Las
Damas de Blanco, 'sorprendidas' por lo ocurrido,
temen represalias y dicen que con Raúl 'todo seguirá
igual'
Terra,
1 de agosto de 2006.
Gisela Delgado, representante de la organización
de familiares de presos políticos cubanos
Damas de Blanco, se mostró hoy sorprendida
por la decisión del presidente, Fidel Castro,
de transferir poderes a su hermano Raúl,
y expresó su temor ante la posibilidad
de que las autoridades tomen represalias contra
la disidencia interna.
En las últimas horas, desde que se conoció
oficialmente el mensaje de Castro en el que toma
la decisión de delegar provisionalmente
el poder, Delgado asegura haber detectado una
vigilancia 'más activa y masiva' en los
alrededores de los domicilios de líderes
disidentes, tanto en La Habana como en otros puntos
del interior del país.
'Yo temo que haya una represión por parte
de las autoridades hacia la población',
afirmó la esposa de Héctor Palacios
en declaraciones a Europa Press. Así, explicó
que desde primeras horas ha recibido llamadas
desde otras provincias en las que aseguran que
en las calles hay 'más policía y
gente vestida de verde'.
En este punto, expresó su sorpresa por
lo ocurrido en las últimas horas porque,
según recordó, los cubanos que siguen
en la isla no están acostumbrados a que
desde el Gobierno se les informe 'con tanta prisa
y con tanta precisión' de las enfermedades
y las recuperaciones del presidente Castro.
Así, Delgado insistió en que este
reconocimiento público del estado de salud
del comandante por parte de las autoridades es
un 'síntoma claro' de que 'algo muy malo
y serio debe estar pasando', pero consideró
necesario 'mantener la calma' y esperar a ver
lo que vaya sucediendo 'en los días venideros'.
'RAUL: MAS DE LOS MISMO'
Cuando se le pregunta por el futuro de la isla
lo lo tiene claro: 'Ahora tenemos que esperar
a ver qué pasa, pero para nosotros los
disidentes, Raúl es más de lo mismo.
No siento que en la actual situación se
vaya a producir algún cambio', añadió
la esposa de Héctor Palacios.
Por su parte, el periodista y economista independiente
Oscar Espinosa Chepe --que formó parte
del 'grupo de los 75' encarcelados en 2003 y salió
de prisión en noviembre de 2004-- afirmó
que por el momento no tiene constancia de que
se haya producido ningún tipo de represión
contra disidentes y opositores en la isla, y precisó
que la situación se vive con 'mucha normalidad'
y con 'mucha cautela'.
Sin embargo, en declaraciones a Europa Press,
admitió que hay 'bastante temor por parte
de algunas personas' de que se produzcan 'hechos
negativos'. 'Hay mucho peligro, sobre todo para
nosotros, en esta situación', dijo aludiendo
a la posibilidad de que 'elementos incontrolados
del régimen' ataquen a la disidencia.
Espinosa Chepe subrayó que la situación
actual es 'muy complicada' y 'algo inédito
en Cuba', puesto que Fidel Castro jamás
había delegado su poder, ni siquiera temporalmente.
Esta 'repentina enfermedad', dijo, ha sido una
'sorpresa muy grande' para todos en la isla.
El economista independiente se mostró
convencido de que 'a mediano plazo' se producirán
cambios en la situación del país
porque Raúl Castro, aunque de momento ha
recibido el poder sólo de manera temporal,
verá aumentado su papel.
'Todo parece indicar que la situación
del presidente es grave, es delicada, y todo hace
pensar que aunque la rebase será como figura
más bien representativa', opinó.
Fidel Castro, dijo, 'tiene un gran carisma' y
'llenó la historia de Cuba durante la segunda
mitad del siglo pasado', de modo que 'al faltar
él habrá que llenar eso con hechos
que supongan una mejora para la población'.
'PRAGMATICO'
Raúl Castro, prosiguió, 'no es
carismático' pero es 'un hombre más
pragmático' y un 'organizador' que ha articulado
mecanismos de flexibilidad en otros momentos de
crisis para Cuba. Por esto y por la situación
que ya vive el país, a juicio de Espinosa
'es necesario dar cambios, darle al pueblo más
participación en la economía'.
Entre las medidas que podrían suponer
mejoras para la población, prosiguió,
podría ser la excarcelación de los
presos de conciencia. Así se expresó
también su esposa, Miriam Leiva, que pidió
la liberación de los 60 presos del grupo
de los 75 que aún siguen en distintas cárceles.
A su juicio, en este momento la comunidad internacional
puede 'reforzar' su posición de pedir más
apertura al Gobierno cubano y 'muy enérgicamente
demandar que se respete la integridad física
del pueblo cubano y sobre todo de los presos'.
Leiva también confió en que no
haya actos de represión contra la disidencia
--'somos gente pacífica y constructiva',
dijo-- y opinó, en este sentido, que si
el régimen cubano quiere 'una situación
tranquila en el país' no le conviene que
haya represión contra la disidencia.
'Por la situación económica hace
ya rato que hay mucha inestabilidad social. Ojalá
que prime la cordura y que haya un proceso de
liberación de los presos, no de persecución',
añadió. EFE
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