Cuba se aparta de la ONU
para medir el PIB
Gerardo Arreola, corresponsal.
La Jornada,
México, 10 de enero de 2005.
La Habana, 9 de enero. En abierta polémica
con el sistema que emplea la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), Cuba anunció
que reportará el crecimiento de su economía
con base en un método de su propia creación.
El giro en la forma de calcular el producto interno
bruto (PIB) fue impulsado por el presidente Fidel
Castro, quien dijo en diciembre de 2003 a la Asamblea
Nacional del Poder Popular (ANPP, el parlamento)
que ese indicador no refleja el valor de los servicios
gratuitos, y por tanto no mide adecuadamente el
crecimiento en Cuba.
Un año más tarde, el ministro de
Economía y Planificación, José
Luis Rodríguez, informó a los diputados
que esta vez el PIB se calculó con un método
distinto al del Sistema de Cuentas Nacionales
(SCN) que reconoce la ONU.
En la fórmula cubana, servicios gratuitos
como la educación y la salud fueron computados
con valores supuestos, tomados de tarifas de una
economía de mercado, dijo Rodríguez.
Sin embargo, no precisó cómo se
hizo el cálculo, qué casos se usaron
y con qué países se compararon los
servicios de la isla.
Un economista cubano que pidió no ser
identificado, dijo a La Jornada que al parecer
se tomaron bases como estas: "Aquí
se hicieron tantas operaciones de corazón;
cuánto valdrían si se cobraran a
los precios de equis país?" O bien:
"Hubo un curso de inglés por televisión;
¿cuánto hubiera costado si se vende
en casetes como en tal país?".
Por el método cubano, el PIB creció
5 por ciento en 2004, informó Rodríguez
a la ANPP. Pero la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (Cepal)
reportó el indicador calculado en el SCN
en 3 por ciento en su balance preliminar de diciembre
último.
La Cepal trabaja con cifras oficiales y coteja
sus previsiones con los gobiernos. Rodríguez
no informó el crecimiento según
el SCN.
"El resultado hasta ahora es que no se puede
saber la situación real de la economía
real en Cuba", dijo el economista.
Un diplomático residente en La Habana
opinó: "Los cubanos están en
su derecho de hacer esos y otros cálculos,
pero si quieren compararse con el resto del mundo
con las categorías que todos usamos, tienen
que aplicar el método que todos aceptamos;
por lo menos podrían darnos las dos cifras".
La difusión exclusiva de un PIB a la cubana
añadió un problema a la escasez
de información económica oficial
sobre la isla: no se ha publicado aún el
Anuario Estadístico de 2003, que suele
aparecer con un año de retraso; el informe
del Banco Central dejó de difundirse en
2002, la última balanza de pagos reportada
oficialmente es la de 2001 y ni siquiera se han
hecho públicos los resultados del censo
de población de septiembre de 2002.
Expertos estiman que hay un retroceso en los
modestos avances informativos que tuvo el país
al facilitar cifras oficiales desde 1996, después
de un apagón estadístico en la primera
mitad de la década pasada, cuando desaparecieron
todos los reportes públicos.
El apagón coincidió con el peor
momento de la crisis que siguió a la caída
de la Unión Soviética y la reapertura
de informes ocurrió cuando había
síntomas de recuperación.
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