PRENSA INTERNACIONAL
Abril 4, 2005
 

Cuba olvida las demandas de libertad pese a alabar su trayectoria y compromiso social

Castro recuerda el pronunciamiento del Papa contra el bloqueo pero obvia, según la disidencia, los mensajes de su visita de 1998 a favor de la libertad y la democracia

M. Martínez Cascante, ABC, España, 04 de abril de 2005.

MÉXICO/ MADRID. Cuba se convirtió en uno de los países iberoamericanos que más ha sentido el fallecimiento de Juan Pablo II. Declaró tres días de luto oficial, hizo que las campanas de todas las iglesias de su geografía tañesen durante dos días a intervalos de treinta minutos y calificó al Papa como "un amigo". Su presidente Fidel Castro, en el texto de un telegrama remitido al secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano, elogió el trabajo del Pontífice "en favor de la paz, la justicia y la solidaridad entre los pueblos".

Los argumentos de Castro se basan en la visita que el Papa realizó a la isla, el único régimen comunista que pudo visitar tras la caída del muro, que "quedará impresa en la memoria de nuestro país". El Gobierno cubano, en voz de su ministro de Exteriores, Felipe Pérez Roque, recordó "su pronunciamiento contra el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, al que calificó como medidas económicas restrictivas, injustas y éticamente inaceptables". La declaración oficial también sacó de la memoria la figura de Wojtyla "como alguien que se preocupó por los pobres, combatió el neoliberalismo y luchó por la paz".

Críticas de los disidentes

La visita del Papa a la isla, en enero de 1998, marcó un hito para Cuba, contribuyó a consolidar la presencia de la Iglesia Católica y fijó la posición del Vaticano en defensa de la apertura del sistema. "Cuba debe abrirse al mundo, el mundo debe abrirse a Cuba", dijo en aquella ocasión Juan Pablo II. Pero el Papa también lanzó claros mensajes a favor de la libertad y la democracia que no ha recordado el gabinete castrista.

De hacerlo se encargó la disidencia cubana. La agrupación disidente cubana Movimiento Cristiano Liberación (MCL), dirigida por Oswaldo Payá, lamento la muerte del papa, de quien recordarán su "mensaje de liberación" frente a "todas las formas de opresión". "Nos dejó un mensaje de liberación que levantaba la voz de la esperanza frente a todas las formas de opresión", indicaba un comunicado firmado por Payá, Premio Sajarov 2002 del Parlamento Europeo por su labor en defensa de los derechos cívicos. Tras lamentar el deceso de Juan Pablo II, los disidentes cristianos afirmaron que "este papa defendió el derecho de los humanos a seguir siendo humanos" y que fue él quien "ha sido nuestra inspiración para luchar por la verdadera liberación", informa Afp.

El Sumo Pontífice visitó Cuba en enero de 1998 y ofició misas en diversas ciudades de la isla de gobierno comunista durante los cinco días que permaneció en el país. "El nos dijo: ´¡No tengan miedo! ¡Los cubanos deben ser los protagonistas de su historia", recordaba Payá. El dirigente disidente, que opera en forma ilegal en la isla, concluyó el comunicado dando "gracias a Dios, por habernos dado a este maestro, profeta y pastor por todos estos años. Ojalá todos lo escucharan".

"Incansable luchador"

El presidente de Cuba, Fidel Castro, afirmó que la humanidad y su país recordarán al "incansable luchador" por la paz que fue el fallecido Papa Juan Pablo II. Castro afirmó que la humanidad "guardará un emotivo recuerdo de la incansable labor de Su Santidad Juan Pablo II a favor de la paz, la justicia y la solidaridad entre todos los pueblos". "Ante la triste noticia del deceso de Su Santidad Juan Pablo II, le expreso las más sentidas condolencias del pueblo y el gobierno cubanos", señala el texto del mensaje al Vaticano. Castro recordó también la histórica visita del Sumo Pontífice e indicó que "quedará grabada en la memoria de nuestra nación como un momento trascendental en las relaciones entre el Estado Vaticano y la República de Cuba". En su mensaje también formula votos por el desarrollo de las relaciones entre el Vaticano y Cuba.

Retorno de la Iglesia a la televisión

Su ministro de Asuntos Exteriores, Pérez Roque, anunció que los funerales del Papa tendrán una amplia cobertura en Cuba y que el Gobierno enviará una delegación de alto nivel al Vaticano, cuya composición todavía no se ha determinado. El ministro, incluso, no descartó que el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, vuelva a tener un espacio en la televisión para dirigirse a los creyentes de la isla. La televisión cubana, controlada por el gobierno, sólo se ha abierto para la cúpula de la iglesia cubana en dos ocasiones: en enero de 1998 y anoche, cuando Ortega informó a los fieles de la gravedad del estado del Pontífice.

Los fieles oraron desde que se conoció la muerte de Juan Pablo II. Bajo la presencia inusual de las banderas de toda la isla a media asta, centenares de fieles lanzaron sus plegarias por el Papa. A estas oraciones se unieron muchos turistas en La Habana y otras ciudades de la isla caribeña. Las tres jornadas de duelo oficial incluyen también la suspensión de todo tipo de actividades festivas y deportivas durante este período.

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U, Madrid, 2004.

 

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