Juan Pablo II pide "genuina
libertad religiosa" para Cuba
ZENIT
- El mundo visto desde Roma. 9 de enero de 2005.
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 9 enero 2005 (ZENIT.org).-
Juan Pablo II pidió al gobierno de Cuba
"genuina libertad religiosa" al recibir
este sábado las cartas credenciales del
nuevo embajador de la isla caribeña ante
la Santa Sede.
En particular, el Papa pidió al ejecutivo
de Fidel Castro (a quien manifestó sus
"deseos por su salud") que se permita
la entrada en el país de misioneros procedentes
de otros países y recordó el derecho
de la Iglesia a iluminar con su palabra la vida
social.
En su discurso, el Santo Padre hizo además
una alusión crítica al embargo comercial
impuesto por los Estados Unidos a Cuba y alentó
la solidaridad internacional cubana.
"Para que la acción de la Iglesia
en el seno del pueblo cubano llegue a ser más
eficaz en orden a la promoción del bien
común --afirmó el obispo de Roma--,
es conveniente que, en un ambiente de genuina
libertad religiosa, pueda mantener e incrementar
los vínculos ya existentes de solidaridad
con otras Iglesias hermanas".
En particular, el sucesor del apóstol
Pedro pidió que se permita acoger a los
"sacerdotes, religiosos y religiosas"
que ponen a disposición Iglesias de otros
países para que "favorezcan la obra
de la Iglesia católica en Cuba, cuyos miembros
son parte del pueblo cubano, viviendo unidos y
en comunión y sintonía con la Sede
Apostólica".
La entrada en la isla de misioneros católicos
requiere el permiso de la Oficina de Asuntos Religiosos
del Comité Central del Partido Comunista
de Cuba. En Cuba hay 37.063 habitantes por sacerdote,
una de las cifras más elevadas del mundo
(en México son 7.143, en Estados Unidos
5.893, en España 1482, y en Italia 1.059).
El pontífice defendió también
el derecho de la Iglesia en Cuba a iluminar la
vida social en argumentos como "la amplia
problemática suscitada por la promoción
de la dignidad humana; la consideración
de la realidad familiar y la educación
de las nuevas generaciones en una cultura de la
paz, de la vida y de la esperanza".
El anuncio y la aplicación de la doctrina
social de la Iglesia, aclaró, "forman
parte de su misión evangelizadora y, consecuentemente,
de su propia identidad".
El pontífice alentó más
tarde el "espíritu de solidaridad",
que Cuba ha manifestado con otros países
necesitados, "con el envío de personal
y recursos materiales ante necesidades básicas
de varias poblaciones con ocasión de calamidades
naturales, conflictos o pobreza".
Asimismo hizo referencia al aislamiento económico
impuesto por los Estados Unidos a la isla.
"La Santa Sede --dijo-- desea vivamente
que se puedan superar cuanto antes los obstáculos
que impiden la libre comunicación e intercambio
entre la nación cubana y parte de la comunidad
internacional, afianzando así, mediante
un diálogo respetuoso y abierto con todos,
las condiciones necesarias para un auténtico
desarrollo".
El nuevo representante de La Habana en el Vaticano
es el diplomático de carrera Raúl
Roa Kourí (1936), quien en el pasado ha
sido embajador ante la Organización de
las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación
y la Cultura (UNESCO) y ante Francia.
En torno al 55% de los más de once millones
de habitantes en Cuba son católicos.
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