Castro dice que producción
de azúcar es la ruina para la isla
Dictador cubano instó
a parar la corrupción y el mercado negro
en el país para mejorar sistema de reparto.
La
Segunda, Chile, 20 de marzo de 2005.
LA HABANA Fuente: Agencias - El dictador cubano
Fidel Castro, afirmó hoy que el azúcar,
que tradicionalmente ha representado la primera
industria de Cuba, "hoy es la ruina"
para la economía de la isla debido al alto
consumo de combustible que implica.
"Ahora subió un poquito el precio
del azúcar, pero sé que del azúcar
no volverá a vivir jamás este país,
pertenece a la época de la esclavitud y
de un pueblo lleno de semianalfabetos, un 30 por
ciento de analfabetos totales y desempleados que
hacían el trabajo animal", dijo Castro.
Durante una intervención especial ante
dirigentes del Partido y de la Juventud Comunista,
representantes de organizaciones sociales y oficiales
de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior,
Castro recordó que la producción
azucarera de este año no superará
los 1,5 millones de toneladas, la peor desde hace
un siglo.
Castro reconoció que la intensa y persistente
sequía que está azotando a la isla
por segundo año consecutivo está
haciendo "tremendo daño" a la
cosecha azucarera, pero opinó que "por
eso aquí tenemos que replantearnos todo".
Pese a estas pésimas previsiones, Castro
subrayó que la industria azucarera "consume
tres veces más diesel que el Ministerio
de Transportes".
"Saben lo que significa 1.000 toneladas
diarias de diesel", preguntó el líder
cubano, que cifró en 183 millones de dólares
su valor, y cuestionó los cálculos
del equipo de economistas que destinó 293.000
toneladas de combustible a la industria azucarera.
Tras subrayar que se han disparado los precios
del petróleo, Castro insistió en
reprochar a los economistas "por qué
no se meditó en todo esto. Casi por causalidad
se descubre que ya habían pasado los tiempos
en que el azúcar podía ser el sustento
de este país. Hoy es la ruina".
Una producción azucarera tan baja "se
debe, en parte, a la sequía pero, no podemos
vivir de cosas que dependan de la sequía
porque entonces con una sequía nos morimos
no sólo de sed sino también de hambre",
insistió.
Esta semana, el ministro del Azúcar, Ulises
Rosales del Toro, dijo que la sequía ha
dado un duro golpe a la actual cosecha azucarera,
que en la zafra pasada alcanzó 2,5 millones
de toneladas.
"Era el inicio de un despegue y se pronosticaba
un 2005 superior pues, además, se habían
sembrado 141.000 hectáreas" de la
gramínea, subrayó el ministro.
Pero, según Rosales del Toro, debido al
clima adverso la producción cayó
en forma violenta, pues la caña al cortarse
rinde dos toneladas menos por hectárea
mensualmente.
La actual cosecha es la tercera desde que el
gobierno cubano decidió en 2002 realizar
una reestructuración general de esta industria,
que implicó la desactivación de
70 centrales de las 156 existentes hasta entonces.
La más alta producción de la industria
azucarera cubana después de 1959 alcanzó
los 8,5 millones de toneladas en 1970, cuando
Castro se había fijado como objetivo alcanzar
los 10 millones de toneladas de producción.
Pide frenar corrupción
Fidel Castro reivindicó este jueves al
socialismo como el único sistema político
que conduce a la justicia social y anunció
la necesidad de crear "una nueva ética"
en la isla de gobierno comunista para combatir
la corrupción que azota al país.
"Hay que acabar con los 'trapicheos' (ventas
en el mercado negro)", dijo Castro en una
"intervención especial" efectuada
ante unos 2.000 representantes de la flor y nata
del poder en Cuba, incluidos ministros, dirigentes
del gobernante Partido Comunista y altos oficiales
de las fuerzas armadas.
"Tenemos la causa más justa, el mejor
sistema (político) y lo estábamos
despilfarrando", advirtió.
La sesión extraordinaria, anunciada en
la mañana por los medios de prensa oficiales,
había creado una gran expectativa entre
la población, que esperaba anuncios explosivos
de parte del veterano gobernante cubano.
"Se equivocaron. Frío, frío,
frío", subrayó Castro, quien
precisó que se trataba de "una sesión
más de trabajo, propio de este momento"
que vive el país. "No hay nada espectacular"
en esta intervención, agregó el
Comandante en Jefe en la reunión que se
efectuaba en el Palacio de Convenciones de La
Habana.
Luciendo su tradicional uniforme militar verde
olivo, Castro comenzó a leer comentarios
de la población sobre su anuncio efectuado
el 8 de marzo pasado de repartir ollas arroceras
eléctricas a través de los mercados
subsidiados por el Estado, pese a la crisis energética
que se abate sobre la isla.
"Corriente no faltará", dijo
el mandatario antes de anunciar que "para
el primer trimestre del año que viene ya
se podrá dormir tranquilos", sin apagones,
debido a las medidas adoptadas por su gobierno.
Informó que a mediados del 2006 "la
capacidad de generación será tan
grande que no habrá riegos de apagones"
tras la reparación o restauración
de centrales energéticas y la adquisición
de grandes grupos electrógenos.
Luego dijo que en el futuro "se va a dar
más al pueblo y repartirlo mejor"
a través de las bodegas (almacenes) que
expenden sus productos en moneda nacional y no
en divisas, a la vez que alabó "las
formas socialistas del reparto".
Se deberá crear "una ética
nueva en el reparto", sostuvo Castro, ya
que "a todos nos duele mucho ver al vago
beneficiándose de lo mismo que reciben
los trabajadores".
Luego de explicar con extensos datos y cifras
las formas de superar la crisis energética,
el líder cubano cambió de tema y
pasó a alabar las propiedades alimenticias
del chocolate con leche, un tema que abordó
en su discurso del 8 de marzo pasado.
"Desde junio daremos chocolatín con
leche a las provincias orientales" de la
isla, anunció Castro bajo los aplausos
de su audiencia, para indicar que este beneficio
se hará extensivo a todo el país
en un futuro cercano.
El chocolate y la leche "no están
aquí" y hay que importarlo, dijo.
Estos productos "deberán viajar (a
la isla) para que tengan su luna de miel. Chocolatín
con leche para las provincias orientales",
añadió el gobernante.
Castro, de 78 años de edad y 46 de ellos
en el poder en Cuba, comenzó su discurso
a las 18h05 (22H05 GMT) y continuaba haciendo
uso de la palabra más de dos horas después,
matizando su discurso con diálogos que
sostenía con dirigentes del Partido Comunista
a los que les requería respuestas y datos
sobre diversos temas.
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