Ofensiva diplomática
cubana en Europa para recuperar el control de
los fondos de ayuda al desarrollo
Algunos países, entre
ellos España, están dispuestos,
para conseguir que en junio próximo la
UE revise favorablemente a sus intereses la medida
provisional adoptada, a poner encima de la mesa
importantes fondos de ayuda al desarrollo y proyectos
de cooperación al servicio de las autoridades
cubanas. Pérez Roque y Malmierca no quieren
otra cosa, luego es previsible una progresiva
y condicionada liberación de presos políticos
para conseguir sus objetivos.
El
Diario Exterior. 7 de marzo de 2005.
Según ha podido saber Diario Exterior
de fuentes diplomáticas españolas
la ofensiva del gobierno cubano ante la UE, auspiciada
por el gobierno español de José
Luis Rodríguez Zapatero, tendría
también como objetivo recuperar el control
de los cuantiosos fondos de ayuda al desarrollo
que cada año recibe Cuba. Dichos fondos
se orientan fundamentalmente a paliar las necesidades
alimentarias y de medicamentos que la población
demanda. La estrategia del régimen castrista,
en el pasado, consistió siempre en tratar
de impedir que la población conociera el
origen internacional de dichas ayudas. De ese
modo, las autoridades comunistas se presentaban
ante los ciudadanos como estado benefactor y solidario.
Cuando en la década de los noventa fue
imposible mantener dicho artificio, gracias al
turismo y al progresivo aislamiento político
de la dictadura, las ayudas internacionales se
presentaban fruto del apoyo a la dictadura de
buena parte de los países del mundo frente
al bloqueo norteamericano.
Según los diplomáticos consultados
por Diario Exterior, la estrategia política
del anterior gobierno español ante la UE,
propiciando una acción conjunta de presión
sobre las autoridades cubanas que condicionaba
la ayuda a los avances democráticos y al
respeto de los derechos humanos, comenzaba a dar
sus frutos en la sociedad cubana. España
nunca suspendió su cooperación e
incluso ésta se vio incrementada entre
1996 y 2004. Pero el gobierno de Aznar exigió,
en el caso del importante programa de ayuda alimentaria
(aceite y leche) que éste fuera recibido
y distribuido por la organización Caritas
Cuba, de la Iglesia católica cubana. Aunque
inicialmente Cuba se opuso a la fórmula,
hubo de aceptarla debido a la presión,
incluso, de los propios funcionarios del régimen
conocedores de las urgentes necesidades de la
población. Otros muchos proyectos de desarrollo
fueron orientados a organizaciones que trabajaban
directamente con la población sin la intermediación
del aparato administrativo del régimen.
La visibilidad de la cooperación española
no siempre se consiguió pues determinadas
ong´s de marcada afinidad ideológica
con el régimen siguieron trabajando con
agrupaciones y entidades del partido comunista
cubano.
La realidad es que en los últimos años
y en el interior de Cuba comenzaba a ser más
evidente el fracaso del propio régimen,
incapaz de atender las necesidades básicas
de la población, y a vislumbrarse una incipiente
aceptación de pequeños movimientos
internos en favor de un mayor grado de apertura
y reformas. La ofensiva interna declarada en los
últimos días para reforzar el control
de las estructuras laborales y los trabajadores
destinados al turismo (recuérdese que las
empresas extranjeras no eligen a los trabajadores
locales, su salario e incluso las propinas son
administrados por el sindicato comunista) es la
prueba evidente de lo anterior.
Quien tuviera importantes responsabilidades en
anteriores gobiernos, Rodrigo Malmierca (fue responsable
de la cooperación cubana) y ahora embajador
ante la UE, sería el encargado de conseguir
que la UE y los estados miembros reorientaran
su política de cooperación para
el desarrollo con el propósito de recuperar
la administración de los fondos comunitarios.
Las fuentes consultadas por Diario Exterior critican
la ingenuidad de autoridades españolas
y comunitarias y advierten como muy significativo
que el ministro de exteriores cubano, Felipe Pérez
Roque, comience su visita a la UE el próximo
día 10, con el comisario europeo de Cooperación
y Ayuda al Desarrollo, Louis Michel.
La intención es evidente. "La diplomacia
cubana elevará el tono de sus exigencias
políticas. No aceptará presiones
y sanciones, pero estará dispuesta al diálogo
si hay planes de cooperación, proyectos
y dinero bajo la mesa. Castro va a graduar en
ese sentido la liberación de presos políticos".
Malmierca declaraba el sábado que "el
Gobierno cubano está dispuesto a recomponer
las relaciones diplomáticas con la Unión
Europea, congeladas desde 2003 tras la detención
de 75 prisiones políticos, pero nunca aceptará
presiones o sanciones. Hay un nuevo momento. Va
a haber una serie de intercambios y visitas de
alto nivel en los próximos días,
y veremos cómo avanzan las cosas siempre
sobre la base del respeto y del diálogo".
Pérez Roque se encontrará también
con el presidente de la Eurocámara, Josep
Borrell, el 8 marzo en la sede de la institución
de Estrasburgo (Francia). Allí, asistirá
a la reunión del Intergrupo de relaciones
con Cuba, donde preparará la visita prevista
a la isla entre el 21 y el 24 de marzo de una
delegación formada por una docena de parlamentarios
de todos los grupos políticos. Estos eurodiputados,
que todavía deben perfilar la agenda, tienen
concertadas entrevistas con los representantes
de la disidencia interna, así como con
personalidades del régimen cubano. El comisario
Louis Michel tiene previsto además una
visita a Cuba entre el 24 y el 26 de marzo.
Los promotores europeos de la "normalización"
diplomática con Cuba esperan poder superar
las diferencias surgidas en el seno de la UE,
provocadas por checos y alemanes. Entre ellos,
el belga Franz Michils opina que el conflicto
sólo se resolverá favorablemente
en junio entre la UE y Cuba si se ponen de lado
"todos los a prioris" y ninguno de los
dos "ponen condiciones previas", por
ejemplo, para la liberación de presos.
Algunos países, entre ellos España,
están dispuestos, para conseguir que en
junio próximo la UE revise favorablemente
a sus intereses la medida provisional adoptada,
a poner encima de la mesa importantes fondos de
ayuda al desarrollo y proyectos de cooperación
al servicio de las autoridades cubanas. Pérez
Roque y Malmierca no quieren otra cosa, luego
es previsible una progresiva y condicionada liberación
de presos políticos para conseguir sus
objetivos.
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