unos días o puede morir. Lo cierto es que
estamos en un período crítico [de
la sucesión], y con esta indecisión,
¿qué va a decir Raúl?'',
acotó la fuente.
''Porque si la historia oficial no es verdad
y [el presidente del parlamento, Ricardo] Alarcón
ha estado mintiendo estos días y Fidel
se muere, repito, ¿qué va a decir
Raúl?'', agregó el analista.
En medio de todo este revuelo de especulaciones,
las autoridades de la isla han lanzado una campaña
de cohesión nacional, de matiz militar,
al anunciar el refuerzo de sus medios de combate
y una movilización popular.
Las imágenes televisivas captadas en Miami
mostraron sendos actos políticos con oradores
arengando encaramados en blindados, reservistas
llamados a filas y el refuerzo de la vigilancia
en los barrios, dan una idea del estado de ''alerta
combativa'' en el país.
''Los medios de combate están listos para
defendernos'', sentenció Granma en primera
plana, en tanto que todos los medios locales apelan
al ''patriotismo'' y llaman a la población
a enfrentarse a las ''amenazas del imperio y la
mafia terrorista'', una referencia al exilio cubano.
En La Habana, el coordinador nacional de los
Comité de Defensa de la Revolución
(CDR), Juan José Rabilero, anunció:
'Hemos convocado a los destacamentos 'Mirando
al mar' para evitar las salidas ilegales, que
son un pretexto que siempre han tenido para provocar
una agresión a nuestro país''.
Los CDR, organismos de vigilancia que aseguran
tener más de 7 millones de miembros, fueron
''convocados para la defensa de la patria, tratando
de que haya un apoyo incondicional para la guerra
de todo el pueblo'', añadió.
rferreira@elnuevoherald.com
Washington, Miami, y la transicion cubana
Si tenía alguna duda de que el Presidente
Bush y los líderes del exilio cubano deben
evitar a toda costa declaraciones agresivas tras
los últimos acontecimientos en Cuba, una
conversación telefónica de una hora
con uno de los principales disidentes cubanos
en La Habana me corroboró mucho de lo que
pensaba.
Luego de dos días de intentos fallidos
de contactarlo telefónicamente, finalmente
logré hablar con Oswaldo Payá el
miércoles por la tarde. Payá, líder
del Movimiento Cristiano de Liberacion, se convirtió
en una figura internacional --y candidato al Premio
Nobel de la Paz-- a fines de la década
de los noventa, cuando su grupo logró reunir
más de 25,000 firmas en la isla para exigir
un referendo contemplado en la Constitución
cubana, y preguntarle al pueblo de Cuba si quiere
libertades democráticas. Recientemente,
su organización propuso un programa de
reconciliación nacional para una transición
pacífica a la democracia.
Como me lo esperaba, Payá me dijo que
las noticias sobre la enfermedad de Castro y su
anuncio de transferencia del poder a su hermano
Raul han causado un ''un impacto verdadero en
todos lo ciudadanos'' de la isla.
''Es una situación nueva, donde hay una
posibilidad real del fin de una etapa de Cuba'',
que produce ''una mezcla de sentimientos, porque
hay muchas personas identificadas con el gobierno'',
recalcó Payá. El ambiente en las
calles es de ''cautela'' y ''cierto silencio'',
agregó.
Cuando le pregunté sobre las declaraciones
del gobierno de Bush tras el anuncio del traspaso
del poder el pasado lunes, Payá alabó
el hecho que el gobierno estadounidense haya tenido
''una actitud cautelosa'' y "prudente''.
Pero también aclaró que declaraciones
como la del congresista Lincoln Díaz-Balart
del martes, llamando a los cubanos en la isla
a lanzar ''una campaña de resistencia civil,
de desobediencia civil'', así como el reciente
informe de la Comisión para Asistir a la
Liberación de Cuba del gobierno de Bush,
que define de los planes de los Estados Unidos
para una Cuba postcastrista, pueden hacer más
daño que otra cosa.
Además de ser una injerencia en los asuntos
internos de Cuba, este tipo de mensajes le dan
al régimen cubano argumentos para seguir
perpetuando el mito de que Washington quiere invadir
Cuba, y que la mayoría de los cubanos exiliados
en Miami quieren desalojar a los cubanos en la
isla de sus actuales viviendas, y retomar el país.
''Estamos en una situación muy compleja,
muy tensa'', apuntó Payá. "El
mensaje de Estados Unidos debería ratificar
que no hay tal amenaza, que no hay disposición
ninguna de intervención, ni de agresión.
Debería decir: 'Miren, el proceso cubano
tienen que definirlo solamente los cubanos, y
su transición deben diseñarla los
propios cubanos''.
En cuanto a la declaración del martes
de Díaz-Balart, Payá apuntó
que no quiere entrometerse en ''ninguna polémica
partidista interna en Estados Unidos'', pero agrego
que "un congresista de otro país,
tenga el origen que tenga, sin descalificar a
nadie, no tiene por qué llamar al pueblo
cubano a una u otra actuación. Eso es injerencia,
y eso es irresponsable''.
(Diaz-Balart señala, al respecto, que
su declaración no fue una injerencia, sino
que estaba haciendo de portavoz y prestando su
apoyo a disidentes cubanos en la isla que no tienen
acceso a los medios, y que estaban presentes por
vía telefónica durante su conferencia
de prensa).
''Estados Unidos, donde creo que hay buena voluntad,
debe tomar conciencia que el rol protagónico
del cambio no les corresponde a ellos'', agrego
Payá. "Crear una comisión,
hacer ese informe que entra a definir lo que tiene
que suceder dentro de Cuba, no le corresponde
a Estados Unidos... Estados Unidos debe estar
a la espera que el pueblo de Cuba pida la ayuda
que estime necesaria, en la forma que estime necesaria''.
¿Y qué hay del argumento de que
las democracias deben ayudar a las fuerzas democráticas
pacíficas en países totalitarios?,
le pregunté.
''Hay momentos y momentos'', respondió
Payá. "En este momento el mensaje
debería ser de tranquilidad y de no intervención.
Estos días son importantes y graves para
Cuba. Lo más importante es que haya paz,
porque hay un peligro de represión [gubernamental],
y una represión traería confrontación,
y eso traería un proceso que nadie sabe
dónde puede terminar''.
Otro prominente opositor pacífico, Vladimiro
Roca --el hijo del fundador del Partido Comunista
Cubano, Blas Roca-- me dijo en otra entrevista
que el gobierno de Bush y los líderes del
exilio cubano ''deberían mandar un mensaje
positivo, no amenazador, de reconciliación''
con Cuba.
Mi conclusión: estoy de acuerdo. Por suerte,
las encuestas muestran que la mayoría de
los exiliados cubanos no buscan un baño
de sangre, ni están motivados por la revancha,
ni por el ánimo de lucro. Pero muchos cubanos
en la isla, que viven hace casi cinco decadas
bajo el bombardeo constante de la propaganda oficial,
todavía creen que son víctimas potenciales
de una inminente amenaza norteamericana.
Es por eso que cualquier declaración agresiva
de Washington, o de los líderes políticos
de Miami, no hace más que hacerle el juego
a los hermanos Castro.
Una cumbre analiza la actual situación
en Cuba
Casto Ocando, El Nuevo Herald.
4 de agosto de 2006.
Una cumbre de economistas, politólogos
e intelectuales de Estados Unidos y otros países
se inició ayer en Miami para evaluar los
temas más candentes de la situación
en Cuba, en momentos en que según los expertos
ya está en marcha la sucesión del
gobernante Fidel Castro.
La reunión de tres días, que organiza
anualmente desde hace 16 años la Asociación
para el Estudio de la Economía Cubana,
no esperaba llevarse a cabo en medio de anuncios
sobre la grave enfermedad de Castro y el ascenso
al poder de su hermano Raúl, un tema que
ahora está ocupando el centro de la atención
de los académicos.
''Nos sentimos extremadamente honrados de acoger
a académicos tan distinguidos y a una conferencia
muy importante en estos momentos'', declaró
Eduardo Padrón, presidente del Miami-Dade
College, uno de los patrocinadores del evento.
Entre los ponentes y participantes se encuentran
académicos de más de 30 universidades,
de organismos como el Fondo Monetario Internacional,
el USAID y Diálogo Interamericano, y de
países como Inglaterra, Alemania y España.
Los sucesos de esta semana acapararon la discusión
en auditorios y pasillos.
''El primer elemento que nos preocupa es que
estamos en un vacío de información
sobre lo que está pasando verdaderamente
en la isla, cosa que si continúa es muy
preocupante'', afirmó Juan Del Aguila,
politólogo cubano de la Universidad Emory,
en Atlanta, que desarrolló la única
ponencia ayer centrada en los últimos acontecimientos
en la isla.
Del Aguila explicó que la falta de información
"indica que todavía no hay una línea
bien definida y bien clara, establecida entre
Raúl y sus hombres más cercanos,
a pesar de que había un plan. Y esto es
muy riesgoso''.
De Aguilar comentó que Raúl enfrenta
una serie de peligros que lo acosan como nuevo
comandante de la revolución:
o No sabe si va a ser el sucesor permanente,
y esto podría impedirle dar pasos serios
que definan una nueva línea, "porque
la Espada de Damócles de Fidel pende sobre
él''.
o Pueden surgir divisiones de envergadura en
el seno de la nueva cúpula, y estas divisiones
pueden explicar en parte el hecho de que "todavía
en público el nuevo régimen no tiene
cara''.
o Esto a su vez suscita una gran preocupación,
no sólo dentro sino también fuera
del país. Internamente, ''envía
un mensaje de confusión a la propia militancia''.
En el exterior, puede dar un mensaje equivocado
tanto a los países aliados como a sus adversarios.
Cualquiera que sea la línea del sucesor
Raúl Castro, va a enfrentar grandes dificultades
energéticas y económicas, coincidieron
economistas y analistas en el evento.
Para promover mejoras sustanciales en la economía
''hay esperar a que se haya realizado y consolidado
la sucesión en Cuba'', opinó Jonathan
Benjamín-Alvarez, profesor de Ciencias
Políticas de la Universidad de Nebraska.
''La infraestructura está muy deteriorada,
y rehabilitarla va a costar billones de dólares,
pero ese dinero no va a estar disponible sino
después de la transición'', agregó
Benjamín-Alvarez, quien ha visitado Cuba
en 21 ocasiones y ha estudiado de cerca las políticas
energéticas de la isla.
El principal obstáculo a las reformas
económicas en la isla estriba en que ''la
preocupación del gobierno es mantenerse
en el poder, y la liberalización económica,
como por ejemplo ha ocurrido en China, le representa
al régimen un problema serio de pérdida
de control que no se pueden permitir'', indicó
el profesor Luis Locay, economista de la Universidad
de Miami.
Locay, cuya exposición se centró
en las distorsiones del mercado laboral en la
isla, aseguró que a semejanza de los países
más pobres de la era soviética,
Cuba tardará más tiempo en recuperarse
debido a las distorsiones de su economía,
que lo que tardará el más pobre
de los países latinoamericanos.
Siguen desaparecidos Fidel y Raúl Castro
Rui Ferreira, El Nuevo Herald.
4 de agosto de 2006.
Y al tercer día no fue la vencida. Como
ha sucedido en los últimos 50 años,
el general Raúl Castro sigue sumido en
la sombra de su hermano, el enfermo gobernante
Fidel Castro, pues no se le ha visto en público
pese al anunciado traspaso de poder.
La situación en la cúpula de la
isla ha dejado en la oscuridad hasta la misma
administración de George W. Bush, cuyos
portavoces admitieron abiertamente que no tienen
la más mínima idea de lo que sucede
en estos momentos en los entretelones del poder
cubano.
''Nuestro conocimiento sobre el proceso de toma
de decisiones de esta dictadura en particular
no es muy grande. No creo que haya mucha gente,
más allá del centro de poder en
Cuba, que sepa realmente lo que está sucediendo
allí. No tengo ninguna información
sobre el estado de salud de Fidel Castro'', dijo
el jueves el portavoz del Departamento de Estado,
Sean McCormack.
Esto no ha impedido que Bush haya asegurado en
un comunicado que está monitoreando ''activamente''
la situación en la isla.
''En este momento de incertidumbre una cosa es
segura: Estados Unidos se encuentra totalmente
comprometido en el apoyo a las aspiraciones de
democracia y libertad del pueblo cubano'', declaró
el Presidente.
Esta es la segunda vez que Bush comenta sobre
la situación cubana esta semana. El lunes,
estuvo de paso por Miami horas antes que La Habana
anunciara el traspaso de poder entre los hermanos
Castro.
La falta de información en Washington
sobre lo que sucede en la isla parece ser tan
acentuada que el senador republicano Mel Martínez
admitió el jueves: "Algunas veces
la gente en Miami sabe más que el gobierno
[en Washington]''.
''Me lo han preguntado ya, pero la verdad es
que no tenemos más información que
aquella que el gobierno cubano ha revelado'',
añadió el senador cubanoamericano.
De todos modos, la ausencia del general Raúl
Castro de la luz pública ha levantado interrogantes,
principalmente a causa de una pequeña nota
incluida en la portada del periódico oficial
Granma en la edición del jueves.
En un recuadro, sin título, con una pequeña
introducción, el diario publicó
el extracto de un discurso del ministro de Defensa
del 1ro. de julio donde sostiene que hasta ''el
enemigo'', en referencia a Estados Unidos, "sabe
que la especial confianza que otorga el pueblo
al líder fundador de una revolución,
no se trasmite, como si se tratara de una herencia,
a quienes ocupen en el futuro los principales
cargos de dirección del país''.
''[...] el comandante en jefe de la revolución
cubana es uno solo, y únicamente el partido
comunista [...] puede ser el digno heredero de
la confianza depositada por el pueblo en su líder'',
dijo Raúl. Y remató: "Para
eso trabajamos, y así será, lo demás
es pura especulación, por no decir otra
palabra''.
Según Phil Peters, el vicepresidente Lexington
Institute, un centro de análisis en Virginia,
la situación cubana actual obliga a usar
''una gran dosis de adivinanza'', pero "si
tuviera que apostar algo creo que al no aparecer
en público [Raúl], es un indicio
de que Fidel está recuperándose,
y [Raúl] se siente en la capacidad de decidir
cuándo debe aparecer y no sentirse obligado
a hacerlo''.
''En otras palabras, en la medida en que la condición
de Fidel empeore y estemos más seguros
de que Raúl va a asumir [el poder], más
posibilidades hay de que aparezca públicamente.
Pero si sucede lo contrario, es claro que Fidel
está mejorando, las cosas están
tranquilas en Cuba, y entonces Raúl se
quedará donde siempre ha estado, en la
sombra, y no entrará a ocupar el espacio
de su hermano'', añadió Peters.
Según un experimentado analista de asuntos
cubanos que pidió el anonimato porque su
opinión puede ser ''demasiado especulativa'',
la ausencia pública de Raúl puede
ser a la vez una señal de una mejoría
o de un empeoramiento del estado de salud de su
hermano. ''A Raúl no le gusta hacer discursos,
y además en estos momentos no tiene nada
que decir'', dijo la fuente.
''Es posible que Fidel no haya sido operado de
los intestinos, sino que tuvo una pequeña
parálisis o algo por el estilo y los médicos
le pueden haber dicho que se puede recuperar en
unos días o puede morir. Lo cierto es que
estamos en un período crítico [de
la sucesión], y con esta indecisión,
¿qué va a decir Raúl?'',
acotó la fuente.
''Porque si la historia oficial no es verdad
y [el presidente del parlamento, Ricardo] Alarcón
ha estado mintiendo estos días y Fidel
se muere, repito, ¿qué va a decir
Raúl?'', agregó el analista.
En medio de todo este revuelo de especulaciones,
las autoridades de la isla han lanzado una campaña
de cohesión nacional, de matiz militar,
al anunciar el refuerzo de sus medios de combate
y una movilización popular.
Las imágenes televisivas captadas en Miami
mostraron sendos actos políticos con oradores
arengando encaramados en blindados, reservistas
llamados a filas y el refuerzo de la vigilancia
en los barrios, dan una idea del estado de ''alerta
combativa'' en el país.
''Los medios de combate están listos para
defendernos'', sentenció Granma en primera
plana, en tanto que todos los medios locales apelan
al ''patriotismo'' y llaman a la población
a enfrentarse a las '''amenazas del imperio y
la mafia terrorista'', una referencia al exilio
cubano.
En La Habana, el coordinador nacional de los
Comité de Defensa de la Revolución
(CDR), Juan José Rabilero, anunció:
'Hemos convocado a los destacamentos 'Mirando
al mar' para evitar las salidas ilegales, que
son un pretexto que siempre han tenido para provocar
una agresión a nuestro país''.
Los CDR, unidades de barrio que agrupan a más
de 7 millones de personas, fueron ''convocados
para la defensa de la patria, tratando de que
haya un apoyo incondicional para la guerra de
todo el pueblo'', añadió.
rferreira@elnuevoherald.com
|