La
enfermedad de Castro estremece Cuba
El
Mundo, España,
1 de agosto de 2006.
LA HABANA, EFE - La noticia sobre la intervención
quirúrgica que ha sufrido el líder
cubano, Fidel Castro, y que le ha obligado a delegar,
por primera vez tras cerca de medio siglo en el
poder, en su hermano menor, Raúl, ha estremecido
la isla de un extremo a otro.
Los cubanos esperaban una información
especial porque la televisión cubana había
anunciado en el noticiero nocturno que a primeras
horas de la noche se leería un comunicado
con una proclama del líder cubano. Un mecanismo
totalmente inusual en el país.
A las 21.15 (1.15 GMT) se despejó la incógnita.
El jefe de Despacho de Castro, Carlos Valenciaga,
apareció ante las cámaras de la
televisión local con semblante serio para
informar de la operación al líder
cubano y de su decisión de delegar provisionalmente
en su hermano Raúl, el segundo hombre del
régimen.
Valenciaga leyó un comunicado, escrito
por Castro y firmado con su puño y letra,
en el que informaba de que había sufrido
"una crisis intestinal aguda con sangramiento
sostenido que me obligó a enfrentar una
complicada operación quirúrgica".
El comunicado sorprendió a la mayoría
de la población. Apenas unos segundos después,
las líneas de teléfono de la isla
se colapsaron por las llamadas entre cubanos de
dentro y fuera del país para comentar la
noticia.
En La Habana (2,1 millones de habitantes), las
calles se mantuvieron vacías, como es habitual
a esta hora de la noche en amplias zonas de la
ciudad y la capital no acusaba ningún signo
de actividad extraordinaria al filo de la medianoche.
"Esta es una noticia que conmueve al país
y al mundo. Es una noticia inesperada, no se esperaba
y trae consigo muchas incógnitas",
comentaba Rudi, un vecino de La Habana que había
escuchado atónito el mensaje del presidente.
La noticia, sin embargo, no le impidió
jugar la partida de dominó diaria programada
con sus vecinos del barrio habanero de Miramar.
El anuncio sorprendió también a
diplomáticos, empresarios y periodistas
extranjeros, que se encuentran en máxima
alerta.
Más de uno ha decidido suspender sus vacaciones
y algunos incluso han regresado esta noche del
aeropuerto de La Habana a punto de facturar sus
maletas ante la importancia de la noticia.
"Lo peor ya ha pasado y es posible que haya
partes médicos para informar a la población
en los próximos días", explicaba
un funcionario cubano próximo al entorno
de Castro.
Pocos podían esperar una noticia como
ésta después de ver al líder
cubano hablar durante más de cinco horas,
de pie, en dos actos multitudinarios organizados
el pasado día 26, en conmemoración
del aniversario del asalto al Cuartel Moncada,
considerado el inicio de la revolución.
Los cubanos no habían visto nunca delegar
funciones a Fidel Castro.
Ni el desmayo que sufrió durante un acto
multitudinario en las afueras de La Habana en
2001, ni la caída que le provocó
graves lesiones en un brazo y una pierna en octubre
de 2004 le habían obligado a apartarse
temporalmente de todas sus funciones políticas.
Apenas unos minutos después de caer, el
propio Castro tomó el micrófono
para tranquilizar a la población y a los
pocos días relató los detalles de
su operación en "Granma", el
órgano oficial del Partido Comunista de
Cuba.
También tras el desmayo de 2001 compareció
en televisión y bromeó comentando:
"fue un ensayo. Me hice el muerto, para ver
qué entierro me hacían".
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