Washington teme que UE
"anime a la línea dura del régimen" cubano
El gobierno norteamericano
se manifestó así frente al levantamiento
de sanciones diplomáticas por parte del
bloque europeo al gobierno de Fidel Castro
Infoabe,
Argentina, 1 de febrero de 2005.
EFE.- "Seguimos preocupados de que la suspensión
de las medidas restrictivas sin haber logrado
las metas para las que se impusieron animarán
a los de la línea dura del régimen
y desalentarán a la oposición pacífica",
declaró hoy el portavoz del Departamento
de Estado, Richard Boucher.
El portavoz matizó que la UE ha asegurado
que, en sus contactos con Cuba, planteará
el respeto a los derechos humanos y se ha comprometido
a desarrollar unas relaciones más intensas
con la oposición democrática.
"Animaremos a la Unión Europea a
apoyar de manera activa a la oposición
democrática. Les animaremos a unos esfuerzos
más vigorosos para centrar la atención
internacional en el atroz historial de derechos
humanos de Cuba", indicó el portavoz.
La experiencia de los Estados Unidos, según
Boucher, es que "un diálogo productivo
con el régimen de (el presidente cubano,
Fidel) Castro simplemente no es posible".
Esfuerzos anteriores, aseguró, "no
han traído consigo reformas ni políticas
ni económicas" y, por lo tanto, los
EE.UU. sigue creyendo que "la presión
que ha existido en el pasado es el único
planteamiento, el mejor planteamiento para tratar
de garantizar el cambio en Cuba".
"Seguiremos colaborando con los europeos
acerca de cómo promover mejor los derechos
humanos en Cuba y cómo apoyar mejor a la
oposición democrática", agregó
Boucher.
La Unión Europea decidió el lunes
la "suspensión temporal" de "todas"
las sanciones diplomáticas vigentes contra
Cuba desde junio de 2003, y mantener un diálogo
"constructivo" con las autoridades cubanas
y relaciones más intensas con la oposición.
La decisión fue adoptada a raíz
de la liberación de algunos de los 75 prisioneros
políticos condenados en marzo pasado.
Esas sanciones se revisarán antes de julio
para tener en cuenta el pluralismo democrático
y el respeto de los derechos humanos en Cuba,
indicó la UE.
Las sanciones levantadas incluían la restricción
de las visitas oficiales de alto nivel a Cuba,
la reducción de la participación
europea en los actos culturales en la isla y la
invitación a representantes de la oposición
cubana a las fiestas nacionales de las embajadas
de la UE en La Habana.
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