"Cuba es un decorado
con un solo protagonista y muchos figurantes"
David Moralejo, La Razón,
España, 18 de marzo de 2005.
Benito Zambrano vuelve con
"Habana Blues" tras el éxito
de "Solas"
"No quería ir a Cuba para decir quién
es el malo y quién es el bueno. No quería
hacer nada panfletario". Este era el objetivo
de Benito Zambrano con "Habana Blues",
su vuelta al cine después del éxito
-cinco años han pasado ya- de "Solas".
Un objetivo que parece cumplido por su parte,
pero no por el morbo que siempre suscita todo
lo relacionado con Cuba y los cubanos. Así
ocurrió ayer, durante la presentación
de la cinta en Madrid, a la que acudieron el propio
Zambrano y los actores Alberto Yoel, Roberto Sanmartín,
Yailene Sierra y Marta Calvó. En el aire
estaba la actriz principal, La Habana, protagonista
absoluta de esta historia de música -olvídense
del son: aquí hay punk, rock, hip hop,
fusión...- y de búsqueda de salidas
a un destino incierto. Salidas que unos encuentran
en una balsa que los lleve a Miami y otros descubren
en una discográfica española que
les promete una vida de éxito (y también
de exilio). Por eso, hay quien decide que la mejor
salida es la de quedarse en la isla, que, para
Zambrano, "tiene algo especial, te da una
energía única".
Mirada complaciente
No obstante, el director pergeñó
allí, hace diez años, el guión
de esta historia que "puede parecer una mirada
complaciente, pero aquí los personajes
se rebelan desde el punto de vista emocional,
no político". Sin embargo, ayer sí
se habló de política, a pesar de
los actores, que, como reconoció Yailene,
"preferiríamos no hablar siempre de
lo mismo. Vivo en Cuba y no me iré, porque
allí he alcanzado mi libertad personal".
Unas declaraciones que caldearon la charla,
al chocar con una conciencia social que no entiende
la relación de amor-odio que viven Castro
y los cubanos. Quizá por ello su compañero
de reparto, Sanmartín, intentó explicar
ese sentimiento, para no meter al propio Zambrano
en camisas de once varas: "En Cuba te enseñan
a amar la vida, aunque estemos todo el día
renegando de haber nacido allí. Porque
la Revolución no lo ha hecho todo mal:
ha creado una sociedad en la que lo importante
no es la economía, lo que crea una contradicción
diaria". Mientras, su compañera se
refirió a la censura como arma contra la
libertad de expresión: "No hay represión
como tal. Allí no se reprime, se anula.
La no existencia de ciertos individuos es su manera
de callar voces. Pero la gente se ha cansado de
vigilar, ya no es como antes".
Fue al final cuando el director zanjó
el tema: "Mis amigos cubanos no hablan de
política, tienen mil cosas más en
las que pensar. Ya sabemos que este país
es un gran decorado con un solo protagonista y
muchos figurantes, pero también es un lugar
en el que, de cada rincón, sale una película.
Todos los conflictos, todos los dramas, están
allí. Por todo ello, creo que el pueblo
cubano se merece esta película".
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1999 La Razón C/Josefa Valcárcel
42, 28027 Madrid (España)
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