Crece
la represión de Castro, pero no cesan las protestas
La persecución y el
repudio contra opositores y periodistas se incrementó
en las últimas semanas. Sin embargo, activistas
y disidentes siguen con reclamos de libertad al
régimen
Infoabe,
Argentina, 19 de octubre de 2005.
La persecución y el repudio contra opositores
políticos y periodistas en Cuba se incrementaron
en las últimas semanas.
Sin embargo activistas y disidentes siguen con
los reclamos de libertad al régimen de
Fidel Castro, según informó El Nuevo
Herald.
El denominado grupo "Damas de Blanco"
realizó una marcha en reclamo de la libertad
de presos políticos. Este tipo de manifestaciones
no es habitual en la isla.
''A todas las organizaciones defensoras de los
derechos del hombre queremos decirles que no tenemos
miedo; no hacemos más que decir en silencio
lo que otros no se atreven y que continuaremos
asistiendo a la casa de Dios todos los domingos
vestidas de blanco para orar por la salud de nuestros
familiares'', afirmó una de las Dama de
Blanco.
En tanto un miembro del Movimiento Cristiano
Liberación fue desalojado junto a su familia
de su pequeña casa por decenas de policías
y funcionarios. Le dijeron que ocupa la casa de
manera ilegal.
''Es una gran arbitrariedad del gobierno que
es el único responsable de esto'', denunció
Ernesto Martínez Fonseca, quien consideró
que la acción es una "represalia por
mi militancia y mi condición de disidente''.
''Yo seguiré siendo quien soy, reclamando
los derechos de los cubanos hasta que un día
logremos lo que este pueblo desea'', afirmó
a la agencia EFE.
Los actos de repudio también incluyeron
a dirigentes religiosos laicos.
El obispo de Holguín, monseñor
Héctor Peña Gómez, denunció
que un diácono fue víctimas de una
golpiza.
''En la esquina los esperaban dos señores,
uno de ellos lo agredió e insultó
de manera violenta, en presencia de su esposa
e hijo, a la vez que lo golpeó en repetidas
ocasiones en el rostro y en el pecho'', indicó
el comunicado oficial del Obispado de Holguín.
El comunicado añadió que una semana
antes, el diácono fue registrado en su
persona, junto con su equipaje en la terminal,
cuando se disponía a viajar hacia la ciudad
de La Habana y que con anterioridad fue objeto
de un acto de intimidación en su vivienda
y otro acto de repudio organizado por el Comité
de Defensa de la Revolución de su cuadra.
''Este y otros hechos que no parecen ser tan
aislados, están creando un malestar cada
vez más creciente entre los muchos miembros
de las comunidades, entre los sacerdotes, los
religiosos y laicos. Además son incontables
las llamadas de ciudadanos a la sede del Obispado,
intentando corroborar la veracidad de tales hechos'',
indicó monseñor Peña.
|