La vida de Elián González
después de huir de Fidel
En 1999 fue hallado en la
playa de Miami después de fugarse en una
balsa junto a su madre, que perdió la vida
en el mar para obtener la libertad para su hijo
Infoabe,
Argentina, 26 de abril de 2005.
El medio británico BBC se trasladó
a la ciudad de Cárdenas, en Cuba, para
conversar con Elián González. Para
los que no recuerdan el caso, se trata del niño
que de la mano de su mamá se hizo a la
mar escapando de la opresión castrista
y fue encontrado en los cayos de la Florida.
Elián fue uno de los tres sobrevivientes
que salió de Cárdenas, situado a
129km de la Habana, a finales de noviembre de
1999.
Pero cuando la balsa estaba por pisar suelo americano,
el exilio se convirtió en un desastre:
"A 56 kilómetros de la costa, la frágil
embarcación se encontró con una
tormenta".
Para salvar a su hijo, la madre de Elián,
que no podía nadar, se encargó de
llevarlo hacia terrenos de libertad y más
tarde murió ahogada.
Los familiares de la difunta que vivían
en Miami argumentaron que la tragedia sería
incluso peor, si el muchacho era enviado de vuelta
a la Cuba comunista.
Pero los tribunales estadounidenses se involucraron
en el caso y eventualmente sentenciaron a favor
del padre de Elián que vivía en
la isla, y el sufrido pequeño debió
regresar a Cárdenas.
Actualidad
Cinco años después de la tragedia,
Elián vive en Cárdenas junto a su
padre. Fidel Castro los ubicó en una de
las casas más importantes de la calle principal
de la zona.
Según la BBC, "es sólo un
muchachito como los demás", es lo
que dice casi todo el mundo en este pequeño
y polvoriento pueblo cubano cuando uno pregunta
por Elián González.
Se trata de un chico común y corriente,
que asiste a la escuela, tiene muchos amigos y
cuando le preguntan qué quiere ser cuando
sea grande, responde: gimnasta.
Su realidad cotidiana lo mantiene alejado del
drama que vivió junto a su madre. Una historia
que lo convirtió en el símbolo mundial
de la esperanza de libertad de una madre y su
hijo.
El gobierno comunista tiene como objetivo cuidar
los más mínimos detalles de Elián
y es por eso que instalaron un campamento cerca
del vecindario. A los turistas no se les permite
tomar fotografías del lugar y mucho menos
del niño.
En las paredes de un museo local, en la sala
de historia, hay un mural dedicado a Elián
González. Se pueden observar imágenes
de la muchedumbre que se manifestó en las
calles de La Habana para que el gobierno estadounidense
devuelva al niño.
Catalina Weiss
cweiss@infobae.com
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