Cuba
y EU frente a drama migratorio
Gobierno de EU rechaza acusaciones
Univision,
29 de agosto de 2005.
AFP - El gobierno estadounidense rechazó
las acusaciones de Cuba sobre su presunta responsabilidad
en la posible muerte de 31 balseros cubanos, indicó
la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La
Habana mediante un comunicado.
Cuba sigue lanzándose al mar
La acusación planteada el jueves pasado
por Cuba contra Estados Unidos es "un intento
de desviar la culpa", se indicó en
la nota de prensa, en la que Washington argumentó
que quienes abandonan la isla caribeña
lo hacen escapando de "la represión
y el empobrecimiento".
El gobierno de Washington se quejó además
de que las autoridades cubanas se opusieron a
que el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos
entrevistara a los tres sobrevivientes de la tragedia
ocurrida la semana pasada por una operación
de tráfico ilegal de personas.
El Servicio de Guardacostas estadunidense informó
que buscaba a 31 cubanos desaparecidos luego que
la embarcación en que viajaban se hundió
en su intento por llegar al estado de Florida.
De acuerdo con reportes internacionales de prensa,
guardacostas estadunidenses encontraron esta semana
los restos de una embarcación, a unos 26
kilómetros de donde se encontró
a los tres sobrevivientes.
Los informes indican que un total de 34 personas
habrían caído al agua, 14 de ellas
lograron sostenerse del casco de la lancha y después
11 se habrían soltado poco a poco desde
que ocurrió el accidente.
El comunicado de la Oficina de Intereses de Estados
Unidos se conoció poco antes de que el
presidente cubano Fidel Castro reiterara en un
programa de televisión sus acusaciones
contra Washington y exigiera de nueva cuenta la
eliminación de la Ley de Ajuste Cubano
de 1966.
En una nota oficial que publicó la prensa
estatal, el gobierno de La Habana responsabilizó
a Estados Unidos por la muerte de 31 cubanos que
intentaban llegar a Estados Unidos.
"Responsabilizamos al gobierno de Estados
Unidos por la muerte de 31 personas y llamamos
una vez más a las autoridades estadunidenses
a que pongan fin al contrabando de personas, organizado
y financiado desde ese país", se indicó
en la nota cubana.
Tras demandar "que eliminen la Ley Asesina
de Ajuste Cubano", lamentó "profundamente
la pérdida de vidas humanas".
El texto condenó las operaciones de tráfico
ilegal de personas en lanchas rápidas que
llevan a cabo quienes describió como "criminales
faltos de escrúpulos radicados en el sur
de la Florida".
Según autoridades locales, la Ley de Ajuste
Cubano, que acoge a quienes llegan a territorio
estadunidense y les proporciona un estatus migratorio,
es un estímulo para las continuas salidas
de personas en todo tipo de embarcaciones hacia
Estados Unidos.
Naufragio conflictivo
Un trágico naufragio que dejó 31
ilegales desaparecidos en el estrecho de Florida,
fue el responsable de recalentar el viejo diferendo
migratorio entre Cuba y Estados Unidos, once años
después de un acuerdo que trató
infructuosamente de liquidar el drama de los balseros.
Esa operación de tráfico ilegal
humano tuvo lugar el pasado 16 de agosto, cuando
dos "lancheros" provenientes de Miami,
sur de Florida, recogieron a 32 personas en Cuba,
con el propósito de introducirlas furtivamente
en Estados Unidos.
A unas 20 millas náuticas, le embarcación
de 10 plazas, se resintió ante el peso
de 34, se paralizaron los motores y comenzó
a hacer agua. Los patrones, que cobran entre seis
y 10 mil dólares por persona en estos viajes,
conminaron a sus pasajeros a lanzarse al mar.
La confusión que se formó, relataron
tres sobrevivientes a las autoridades cubanas,
provocó la acumulación de personas
en una de las bordas y la embarcación hizo
una "vuelta de campana", lanzando todos
al mar.
Sólo tres personas, asidas al casco volteado
de la lancha, lograron sobrevivir varios días,
hasta que un mercante los rescató y los
trajo a Cuba insolados y deshidratados.
La noticia, comunicada por las Tropas Guardafronteras
al Servicio de Guardacostas de Estados Unidos,
dio lugar a una operación conjunta de rescate.
"No se han encontrado otros sobrevivientes
entre los pasajeros y los traficantes", dijo
el texto oficial.
Tras la llamada crisis de los balseros de 1994,
cuando 36 mil cubanos partieron en precarias embarcaciones
hacia Estados Unidos, ambos países suscribieron
un acuerdo migratorio para lograr una corriente
"legal, segura y ordenada".
Los acuerdos prevén la concesión
de 20 mil visas anuales y la repatriación
de los interceptados en el mar por la parte norteamericana,
y por la cubana reinsertar socialmente a los devueltos
y evitar con persuasión las salidas ilegales.
Aunque ya han emigrado de esa forma más
de 200 mil personas, el drama no terminó.
Según Washington, por los problemas económicos
y la falta de libertades en la isla, que obligan
a los cubanos a lanzarse desesperadamente al mar.
La Habana acusa a Washington de aplicar criterios
de selectividad migratoria, mantener el estímulo
que representa la Ley de Ajuste de 1966, que privilegia
a los cubanos, así como de ser tolerante
con el tráfico ilegal.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001,
Washington reforzó la vigilancia de sus
fronteras, y muchos emigrantes ilegales abandonaron
las balsas por temor a ser interceptados y repatriados,
a la vez que se incrementaron las operaciones
de tráfico humano.
"Las autoridades cubanas han alertado de
forma reiterada al Gobierno de Estados Unidos
de América sobre el incremento del tráfico
criminal de personas entre Cuba y Estados Unidos,
fuertemente estimulado por su inescrupulosa y
sucia política", dijo el comunicado
oficial.
Las acusaciones mutuas y el diálogo de
sordos que llevó a suspender indefinidamente
las conversaciones migratorias, se producen en
un año particularmente activo en el estrecho
de la Florida.
En el año fiscal 2004, mil 225 cubanos
fueron repatriados por los guardacostas norteamericanos
tras ser interceptados en alta mar. Desde enero
hasta el martes pasado la cifra se elevó
a mil 863 inmigrantes cubanos, la mayor cantidad
desde 1994.
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