"En
Cuba no hay perspectiva de futuro"
El andaluz, director de la
premiada "Solas", habla de "Habana
Blues", su película sobre músicos
cubanos.
Diego Lerer. dlerer@clarin.com.
Clarín,
Argentina, 10 de octubre de 2005.
Será que el acento andaluz y el cubano
tienen algunas sonoridades parecidas. O bien,
que lo cubano se le pegó a Benito Zambrano,
sevillano, durante sus largos años en La
Habana, primero como estudiante y luego como realizador.
El director de la premiada Solas (1999), de 40
años, estuvo en Buenos Aires para hablar
de su nueva película, Habana Blues, que
se estrenó en marzo en España con
enorme éxito (tanto la película,
que llevó 650 mil espectadores, como su
banda sonora) y que se verá aquí
desde el jueves.
El filme cuenta la historia de dos amigos músicos,
cubanos, que forman una banda de rock y que se
ven enfrentados a una difícil decisión
cuando unos productores españoles viajan
a la isla con intenciones de transformarlos en
estrellas de la world music.
"Me enamoré de Cuba cuando estudié
en la escuela de cine de San Antonio de los Baños
-dice-. Siendo andaluz, me sentía como
en casa. Me hubiese quedado a vivir allí,
la pasé muy bien. Pero después que
egresé, en 1994, volví a España."
¿Fue en esa etapa de tu vida cuando se
te ocurrió la historia?
Las historias no vienen cuando uno quiere sino
cuando vienen. Cuando estaba en España,
en el '96, apareció una historia de un
joven músico, negro, un tipo loco y enamoradizo.
La escribí pero el guión no me terminaba
de convencer. Era muy diferente, los músicos
eran como una Novísima Trova Cubana. Después
escribí Solas. Cuando le ofrecí
a un productor los dos proyectos prefirió
Solas. Estaba mejor terminado y era, además,
más fácil de hacer. Especialmente
para una opera prima. La historia de Habana Blues
la retomé en el 2002.
Cambiaron muchas cosas en Cuba y en tu vida en
todo ese proceso. ¿Cómo afectó
a la historia?
Cambió el tipo de música. Cuando
volví a ir a Cuba me di cuenta de que la
movida underground había cambiado mucho,
y me interesó más meterme en el
mundo del rock y del hip-hop, que entre los jóvenes
allí tiene mucha fuerza. Pero la música
es una excusa para hablar de otras cosas, de gente
joven que tiene parámetros distintos a
los de la cultura oficial. Gente rebelde, innovadora.
Podía haberla hecho con gente de teatro
también.
¿Y la situación en Cuba cambió?
No es fácil. Todos buscan una manera de
salir para subsistir y mandar dinero para casa.
No tienen mucha perspectiva de futuro allí.
Viven con pocas expectativas.
¿Tenés una posición respecto
a la situación política cubana,
respecto a Fidel Castro?
Tengo un gran respeto y cariño por el
pueblo cubano. Mucha gratitud por todo lo que
me dio. Ahora bien, soy amigo de Cuba pero eso
no significa que le otorgue un cheque en blanco.
Soy bastante crítico en lo político.
La verdad es que me defraudé. Por errores
y abusos, por la falta de libertad, por el control
rígido que se ejerce sobre la gente. Igual,
aclaro que no tuve ningún problema para
hacer la película.
La película refleja un amor-odio con Cuba,
¿creés que se podrá ver allí?
Ya hay videos piratas, los VHS antiguos. Oficialmente
no recibí ningún comentario. Y es
posible que se estrene también.
En tu vida, "Solas" marca un antes
y un después muy claro, ¿no?
Antes de Solas, nada. Después, todo. Es
así de sencillo. Tuvo un efecto brutal
en mi vida. Antes había meses en los que
no tenía dinero para comer. Y después
pasó lo que pasó, la película
superó lo cinematográfico y se convirtió
en un fenómeno social, que emocionó
a toda España. Ganamos muchos Goya con
la película y llegó a gente que
casi nunca va al cine. Lo más importante
que me dio Solas fue la posibilidad de elegir
qué hacer.
¿Por qué tardaste tanto entonces
en hacer la segunda?
Es que nada te prepara para el éxito.
Te deja desquiciado. Yo no pude concentrarme en
nada por un tiempo. Y luego acepté un trabajo
por encargo para la televisión (la serie
Padre coraje, nada que ver con la argentina) más
que nada para romper con la inercia. Y finalmente
pude retomar Habana Blues.
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