Unidos en el programa
de transición
Dora Amador, El
Nuevo Herald, 26 de enero de 2005.
En el Latin Quarter Cultural Center de la Calle
8 de Miami tuvo lugar el sábado 22 de enero
una reunión sin precedentes entre cubanos.
Por primera vez representantes de todas las organizaciones
políticas importantes del exilio se reunieron
en torno a una enorme mesa rectangular para dialogar.
El encuentro fue convocado por el Comité
Coordinador del Diálogo Nacional en el
Exterior.
Y así fue que se empezó a lograr
a gran escala política el objetivo fundamental
del Documento de Trabajo para el Programa de Transición
del Movimiento Cristiano Liberación, que
dirige Oswaldo Payá Sardiñas: rescatar
la soberanía del pueblo, es decir, que
cada cubano vuelva a ser soberano practicando
su derecho a reunirse y ejercer la libertad de
expresión para planificar juntos un futuro
de libertad para Cuba con el consenso de todos.
El diálogo se está realizando allá
y acá.
''Lo que hoy se celebra aquí es el ejercicio
del verdadero diálogo, no es una revolución
militar ni conspirativa, y lo hacemos a la luz
del día: movilizar el ejército de
los insatisfechos aquí y allá'',
dijo Virgilio Beato, presidente del Comité
Coordinador. Presentes estaban las organizaciones
participantes en el Diálogo Nacional para
la Transición a la Democracia en Cuba y
dos oradores críticos al proyecto a quienes
se les invitó para escuchar sus argumentos.
Los dos ponentes fueron Antonio Jorge, economista
y fundador de la Concertación Cívica
Cubana y el banquero Alberto Luzárraga,
de la Alianza Democrática Cubana. Ambos
aportaron ideas brillantes sobre un proceso de
transición democrática viable para
Cuba y criticaron el documento de trabajo del
MCL, haciendo referencia específica a algunos
de sus postulados. Al final de cada disertación
los representantes de las organizaciones políticas
tuvieron la oportunidad de apoyar, cuestionar
o debatir los argumentos de Jorge y Luzárraga
y ellos de contestar. Ese intercambio de ideas
libres entre todos los participantes hizo posible
así el diálogo respetuoso a que
aspiramos para crear entre todos el Programa de
Transición que queremos.
''El consenso es lo esencial'', afirmó
Carlos Saladrigas, del Cuban Study Group. ''Hay
que eliminar el miedo, que es el mayor obstáculo
que existe. Si nos liberamos del miedo veremos
el cambio''. Saladrigas explicó que la
liberación de Cuba conlleva un proceso
que va "de la A a la Z. No queramos llegar
a la Z, a la visión final, si primero no
transitamos por la B, la C, etc.''.
Le pregunté al doctor Jorge que por qué
no se unía al Comité Coordinador
del Diálogo Nacional y me respondió
que lo haría cuando en Cuba se unieran
Oswaldo Payá y el grupo de Marta Beatriz
Roque, Oscar Elías Biscet, René
Gómez Manzano, et ad. ''Que se unan todos
allá y nos unimos todos acá''. Una
idea y un pedido que sale no sólo del corazón
de este hombre que tanto ama y lucha por la libertad
de Cuba, sale de muchos allá y acá:
unidad en la pluralidad de ideas hasta refundar
la república que todos queremos.
Providencialmente, al otro día de este
fecundo diálogo entre cubanos del exilio
se supo que los dirigentes de las mayores organizaciones
disidentes en Cuba planean llevar a cabo un Congreso
Nacional el 20 de mayo.
Convocado por la Asamblea para la Promoción
de la Sociedad Civil, que dirige Marta Beatriz
Roque y agrupa a más de 300 organizaciones
en la isla, el congreso se propone estructurar
un proyecto político de transición
a la democracia. El informe se le envió
a Fidel Castro y se le comunicó que los
disidentes harán uso del ''derecho de libertad
de reunión y de asociación pacífica''
para realizar el cónclave, al que han invitado
a unos 60 diplomáticos extranjeros y a
toda la prensa.
Sepamos aprovechar, por lo menos esta vez, la
oportunidad que Dios sin duda nos brinda de nuevo:
unirnos. Le pido a la Asamblea para la Promoción
de la Sociedad Civil que invite, si no lo ha hecho
ya, a Oswaldo Payá y al Movimiento Cristiano
Liberación al congreso; y a Payá
que asista y participe activamente en este histórico
evento que será decisivo para nuestro futuro
libre.
Si la Alianza para la Promoción de la
Sociedad Civil y los integrantes del Diálogo
Nacional Cubano unen sus fuerzas allá y
acá, habremos logrado lo que más
teme Castro: la unidad, y habremos creado entre
todos el programa de transición que queremos.
El 20 de mayo, la mayoría de las organizaciones
disidentes en Cuba habrán podido ver el
vídeo que se grabó de la reunión
celebrada aquí el 22 de enero. Esa grabación
ya está en la isla. Que se grabe en su
totalidad la del 20 de mayo para poder verlos,
escucharlos a ellos. ¿El próximo
paso? Una videoconferencia entre todos, los de
allá y los de acá. Que algún
periodista, algún canal de televisión
empiece a trabajar en eso ya, tenemos más
de tres meses. Los ''gastos'' de esa transmisión
deben ser secundarios, empresas y cubanos hay
que pueden costearla si tienen como prioridad
la libertad de Cuba.
Veamos la reacción de Castro y sus víboras,
que también los periodistas de la prensa
extranjera podrán grabar para la historia.
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